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jueves, 19 de abril de 2012

¿Comprenderemos?

Acabo de leer lo que sigue hace un segundo y me parece que puede ser adecuado traerlo hasta aquí en un día como hoy:

"Nunca olvidaré el 24 de junio de 1922. Fue el día en que Walther Rathenau, un judío alemán que era el ministro de asuntos exteriores, fue asesinado. Era uno de los amigos más íntimos de Troeltsch. Ese día Troeltsch llegó tarde a su clase, y cuando finalmente llegó, mientras subía a la tarima, vimos que estaba pálido y nervioso. Dijo -y nunca olvidaré sus palabras- "Hemos estado hablando aquí sobre filosofía de la religión. Lo que hoy ha pasado, y de lo que no habéis sido informados, pertenece a esta materia. Walther Rathenau, uno de mis amigos más íntimos, ha sido asesinado por dos estudiantes de bachillerato que dicen ser nacionalsocialistas. Lo han matado porque era judío. Este es el inicio de la tragedia alemana. No soy capaz de dar clase esta mañana. Si habéis estado atentos a mis clases (...) comprenderéis que lo que hoy ha pasado es un capítulo importante de la filosofía de la religión".

Michael A. Meyer (ed), Joachim Prinz, Rebellious Rabbi.

6 comentarios:

  1. Sobrecogedor. Saludos, López Bulla

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  2. Rathenau era, sobre todo, un industrial, un empresario, metido, después, a político. Era una persona exquisita, de vasta cultura y poderosa inteligencia e intuición. Musil lo retrata en El hombre sin atributos. De mi interés particular es un libro de aforismos que publicó en Alemania pero, por lo que sé, y hasta donde me alcanzan mis escasos saberes, nuna se ha publicado en España. Quizas alguna benemérita editorial minoritaria podría rendirnos el bien de su edición en castellano. Su funeral, de Estado, tuvo una asistencia impresionante, pero ya se habían incubado, irremediablemente, los huevos de la serpiente...

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  3. Me interesa mucho la cultura judía de Weimar, donde había de todo, aunque mayoritariamente Alemanía, judíos incluidos (o mejor, especialmente en el caso de los judíos)parecía decantarse decididamente hacia la socialdemocracia. Ese periodo decadente de una creatividad artística milagrosa, donde era posible toda miseria y toda grandeza, vio, por ejemplo, a judíos que querían ser nazis y a nazis (dentro de la Gestapo) que querían dialogar con los judíos. Por eso me interesa especialmente la figura del rabino Joachim Prinz, que acabó manifestándose codo con codo con Luther King en defensa de los derechos de los negros. La historia narrada en los libros apenas deja sitio para la individualidad y, sin embargo, está hecha de ellas.

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  4. Juan, no sé si sabes que la fortuna de Cambó se nutrió con los negocios de éste con Rathenau.

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  5. Entre exquisitos andaba el juego, pues..., lo digo por la colección de arte de D. Francesc. Ello prueba, en todo caso, que por encima de las naciones están las clases: espirituales, económicas, intelectuales, artísticas, etc. En el fondo, lo más parecido al veterano internacionalismo de izquierdas es esta globalización de derechas.

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