¡Ave María Purísima!
Querido lector, con la jaculatoria con que he comenzado era costumbre saludar al entrar en una casa navarra, y desde dentro se contestaba ¡Sin pecado concebida!, para indicar que sus moradores estaban dentro y se permitía el paso.
En Premín de Iruña
No m'acabo de creure que va existir un dia en aquest país en què les cases restaven obertes! ¿És que no hi havia delinqüents, potser? O la gent era tan pobre que no els temia?
ResponderEliminarEn Catalunya, en el Berguedà se hacía lo mismo
ResponderEliminar-AveMariapurisima.
-senspecatconcebut- I entonces se entraba.
En ciertas circunstancias se acortaba:
ResponderEliminar¡Aaaamaria!
Básicamente si se daba un componente de familiaridad y un punto de descreimiento.
Siempre hubo volterianos entre nuestros carlistas, don.
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