El 18 de agosto de1939, en un momento en el que Leo Strauss estaba dedicándose intensamente a la lectura de Jenofonte, le escribe una carta a su amigo Jacob Klein invitándole a leer El Quijote desde una perspectiva ciertamente singular. Me atrevo a poner en relación las lecturas straussianas de Jenofonte y de Cervantes porque justamente en una carta anterior Strauss le había confesado a Klein que las obras del griego que más dificultades interpretativas le presentaban eran las que tenían que ver con "perros y caballos", así que me permito imaginar que una cosa pudo llevarle a la otra (o no, pero entonces este post ya quedaría peor).
Para Strauss la clave interpretativa de la obra reside en la comprensión de que su autor es doble: "Cervantes y Sid Hamel", es decir, un cristiano y un musulmán. Pero un autor que puede expresarse de esta manera es que se ha elevado por encima de cristianos y musulmanes y, por lo tanto, no es ni una cosa ni otra, sino un filósofo. Don Quijote representaría al profeta, al que construye religiones ("Religionsstifter" en el original: Anna Punsoda, ¿cómo lo traduzco?) y Sancho Panza al creyente. Don Quijote es la síntesis del cristianismo ("semblante afligido") y del Islam ("guerra santa") y es superior a sus raíces. "Dulcinea es María". "Considera -concluye Strauss- el papel de los libros en Don Quijote: Cristianismo e Islam se fundamentan en libros. Los hechos de Don Quijote son milagros."
Suponiendo que todo esto no sea una broma... no se me ocurre qué pueda ser.
Por la parte de la broma hay un libro "milagroso" de Gonzalo Torrente Ballester, "El Quijote como juego", lleno de sabiduría, de ingenio y de la socarronería gallega del autor.En él se defiende la tesis de un D.Quijote como director de escena que, desde detrás de sí mismo, gobierna a quienes le rodean y de quienes se burla mientras ellos creen burlarse de él. ¡Magistral! De él, De Torrente, quizás hayas leido, Gregorio, su "La saga/Fuga de JB", un libro en el que aparece una ciudad levitada, Castroforte de Baralla, como la Laputa del Gulliver, entre otras cosas de grandísimo interés...
ResponderEliminarLa Saga/Fuga me descubrió lo que podía dar de sí la literatura. Después he leído novelas mejores, pero ninguna con los ojos tan abiertos.
ResponderEliminarLo divertido de este caso de Strauss es que lo que era una broma entre amigos, en manos de eruditos carentes de sentido de la ironía se convierte en motivo para las disquiciones más estrambóticas.
ResponderEliminarEn una nota, la número 48, de La genealogía de la moral, Nietzsche considera El Quijote "parte de la decadencia de la cultura española, (...) una desgracia nacional" y a Cervantes por escribirlo un ser "frío" sino "cruel" que se ríe de sus lectores... ¿Se trata de una loa oscura a la ironía cervantina o un momento de compasión por "los lectores"... o una simple caracterización de los que tienden a burlarse de todo...? ¿No hará Strauss una posible "reinterpretación" tal vez realimentada por otras referencias de Nietzsche en alguna otra parte (yo no he leido sino esta, y no tengo suficientes datos y menos que me los aporte el coentario de Nietzsche) sumado a no al resultado de su propia lectura de esa "primera" novela, a tenor de lo sugerido por Kundera -para quien novela e ironía son un matrimonio... al menos las "verdaderas"-?
ResponderEliminar"Jesucristo, Don Quijote y yo somos los tres grandes majaderos de la historia" (Simón Bolivar).
ResponderEliminarLa afinidad ha sido observada de antiguo. Recordad el libro de Unamuno.
Carlos: Me da la sensación de que la broma de Strauss poco tiene que ver con Nietzsche. Tratar a Cervantes de filósofo es elogiarlo de la manera más alta.
ResponderEliminarSegons Rosen la millor introducció possible a la República platònica passa per la lectura del Quixot. Una afirmació, la de Rosen, que últimament no em puc treure del cap
ResponderEliminarJoaquín: Para Strauss los creadores de dioses serían Cervantes y Constantino; es decir, Jeús sería a don Quijote lo que Constantino a Cervantes.
ResponderEliminarJordi: On ho diu Rosen això? M'interessa molt.
ResponderEliminarNo necesariamente se debe/puede deducir de que por encima de la disputa religiosa o de la confrontación Ley/Dogma esté "la filosofía". El Poder también está por encima. El tirano, por ejemplo. Y reirse de todo el mundo es una antesala, la del que no puede sino sentirse extranjero en su propia "ciudad", un poco "sabio" si se quiere, pero no según es visto por la comunidad sino por él mismo, un excéntrico o elitista... Por eso me preguntaré una y otra vez qué quizo decir Nietzsche o qué expresó a su pesar en la nota a la que aludí. De cualquier forma, los límites se difuminan y la apelación a la ironía de la novela (cervantina), "cruel y fría" con sus lectores (o sea, el mundo) es la base de una tiranía frustada o utópica (la del intelectual, crítico o filosófo... y hasta del profeta, el brujo y el sacerdote...)
ResponderEliminarEm diu l'Anna Punsoda en un altre lloc: "Depèn del que vulguis dir. de Jesús també se'n diu 'Religionsstifter' i jo no en diria 'constructor'. però si dius que per Strauss el Quixot és algú que s'eleva i crea una mena de filosofia doncs diria que 'constructor' ja està bé, també Lao-tse és un Religionsstifter. i fundador? crec que d'un donant de sang en diuen un Blutspender o un Stifter, hehe, o sigui que imagina't.."
ResponderEliminarHo diu al llibre que va escriure sobre la República l'any 2005. No et puc donar la referència exacata perquè no tinc el llibre amb mi, però si la memòria no em falla, la cita és literal
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