"Las victorias –dice Lessing- son pruebas muy ambiguas a favor de la causa justa, o mejor, no lo son en absoluto", tanto es así que "aquel que ha tenido la última palabra y quien hubiera debido tenerla sólo raramente son la misma persona".
Que quede claro que no estoy pensando en el fútbol.
queda claro..o no?
ResponderEliminar¡Clarísimo!
EliminarEn realidad, sólo Uno, para quien lo admita, tiene la última palabra. Las demás palabras son siempre, en el mejor de los casos, penúltimas.
ResponderEliminarCaramba, sí. La victoria incluso sobre sí mismo bien puede ir en contra de uno. Me queda la inquietud de concluir si, dado que estas dos personas raramente son la misma, ¿cuánto de las conclusiones que la sociedad estima fueron establecidas por quien se impuso y no por quien razón tenía? ¿LLega una verdad a nosotros a pesar de nosotros?
ResponderEliminar¡Muy bueno el texto! Me ha dejando reflexionando juicioso.
¡Saludos!
F.
Lo paradójico de esto es que la comprensión es también una victoria (al menos aparente) sobre la ignorancia.
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