Gracias RA. La verdad es que llevaba bastante tiempo dándole vueltas a esta foto. Ensaye incluso diferentes textos para acompañarla, con resultados siempre desastrosos. ¿La trivialidad del mal? No, Arendt no me acaba de convencer. Lo ocurrido no fue trivial, fue un acontecimiento límite. Límite para el pensamiento. ¿Qué demonios puede decirse ante esto? ¿Qué podríamos ser cualquiera de los no circuncidados que la vemos? Filosóficamente esta foto es una tragedia. El filósofo más grande del siglo XX, Heidegger, que era mucho más inteligente que cualquiera de sus contemporáneos, podría haber estado ahí.
Estoy muy de acuerdo. Filosóficamente, es una tragedia. Pero, socialmente, debe ser tomada como una advertencia: el totalitarismo genocida no se anuncia como un demonio con cuernos, rabo y tridente. Es mucho más sutil.
Manuel: Si, claro. Si en alguna cosa se diferencia el hombre del resto de los animales es en su capacidad para la degradación. Eso hace de él un capítulo aparte en la historia de la evolución. También estoy de acuerdo con respecto a lo que dices del totalitarismo, al que y prefiero dar el nombre de tiranía porque de esta manera se ve -me parece a mí- más clara su vida larvada entre nosotros.
Ni olvidar ni dejar que el sentimiento de culpa se convierta en algo más, en un nuevo mecanismo de degradación moral. El Holocausto no es un negocio. Es una perogrullada, pero no todos lo tienen presente. Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.
A todo esto...cualquier imagen del western clásico norteamericano nos debería conducir a iguales reflexiones. Y, ¿por qué siempre se olvida la comunidad gitana y su particular visión del Holocausto? Quizás va siendo hora de ampliar las voces. Lo sé, es arena de otro costal.
Recuerdo un artículo hace un tiempo en El País y se titulaba, para más señas "La noche oscura de la condesa nazi". "Una fiesta en el castillo austriaco de la hermana del barón Thyssen, con las tropas rusas a sus puertas, degeneró en una matanza de judíos. Así lo revela el escritor David Litchfield". El vacío moral no tiene límites.
Qué casualidad. Ayer mismo vi por primera vez esta foto hojeando el libro de Mazover, "El imperio de Hitler".
... hace ya unos años visité Auschwitz y en fin... ya sé que no es lo mismo, ni de lejos, pero la verdad es que esta fotografía me recuerda a una "estampa" que me quedó grabada de esa visita: gente haciendose fotografias a la entrada de Birkenau como si estuvieran delante de la Sagrada Familia.
Tomás, Don Cogito: Quizás sea imposible hacer poesía después de Auschwitz, lo que no es imposible es hacer turismo a Auschwitz y hacerse una foto en grupo bajo el cartel “Arbeit macht frei”.
En una alusión a Hitler y la tiranía, Strauss escribe: "Es más fácil comprender lo bajo a la luz de lo alto que lo alto a la luz de lo bajo. Al hacer esto último, uno necesariamente distorsiona lo alto, mientras que al hacer lo primero uno no despoja a lo bajo de la libertad de revelarse a sí mismo íntegramente tal y como es".
"El vacío moral no tiene límites": ese es un límites, entonces, del pensamiento, porque llegado a un extremo no puede pensarse.
A mi la fotografia me recuerda una verdad terrible: los ejecutores eran humanos. Mientras pensemos que eran monstruos seguiremos sin acabar de comprender. Creo que fue Steiner que decia que esos crueles funcionarios de los lager, llegaban a su casa con su familia feliz y leían Goethe.
Jaume: Esta es básicamente, la tesis de Hannah Arendt. Durante un tiempo me convenció, aunque aceptarla significaba que yo podía haber sido un carcelero de Auschwitz. Ahora me inclino más a pensar que lo ocurrido en Auschwitz es de una naturaleza diferente, sin parangón con lo que podemos entender por crueldad humana. No se trataba de anular al otro, sino de hacerlo de forma industrial y total, acabando con los débiles y obligando a los que tenían algo de fuerza a odiarse a sí mismos lo suficientes que desearan ser débiles. Ante esto, ¡qué cínica suena la "autenticidad" heideggeriana que acepta la muerte como el horizonte de sentido del ser humano. Aquí el horizonte es el del sinsentido.
RA: Sospecho que Arendt se equivoca porque opta por presentar emotivamente una monstruosidad en lugar de racionalizarla (o demostrar la imposibilidad de su racionalización y deducir las consecuencias oportunas de ello). Y quizás no es del todo ajeno a esto su calificación de la implicación de Heidegger con el nazismo como "un episodio". No quiero decir que una cosa esté relacionada causalmente con la otra, sino que ambas obedecen a una misma concepción del mal. La "solución final" no tiene nada de banal. ¿Pero si, como sostiene Arendt, "sólo el bien tiene profundidad", cómo la explicamos? ¿Y como justificamos la no banalidad del bien?
Pero, en Arendt, esa banalidad campa a sus anchas porque préviamente se ha hundido un mundo: la civilización occidental, en linea nietscheana. ("Los orígenes...").
Esa banalidad (la foto es perfecta para el concepto) es humana, pero de un ser humano convertido en masa -banal, superflua también- por un poder total que anula su humanidad la cual sólo puede desarrollarse en el espacio político. Mi duda (una de ellas; Arendt me plantea muchas dudas y me soluciona pocas, es cierto) es si nosotros estamos en un espacio político suficientemente sólido, porque la verdad, cada día que pasa me parece más fantasmal. Cuando digo "nosotros" excluyo a los tertulianoa de este "Café", espacio político donde los haya.
ando dándole vueltas a Arendt y no me decido a intervenir. Corro el riesgo de la nota desastrosa. Hasta que Lola nos advierte que los del café estamos, como mínimo por el momento, de caer en el mal y la degradación. Por si acaso, os hago saber que estoy aquí, en silencio, tras las mesas y escuchando atentamente. Aunque tampoco es que el optimismo cafeteril de Lola me conforte del todo.
Que pillines, estaban de "campamento". Niña no me toques los muertos jaja eran unos cachondos los jodíos. Lástima que la gente no tenga ese "sentido del humor". H****s d* P++a
Que en alemán significa: ¡Bienvenidos alegres compañeros pasen a esta salita que les van dar una duchita!
Cogito, Lola, Adu: Me pilláis escribiendo sobre la (des)educación, así que no me encontráis precisamente sobre una ola de optimismo.
1) Arendt está inevitablemente presente. Ya he dicho antes que durante un tiempo me convenció del todo. Ahora no. El mal del nazismo podría merecer el adjetivo "banal" si, entre otras cosas, fueran concebibles un Eichmann, un Himmel o un Hitler arrepentidos. ¿Lo son?
2) Respecto a la filosofía: ¿Llegó Heidegger a arrepentirse? Si lo hizo, ¿por qué no fue público su arrepentimiento como fue público su compromiso con el nazismo? Yo no creo que la filosofía de Heidegger fuera responsable de su adhesión al nazismo, pero es evidente que no fue capaz de evitarla.
3) Nietzsche, Lola, se me está convirtiendo en una figura de cabecera. Ahora, a mis cincuenta y tantos años, creo que comienzo a entenderlo. Es decir creo que comienzo a entender lo que es una mentalidad de rebaño. Y asusta.
Por cierto me acaba de llegar el New Yorkk Times y me encuentro con que W. Kristol escribe:
Politics in a democracy are always “vulgar” — since democracy is rule by the “vulgus,” the common people, the crowd. Many conservatives have never been entirely comfortable with this rather important characteristic of democracy. Conservatives’ hearts have always beaten a little faster when they read Horace’s famous line: “Odi profanum vulgus et arceo.” “I hate the ignorant crowd and I keep them at a distance.”
But is the ignorant crowd really our problem today? Are populism and anti-intellectualism rampant in the land? Does the common man too thoroughly dominate our national life? I don’t think so.
Esta foto nos viene a recordar que el principal motivo de desmoronamiento del Reich (así como el de su auge) no fue político, ni militar, ni , por supuesto, ético, fue estético.
Hola! Leo a menudo tu blog, pero nunca he participado en él. Hoy me siento obligado a hacerlo porque me ha desconcertado -y desazonado- completamente el comentario que haces sobre Heidegger, que "podría haver estado ahí". A pesar de su innegable adhesión al nazismo (creo que es un tema muy complejo), me es imposible aceptar que hubiese podido llegar a ese extremo. Nunca un texto de Heidegger me ha sugerido algo semejante a lo que planteas. Seré inocente, pero creo que su humanismo es auténtico. Te agradecería mucho una justificación de tu afirmación (a poder ser a partir de algun texto) . La foto es terrible e inquietante, ciertamente. Gracias i un cordial saludo.
Lo siento, pero estoy desencajada, ¿se han mirado al espejo, cara a cara consigo mismo y en silencio? y ¿ son capaces de decir en voz alta algunas de las afirmaciones que hoy preconizan??? De verdad, no puedo entenderlo, creo que estamos iniciando la decadencia de las grandes civilizaciones. Nos lo estamos ganando a pulso, ustedes que conocen bien a los antiguos ymodernos pensadores, no serian c apaces de hacer una sintesis de lo que han dicho y escrito. El pasado sirve para recoger la experiencia de unos y otros, creo que en el presente lo que necesitamos, es de gente preparada , que conoce todas las barbaries ideologicas, sepa hacer una proyección de futuro y salir todos para adelante!!!Sclepio fue un gran medico, pero ya no sirven todos sus consejos, hemos sido capaces deavanzar, yo creo que para bien, ¿ que ha pasado con el mundo de la filosofia?
¿Y por qué la industria de Hollywood, plagada de judíos, tardo tanto en reaccionar frente a la barbarie? No es hacia mediados de los 60 cuando aparecen algunos títulos que tocan de soslayo el tema del holocausto; sobre totalitarismos ya se hicieron, algunos como El Gran Dictador, criticados por la porción más conservadora.
El artículo de Kristol hijo en el NYT podría ponerse en relación con el debate acerca de las élites, que ha aparecido regularmente en la campaña electoral americana, ni que sea de modo indirecto, forzado por los arquetipos que algunos candidatos representan. Para empezar, dos puntos. Kristol Jr. dice que América es una democracia, pero eso es cierto a medias. Como observaba precisamente Arendt (hay entrevista en YouTube), Estados Unidos es una república, con lo que parece que, a la par que el vulgo, las élites son consubstanciales al sistema. Segundo, Kristol padre, en su libro 'Neoconservadurismo, biografía de una idea', intentó establecer un análisis de las 'nuevas clases'. Según su esquema, se trataría de los intelectuales y profesionales (públicos y privados) que se ganan la vida operando, o mejor, monopolizando la operatividad, de la distinción entre lo público y lo privado. Kristol situaba del otro lado a los que se dedicaban a los 'negocios'. Los hechos no parecen estarle dando la razón, ya que una buena parte de la gente y profesionales de los negocios pueden ser considerados totalmente 'nueva clase'. Pues bien, tenemos por un lado a Obama, que es la encarnación típica (igual que su esposa) de esa nueva clase (comunity organizing !!!), dedicada al management de los pobres y, a la vez, a la producción de tensiones (de clase, raza, multiculturalistas) que refuerzan y reivindican su posición. Por otro lado Palin representa perfectamente una actitud 'paleoconservadora', populista, al problema de las élites (los demócratas tampoco tienen una posición sin ambigüedades, oscilando entre el elitismo à la Obama y la tradición obrerista de base). Palin no es una intelectual, como se han dedicado a poner de manifiesto sus críticos, aunque tampoco una anti-intelectual, sino más bien el fruto del oeste de los Estados Unidos y de sus colleges (Bruce Reed, demócrata centrista y ex-asesor de Clinton publicó en Slate una de las mejores reflexiones sobre Palin, criticando la actitud condescendiente de muchos de sus compañeros de partido). Y tampoco es una anti-elitista, sino más bien otra clase de élite, que, con permiso de Gramsci, podríamos llamar 'orgánica', por el tipo de relación que mantiene con los que representa. Es parte de las masas y es elegida por esas masas para que las represente, lo que sin duda requiere ciertas habilidades poco valoradas por los intelectuales (contrasta la actitud de esos intelectuales frente a los políticos elegidos: ellos nunca son elegidos, sino que esperan a ser nombrados; otra habilidad, sin duda). De ahí la postura, el continuo guiño, incluso físico, de Palin, diciendo: soy una de vosotros. No del tipo 'ciudadano del mundo' que las élites del tipo Obama pretenden ser para así evitar responder a las preguntas acerca de su pertenencia (pregunta: ¿de dónde es Obama?) sino del ciudadano de un lugar, ciudad, estado, nación, que aspira a representar a sus iguales, contituyéndose al conseguirlo inevitablemente también en élite. El problema de las 'nuevas clases' no es que no tengan raíces, sino el si las necesitan tenerlas entre las personas a las que aspiran a dirigir (lo estudió Lasch en 'La revuelta de las élites', continuando precisamente las preguntas de Ortega acerca de las masas; su respuesta es: ya no). El caso de Palin no parece que sea esa falta de raíces, sino la de aptitudes para operar como élite una vez nombrada para el cargo al que aspira (¿para qué sirve un vicepresidente?). Se puede concluir por tanto de acuerdo con Kristol Jr: el problema no es de populismo ni de anti-intelectualismo (esto último no es tan malo; de no contar con una vena anti-intelectual, ¿hubieran acabado los EEUU como Alemania?), sino de definición de élites. Las ´nuevas clases' representadas por el Partido Demócrata, con su componente de autoritarismo de izquierdas (actitud 'terapéutica' frente a los ciudadanos expresada en el irrefutable idioma de los 'derechos') parecen a punto de hacerse con el poder en la Casa Blanca, tras dominar ya el Congreso, en el contexto de la mayor crisis económica de los últimos ochenta años. ¡Ay del que vive tiempos interesantes!
Ahora creo que ya no se que quiere decir Arendt con la banalidad del mal. No se porque tiene que ser simetrica y hay que pensar en las implicaciones para el bien. (Sospecho que hay que volver al libro. lo de la banalidad es solo el subtitulo, pero, caray, se pega).
Mi percepcion de banalidad se me visualiza (viva mi castellano) como Eichman intentando hacer carrera "dadas las circunstancias". Claro que se hubiera arrepentido si eso fuera, y hubiera encontrado sus justificaciones pre-fabricadas.
Desde luego no parecen muy abrumados. No cabe entonces hablar de la banalidad del mal. Sí quizás del mal que pueden hacer tipos banales. Si no supieramos lo sucedido en aquel lugar no nos producirían repugnancia sus muecas y sus desinhibidas posturas. Estaban convencidos del valor de su esfuerzo para librar a Alemania y a Europa (Alemania y Europa) de una subespecie a la que sólo el azar había dado una apariencia humana. Quizás H.Arendt no vio esta foto. A mi me desagrada pero también me incomoda pues muestra que el mal es vecino cercano, pariente, hermano. Un saludo, Jorge Martín
Jaume II: Te remito al Discurso del rectorado. El texto está disponible por internet. Me parece que es suficientemente contundente. Respecto al humanismo de Heidegger... yo creo que el entendería este término como un insulto. Me remito a La carta sobre el humanismo o a su debate con Cassirer. Insisto: En mi opinión la filosofía de Heidegger no lo empujaba al nazismo. Los paralelismos con el nuevo pensamiento de Rosenzweig creo que lo ponen de manifiesto. Pero tampoco le impidió militar. No, Heidegger no era el filósofo que hacía falta.
Glauka: Que en el mundo de la filosofía distinguimos entre avance y progreso (algunos, claro está). Avanzamos, no hay duda. El mismo Titanic nos marca el camino..
Claudio: Gracias. El destino, que es muy caprichoso, ha querido que hoy cayuera en mis manos un debate sobre el naturalismo y el positivismo jurídico en el que participaron Rutrowski, Leo Strauss, Kirk, Schutz, Zimmermann y otros. En el centro ha aparecido Ortega y su Rebelión de las masas. Sin duda esta obra tuvo un influjo enorme en los Estados Unidos. Y me parece que aunque estaba destinada a Europa, en el único lugar en el que se la sigue leyendo con interés es en los USA. Aquí, simplemente, no podemos mentar la palabra "elite".
Jorge: Si, la foto difícilmente puede ser comentada. Pero sí sabemos, fuera de toda duda, que el bien no fue banal. Hubo, incluso dentro de los alemanes de los campos, diferencias. E insisto: ¿Si el bien no es banal, por qué ha de serlo el mal? Lo que sí me parece banal es el olvido.
Don Gregorio ¿No necesitaremos para intentar acercarnos a "eso" cierta forma de ver las cosas, ciertos terminos de corte más bien religioso? Infierno, demonio, condenación, posesión, Mal parece que se acercan algo más (aunque tampoco mucho)
He tenido este idea leyendo este pequeño texto de Milosz
“NECEDAD OCCIDENTAL. Reconozco que he sufrido de este complejo polaco pero como he vivido muchos años en Francia y los Estados Unidos a menudo me rechinaban los dientes y tuve que aprender a controlarme.... la necedad occidental no es un invento nuestro, de los peores europeos, aunque su nombre debería ser diferente: imaginación estrecha. Porque los occidentales hacen que su imaginación sea más estrecha cuando dibujan una línea a traves del centro de Europa, cuando dicen que no les interesa ocuparse de esos desconocidos que viven en el este del contimente. Había motivos para Yalta (había que pagar aun aliado), pero mediante ese acuerdo se decidió algo más, se determinó que países eran estériles y carecian de importancia para el desarrollo de Europa. Medio siglomás tarde no fue sólo Europa Occidental la que no hizo nada para prevenir las atrocidades de la guerra y la limpieza étnica en Bosnia. Lo mismo ocurrió on los Estados Unidosdurante cuatro años, cuando se encontraban en la cima de su poderío: consideraron a los países que formaban Yugoslavia fuera de la zona de sus intereses y no hicieron nada, aunque hubiera bastado con una intervención militar para salvar a miles de existencias humanas. La imaginación estrecha se explica si se reconoce que el mundo es un sistema de vasos comunicantes y tampoco sabe salirse de aquello que se conoce. Cuando me encontré en los Estados Unidos, recién acabada la guerra, no pude contarle a nadie qué había ocurrido en Polonia en los años 1939-1945. No me creían. Pensaban que, como es natural, la prensa escribe durante la guerra cosas terribles del enemigo, pero cuando los tambores de guerra se acallan todas esas brutalidades resultan ser sólo propaganda. ¿El Mal en estado puro? ¿De verdad quiere usted que creamos en la existencia del diablo?”
Don Cogito: En los campos hubo dos clases de víctimas: por un lado estaban aquellos que, a ojos de los nazis, habían hecho algo que debía ser castigado (algo que habían hecho en su existencia) y, por otro, aquellos cuya única culpa era anterior a su existencia (nada de lo que pudieran haber hecho en vida les hubiera ahorrado la muerte). En este último grupo estaban los judíos y los gitanos. Lo difícil de comprender no es la conducta con los primeros, puesto que la historia nos proporciona ejemplos de sadismo de todo tipo; sino lo ocurrido con los segundos. A los judíos y gitanos la culpa los precedía. Agustín podría ayudarnos a entender una culpa intermedia entre unos y otros, la que podemos llamar "la culpa de existir", pero creo que fue incapaz de imaginarse una "culpa que precede a la existencia". Tiendo a pensar que no nos encontramos con un acontecimiento más de la historia del mal del hombre, sino con un acontecimiento único. Hay, aquí sí que lo veo con claridad, un elemento religioso muy importante en lo ocurrido. Lo formuló Fackenheim con claridad en lo que él llamó el "Mandamiento 614", porque proponía añadir un mandamiento más a la larga lista de la Torá. Lo formuló así: "Los judíos tienen prohibido otorgar a Hitler victorias póstumas". La duda respecto al papel de Dios durante el holocausto sería, en este sentido, una victoria póstuma de Hitler.
La tragedia mayor es, a mi entender, que los soldados que lucharon a las órdenes de Mladic y Karadzic eran hijos y nietos de los partisanos que perdieron la vida combatiendo la invasión nazi de su país. Cincuenta años más tarde, las víctimas adoptan los métodos de exterminio de sus antiguos verdugos. Pese a todo ha habido poesía después de Auschwitz, igual que, inexplicablemente hay Unión Europea después de las guerras de Yugoslavia. Como especie, damos miedo.
Lo que intentaba decir más bien decir, es que, a la hora de intentar "hacernos una idea" de que fue eso, quizá no estaría de más hechar mano a la imaginación religiosa que hemos heredado. Quizá Dante, algunos textos y dibujos de Blake, ciertas parte de la Biblia (por ejemplo) nos pueden ayudar a acercarnos, a "entender" "algo".
Tal vez Primo Levi sea quien más cerca ha estado de ensayar al menos los parámetros dentro de los cuales poder aproximarse a explicar esa foto. "híbridos amasados de arcilla y espirituu..."
Arendt acusaba a Heidegger de haberse dedicado tanto a la razón que perdió el juicio, es decir, la capacidad de juzgar. Tenia que desarrollar la idea de la facultar de juzgar distinta a la de pensar en la última parte de su Vida del Espíritu, de la que seguimos esperando una edición crítica.
El New Yorker hizo un articulo fenomenal sobre la foto(s) y sus circumstancias en marzo,
ResponderEliminarhttp://www.newyorker.com/reporting/2008/03/17/080317fa_fact_wilkinson
Desgraciadamente solo hay un "abstract."
Gracias RA. La verdad es que llevaba bastante tiempo dándole vueltas a esta foto. Ensaye incluso diferentes textos para acompañarla, con resultados siempre desastrosos. ¿La trivialidad del mal? No, Arendt no me acaba de convencer. Lo ocurrido no fue trivial, fue un acontecimiento límite. Límite para el pensamiento. ¿Qué demonios puede decirse ante esto? ¿Qué podríamos ser cualquiera de los no circuncidados que la vemos?
ResponderEliminarFilosóficamente esta foto es una tragedia. El filósofo más grande del siglo XX, Heidegger, que era mucho más inteligente que cualquiera de sus contemporáneos, podría haber estado ahí.
Estoy muy de acuerdo. Filosóficamente, es una tragedia. Pero, socialmente, debe ser tomada como una advertencia: el totalitarismo genocida no se anuncia como un demonio con cuernos, rabo y tridente. Es mucho más sutil.
ResponderEliminarManuel: Si, claro. Si en alguna cosa se diferencia el hombre del resto de los animales es en su capacidad para la degradación. Eso hace de él un capítulo aparte en la historia de la evolución.
ResponderEliminarTambién estoy de acuerdo con respecto a lo que dices del totalitarismo, al que y prefiero dar el nombre de tiranía porque de esta manera se ve -me parece a mí- más clara su vida larvada entre nosotros.
Ni olvidar ni dejar que el sentimiento de culpa se convierta en algo más, en un nuevo mecanismo de degradación moral. El Holocausto no es un negocio. Es una perogrullada, pero no todos lo tienen presente. Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.
ResponderEliminarA todo esto...cualquier imagen del western clásico norteamericano nos debería conducir a iguales reflexiones. Y, ¿por qué siempre se olvida la comunidad gitana y su particular visión del Holocausto? Quizás va siendo hora de ampliar las voces. Lo sé, es arena de otro costal.
Recuerdo un artículo hace un tiempo en El País y se titulaba, para más señas "La noche oscura de la condesa nazi". "Una fiesta en el castillo austriaco de la hermana del barón Thyssen, con las tropas rusas a sus puertas, degeneró en una matanza de judíos. Así lo revela el escritor David Litchfield". El vacío moral no tiene límites.
Tomás
Qué casualidad. Ayer mismo vi por primera vez esta foto hojeando el libro de Mazover, "El imperio de Hitler".
ResponderEliminar... hace ya unos años visité Auschwitz y en fin... ya sé que no es lo mismo, ni de lejos, pero la verdad es que esta fotografía me recuerda a una "estampa" que me quedó grabada de esa visita: gente haciendose fotografias a la entrada de Birkenau como si estuvieran delante de la Sagrada Familia.
Tomás, Don Cogito: Quizás sea imposible hacer poesía después de Auschwitz, lo que no es imposible es hacer turismo a Auschwitz y hacerse una foto en grupo bajo el cartel “Arbeit macht frei”.
ResponderEliminarEn una alusión a Hitler y la tiranía, Strauss escribe: "Es más fácil comprender lo bajo a la luz de lo alto que lo alto a la luz de lo bajo. Al hacer esto último, uno necesariamente distorsiona lo alto, mientras que al hacer lo primero uno no despoja a lo bajo de la libertad de revelarse a sí mismo íntegramente tal y como es".
"El vacío moral no tiene límites": ese es un límites, entonces, del pensamiento, porque llegado a un extremo no puede pensarse.
A mi la fotografia me recuerda una verdad terrible: los ejecutores eran humanos. Mientras pensemos que eran monstruos seguiremos sin acabar de comprender. Creo que fue Steiner que decia que esos crueles funcionarios de los lager, llegaban a su casa con su familia feliz y leían Goethe.
ResponderEliminarJaume: Esta es básicamente, la tesis de Hannah Arendt. Durante un tiempo me convenció, aunque aceptarla significaba que yo podía haber sido un carcelero de Auschwitz. Ahora me inclino más a pensar que lo ocurrido en Auschwitz es de una naturaleza diferente, sin parangón con lo que podemos entender por crueldad humana. No se trataba de anular al otro, sino de hacerlo de forma industrial y total, acabando con los débiles y obligando a los que tenían algo de fuerza a odiarse a sí mismos lo suficientes que desearan ser débiles.
ResponderEliminarAnte esto, ¡qué cínica suena la "autenticidad" heideggeriana que acepta la muerte como el horizonte de sentido del ser humano. Aquí el horizonte es el del sinsentido.
Por lo que recuerdo, el articulo detallaba la vida en el campo, la vida de las secretarias, las fiestas de domingo de los guardias...
ResponderEliminarSobre Arendt: me impresiono mucho el libro. No se hasta que punto se sigue de la banalidad de Eichmanm que tu o yo podamos acabar como guardias.
RA: Sospecho que Arendt se equivoca porque opta por presentar emotivamente una monstruosidad en lugar de racionalizarla (o demostrar la imposibilidad de su racionalización y deducir las consecuencias oportunas de ello). Y quizás no es del todo ajeno a esto su calificación de la implicación de Heidegger con el nazismo como "un episodio". No quiero decir que una cosa esté relacionada causalmente con la otra, sino que ambas obedecen a una misma concepción del mal. La "solución final" no tiene nada de banal. ¿Pero si, como sostiene Arendt, "sólo el bien tiene profundidad", cómo la explicamos? ¿Y como justificamos la no banalidad del bien?
ResponderEliminarBueno en mi blog, y al hilo de esta fotografía y de estas reflexiones, he colgado un texto que quizá interese.
ResponderEliminarMuchos saludos y enhorabuena otra vez por el blog.
Pero, en Arendt, esa banalidad campa a sus anchas porque préviamente se ha hundido un mundo: la civilización occidental, en linea nietscheana. ("Los orígenes...").
ResponderEliminarEsa banalidad (la foto es perfecta para el concepto) es humana, pero de un ser humano convertido en masa -banal, superflua también- por un poder total que anula su humanidad la cual sólo puede desarrollarse en el espacio político. Mi duda (una de ellas; Arendt me plantea muchas dudas y me soluciona pocas, es cierto) es si nosotros estamos en un espacio político suficientemente sólido, porque la verdad, cada día que pasa me parece más fantasmal.
Cuando digo "nosotros" excluyo a los tertulianoa de este "Café", espacio político donde los haya.
Lola
Gregorio y compañía,
ResponderEliminarando dándole vueltas a Arendt y no me decido a intervenir. Corro el riesgo de la nota desastrosa. Hasta que Lola nos advierte que los del café estamos, como mínimo por el momento, de caer en el mal y la degradación. Por si acaso, os hago saber que estoy aquí, en silencio, tras las mesas y escuchando atentamente. Aunque tampoco es que el optimismo cafeteril de Lola me conforte del todo.
quería decir que 'estamos lejos de caer'
ResponderEliminarQue pillines,
ResponderEliminarestaban de "campamento".
Niña no me toques los muertos
jaja eran unos cachondos los jodíos.
Lástima
que la gente no tenga ese "sentido del humor".
H****s d* P++a
Que en alemán significa:
¡Bienvenidos alegres compañeros
pasen a esta salita que les van dar una duchita!
Cogito, Lola, Adu: Me pilláis escribiendo sobre la (des)educación, así que no me encontráis precisamente sobre una ola de optimismo.
ResponderEliminar1) Arendt está inevitablemente presente. Ya he dicho antes que durante un tiempo me convenció del todo. Ahora no. El mal del nazismo podría merecer el adjetivo "banal" si, entre otras cosas, fueran concebibles un Eichmann, un Himmel o un Hitler arrepentidos. ¿Lo son?
2) Respecto a la filosofía: ¿Llegó Heidegger a arrepentirse? Si lo hizo, ¿por qué no fue público su arrepentimiento como fue público su compromiso con el nazismo? Yo no creo que la filosofía de Heidegger fuera responsable de su adhesión al nazismo, pero es evidente que no fue capaz de evitarla.
3) Nietzsche, Lola, se me está convirtiendo en una figura de cabecera. Ahora, a mis cincuenta y tantos años, creo que comienzo a entenderlo. Es decir creo que comienzo a entender lo que es una mentalidad de rebaño. Y asusta.
4) Adu: Gracias por estar ahí.
Por cierto me acaba de llegar el New Yorkk Times y me encuentro con que W. Kristol escribe:
ResponderEliminarPolitics in a democracy are always “vulgar” — since democracy is rule by the “vulgus,” the common people, the crowd. Many conservatives have never been entirely comfortable with this rather important characteristic of democracy. Conservatives’ hearts have always beaten a little faster when they read Horace’s famous line: “Odi profanum vulgus et arceo.” “I hate the ignorant crowd and I keep them at a distance.”
But is the ignorant crowd really our problem today? Are populism and anti-intellectualism rampant in the land? Does the common man too thoroughly dominate our national life? I don’t think so.
William Kristol
Esta foto nos viene a recordar que el principal motivo de desmoronamiento del Reich (así como el de su auge) no fue político, ni militar, ni , por supuesto, ético, fue estético.
ResponderEliminarMire usted blaitheone: No.
ResponderEliminarHola! Leo a menudo tu blog, pero nunca he participado en él. Hoy me siento obligado a hacerlo porque me ha desconcertado -y desazonado- completamente el comentario que haces sobre Heidegger, que "podría haver estado ahí". A pesar de su innegable adhesión al nazismo (creo que es un tema muy complejo), me es imposible aceptar que hubiese podido llegar a ese extremo. Nunca un texto de Heidegger me ha sugerido algo semejante a lo que planteas. Seré inocente, pero creo que su humanismo es auténtico. Te agradecería mucho una justificación de tu afirmación (a poder ser a partir de algun texto) .
ResponderEliminarLa foto es terrible e inquietante, ciertamente.
Gracias i un cordial saludo.
Lo siento, pero estoy desencajada, ¿se han mirado al espejo, cara a cara consigo mismo y en silencio? y ¿ son capaces de decir en voz alta algunas de las afirmaciones que hoy preconizan??? De verdad, no puedo entenderlo, creo que estamos iniciando la decadencia de las grandes civilizaciones. Nos lo estamos ganando a pulso, ustedes que conocen bien a los antiguos ymodernos pensadores, no serian c apaces de hacer una sintesis de lo que han dicho y escrito. El pasado sirve para recoger la experiencia de unos y otros, creo que en el presente lo que necesitamos, es de gente preparada , que conoce todas las barbaries ideologicas, sepa hacer una proyección de futuro y salir todos para adelante!!!Sclepio fue un gran medico, pero ya no sirven todos sus consejos, hemos sido capaces deavanzar, yo creo que para bien, ¿ que ha pasado con el mundo de la filosofia?
ResponderEliminar¿Y por qué la industria de Hollywood, plagada de judíos, tardo tanto en reaccionar frente a la barbarie? No es hacia mediados de los 60 cuando aparecen algunos títulos que tocan de soslayo el tema del holocausto; sobre totalitarismos ya se hicieron, algunos como El Gran Dictador, criticados por la porción más conservadora.
ResponderEliminarDa que pensar tal mutismo. Esa ambivalencia.
Tomásmaceosax7
El artículo de Kristol hijo en el NYT podría ponerse en relación con el debate acerca de las élites, que ha aparecido regularmente en la campaña electoral americana, ni que sea de modo indirecto, forzado por los arquetipos que algunos candidatos representan.
ResponderEliminarPara empezar, dos puntos.
Kristol Jr. dice que América es una democracia, pero eso es cierto a medias. Como observaba precisamente Arendt (hay entrevista en YouTube), Estados Unidos es una república, con lo que parece que, a la par que el vulgo, las élites son consubstanciales al sistema.
Segundo, Kristol padre, en su libro 'Neoconservadurismo, biografía de una idea', intentó establecer un análisis de las 'nuevas clases'. Según su esquema, se trataría de los intelectuales y profesionales (públicos y privados) que se ganan la vida operando, o mejor, monopolizando la operatividad, de la distinción entre lo público y lo privado. Kristol situaba del otro lado a los que se dedicaban a los 'negocios'. Los hechos no parecen estarle dando la razón, ya que una buena parte de la gente y profesionales de los negocios pueden ser considerados totalmente 'nueva clase'.
Pues bien, tenemos por un lado a Obama, que es la encarnación típica (igual que su esposa) de esa nueva clase (comunity organizing !!!), dedicada al management de los pobres y, a la vez, a la producción de tensiones (de clase, raza, multiculturalistas) que refuerzan y reivindican su posición.
Por otro lado Palin representa perfectamente una actitud 'paleoconservadora', populista, al problema de las élites (los demócratas tampoco tienen una posición sin ambigüedades, oscilando entre el elitismo à la Obama y la tradición obrerista de base). Palin no es una intelectual, como se han dedicado a poner de manifiesto sus críticos, aunque tampoco una anti-intelectual, sino más bien el fruto del oeste de los Estados Unidos y de sus colleges (Bruce Reed, demócrata centrista y ex-asesor de Clinton publicó en Slate una de las mejores reflexiones sobre Palin, criticando la actitud condescendiente de muchos de sus compañeros de partido). Y tampoco es una anti-elitista, sino más bien otra clase de élite, que, con permiso de Gramsci, podríamos llamar 'orgánica', por el tipo de relación que mantiene con los que representa. Es parte de las masas y es elegida por esas masas para que las represente, lo que sin duda requiere ciertas habilidades poco valoradas por los intelectuales (contrasta la actitud de esos intelectuales frente a los políticos elegidos: ellos nunca son elegidos, sino que esperan a ser nombrados; otra habilidad, sin duda). De ahí la postura, el continuo guiño, incluso físico, de Palin, diciendo: soy una de vosotros. No del tipo 'ciudadano del mundo' que las élites del tipo Obama pretenden ser para así evitar responder a las preguntas acerca de su pertenencia (pregunta: ¿de dónde es Obama?) sino del ciudadano de un lugar, ciudad, estado, nación, que aspira a representar a sus iguales, contituyéndose al conseguirlo inevitablemente también en élite. El problema de las 'nuevas clases' no es que no tengan raíces, sino el si las necesitan tenerlas entre las personas a las que aspiran a dirigir (lo estudió Lasch en 'La revuelta de las élites', continuando precisamente las preguntas de Ortega acerca de las masas; su respuesta es: ya no).
El caso de Palin no parece que sea esa falta de raíces, sino la de aptitudes para operar como élite una vez nombrada para el cargo al que aspira (¿para qué sirve un vicepresidente?).
Se puede concluir por tanto de acuerdo con Kristol Jr: el problema no es de populismo ni de anti-intelectualismo (esto último no es tan malo; de no contar con una vena anti-intelectual, ¿hubieran acabado los EEUU como Alemania?), sino de definición de élites. Las ´nuevas clases' representadas por el Partido Demócrata, con su componente de autoritarismo de izquierdas (actitud 'terapéutica' frente a los ciudadanos expresada en el irrefutable idioma de los 'derechos') parecen a punto de hacerse con el poder en la Casa Blanca, tras dominar ya el Congreso, en el contexto de la mayor crisis económica de los últimos ochenta años. ¡Ay del que vive tiempos interesantes!
IMBECILIDAD,,, ESO,,, SOLO ESO PUEDE EXPLICAR EL HOLOCAUSTO Y LA FOTO,,, SOLO SIN RACIOCINIO EL HUMANO ES CAPAZ DE TANTA VILEZA,,,DE TANTA RUINDAD
ResponderEliminarAhora creo que ya no se que quiere decir Arendt con la banalidad del mal. No se porque tiene que ser simetrica y hay que pensar en las implicaciones para el bien. (Sospecho que hay que volver al libro. lo de la banalidad es solo el subtitulo, pero, caray, se pega).
ResponderEliminarMi percepcion de banalidad se me visualiza (viva mi castellano) como Eichman intentando hacer carrera "dadas las circunstancias". Claro que se hubiera arrepentido si eso fuera, y hubiera encontrado sus justificaciones pre-fabricadas.
Anda mejor que me calle y recupere el libro.
Desde luego no parecen muy abrumados. No cabe entonces hablar de la banalidad del mal. Sí quizás del mal que pueden hacer tipos banales. Si no supieramos lo sucedido en aquel lugar no nos producirían repugnancia sus muecas y sus desinhibidas posturas. Estaban convencidos del valor de su esfuerzo para librar a Alemania y a Europa (Alemania y Europa) de una subespecie a la que sólo el azar había dado una apariencia humana. Quizás H.Arendt no vio esta foto. A mi me desagrada pero también me incomoda pues muestra que el mal es vecino cercano, pariente, hermano.
ResponderEliminarUn saludo,
Jorge Martín
Jaume II: Te remito al Discurso del rectorado. El texto está disponible por internet. Me parece que es suficientemente contundente.
ResponderEliminarRespecto al humanismo de Heidegger... yo creo que el entendería este término como un insulto. Me remito a La carta sobre el humanismo o a su debate con Cassirer.
Insisto: En mi opinión la filosofía de Heidegger no lo empujaba al nazismo. Los paralelismos con el nuevo pensamiento de Rosenzweig creo que lo ponen de manifiesto. Pero tampoco le impidió militar. No, Heidegger no era el filósofo que hacía falta.
Glauka: Que en el mundo de la filosofía distinguimos entre avance y progreso (algunos, claro está). Avanzamos, no hay duda. El mismo Titanic nos marca el camino..
ResponderEliminarClaudio: Gracias. El destino, que es muy caprichoso, ha querido que hoy cayuera en mis manos un debate sobre el naturalismo y el positivismo jurídico en el que participaron Rutrowski, Leo Strauss, Kirk, Schutz, Zimmermann y otros. En el centro ha aparecido Ortega y su Rebelión de las masas. Sin duda esta obra tuvo un influjo enorme en los Estados Unidos. Y me parece que aunque estaba destinada a Europa, en el único lugar en el que se la sigue leyendo con interés es en los USA.
ResponderEliminarAquí, simplemente, no podemos mentar la palabra "elite".
Cisne: Pues no sé que decirle. ¿Pero hace falta que le diga algo?
ResponderEliminarRA: Le confieso que yo también estoy tentado de recuperar el libro.
ResponderEliminarJorge: Si, la foto difícilmente puede ser comentada.
ResponderEliminarPero sí sabemos, fuera de toda duda, que el bien no fue banal. Hubo, incluso dentro de los alemanes de los campos, diferencias.
E insisto: ¿Si el bien no es banal, por qué ha de serlo el mal?
Lo que sí me parece banal es el olvido.
Don Gregorio ¿No necesitaremos para intentar acercarnos a "eso" cierta forma de ver las cosas, ciertos terminos de corte más bien religioso?
ResponderEliminarInfierno, demonio, condenación, posesión, Mal parece que se acercan algo más (aunque tampoco mucho)
He tenido este idea leyendo este pequeño texto de Milosz
“NECEDAD OCCIDENTAL. Reconozco que he sufrido de este complejo polaco pero como he vivido muchos años en Francia y los Estados Unidos a menudo me rechinaban los dientes y tuve que aprender a controlarme.... la necedad occidental no es un invento nuestro, de los peores europeos, aunque su nombre debería ser diferente: imaginación estrecha. Porque los occidentales hacen que su imaginación sea más estrecha cuando dibujan una línea a traves del centro de Europa, cuando dicen que no les interesa ocuparse de esos desconocidos que viven en el este del contimente. Había motivos para Yalta (había que pagar aun aliado), pero mediante ese acuerdo se decidió algo más, se determinó que países eran estériles y carecian de importancia para el desarrollo de Europa. Medio siglomás tarde no fue sólo Europa Occidental la que no hizo nada para prevenir las atrocidades de la guerra y la limpieza étnica en Bosnia. Lo mismo ocurrió on los Estados Unidosdurante cuatro años, cuando se encontraban en la cima de su poderío: consideraron a los países que formaban Yugoslavia fuera de la zona de sus intereses y no hicieron nada, aunque hubiera bastado con una intervención militar para salvar a miles de existencias humanas.
La imaginación estrecha se explica si se reconoce que el mundo es un sistema de vasos comunicantes y tampoco sabe salirse de aquello que se conoce. Cuando me encontré en los Estados Unidos, recién acabada la guerra, no pude contarle a nadie qué había ocurrido en Polonia en los años 1939-1945. No me creían. Pensaban que, como es natural, la prensa escribe durante la guerra cosas terribles del enemigo, pero cuando los tambores de guerra se acallan todas esas brutalidades resultan ser sólo propaganda. ¿El Mal en estado puro? ¿De verdad quiere usted que creamos en la existencia del diablo?”
Don Cogito: En los campos hubo dos clases de víctimas: por un lado estaban aquellos que, a ojos de los nazis, habían hecho algo que debía ser castigado (algo que habían hecho en su existencia) y, por otro, aquellos cuya única culpa era anterior a su existencia (nada de lo que pudieran haber hecho en vida les hubiera ahorrado la muerte). En este último grupo estaban los judíos y los gitanos.
ResponderEliminarLo difícil de comprender no es la conducta con los primeros, puesto que la historia nos proporciona ejemplos de sadismo de todo tipo; sino lo ocurrido con los segundos.
A los judíos y gitanos la culpa los precedía.
Agustín podría ayudarnos a entender una culpa intermedia entre unos y otros, la que podemos llamar "la culpa de existir", pero creo que fue incapaz de imaginarse una "culpa que precede a la existencia".
Tiendo a pensar que no nos encontramos con un acontecimiento más de la historia del mal del hombre, sino con un acontecimiento único.
Hay, aquí sí que lo veo con claridad, un elemento religioso muy importante en lo ocurrido. Lo formuló Fackenheim con claridad en lo que él llamó el "Mandamiento 614", porque proponía añadir un mandamiento más a la larga lista de la Torá. Lo formuló así: "Los judíos tienen prohibido otorgar a Hitler victorias póstumas". La duda respecto al papel de Dios durante el holocausto sería, en este sentido, una victoria póstuma de Hitler.
La tragedia mayor es, a mi entender, que los soldados que lucharon a las órdenes de Mladic y Karadzic eran hijos y nietos de los partisanos que perdieron la vida combatiendo la invasión nazi de su país.
ResponderEliminarCincuenta años más tarde, las víctimas adoptan los métodos de exterminio de sus antiguos verdugos.
Pese a todo ha habido poesía después de Auschwitz, igual que, inexplicablemente hay Unión Europea después de las guerras de Yugoslavia.
Como especie, damos miedo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDon Gregorio...
ResponderEliminarLo que intentaba decir más bien decir, es que, a la hora de intentar "hacernos una idea" de que fue eso, quizá no estaría de más hechar mano a la imaginación religiosa que hemos heredado. Quizá Dante, algunos textos y dibujos de Blake, ciertas parte de la Biblia (por ejemplo) nos pueden ayudar a acercarnos, a "entender" "algo".
Muchos saludos
Tal vez Primo Levi sea quien más cerca ha estado de ensayar al menos los parámetros dentro de los cuales poder aproximarse a explicar esa foto.
ResponderEliminar"híbridos amasados de arcilla y espirituu..."
Arendt acusaba a Heidegger de haberse dedicado tanto a la razón que perdió el juicio, es decir, la capacidad de juzgar. Tenia que desarrollar la idea de la facultar de juzgar distinta a la de pensar en la última parte de su Vida del Espíritu, de la que seguimos esperando una edición crítica.
ResponderEliminar