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sábado, 19 de enero de 2013

La competencia lectora

Giovanni Francesco Maria Mazzola (Parmigianino), 
Retrato de un hombre leyendo un libro.

En esa mirada perdida más allá de ese libro que sujeta con firmeza con sus manos, está la prueba de la profundidad de su lectura. La lectura lenta nos empuja con frecuencia fuera del texto para rumiar lo leído. Y es entonces, cuando nos hemos alejado del texto explícito, cuando con más fuerza sujetamos el libro, para que no se nos escape de las manos. Aquí lo de menos es si el mayordomo ha sido o no el asesino, sino esa remisión constante a lo ya leído, ese continuo ejercicio de levantar puentes, esa necesidad de mantener la unidad de lo leído a medida que se va haciendo y, por lo tanto, a medida que se va rehaciendo. Esa inquietante sospecha de que algo sumamente importante para la comprensión del texto nos está pasando desapercibido.

3 comentarios:

  1. Bon dia,
    me llamo Miquel -parece que tengo problemas de identidad URL- y quería empezar el día con un chiste basado en hechos reales y recientes.

    "Se encuentran dos profesores después de un curso sobre la comeptencia lectora en el que, en aras de la autenicidad, se proponía educar la lectura discontínua en internet, a base de renunciar a la tradición literaria; y uno les dice al otro:
    -Yo diría que al formador le vendría bien leer a Platón, así al menos conocería lo que condena.
    -Jolín, simpre estás criticando ¿Y tú que propones?
    -Mujer, propongo seguir con la lectura pausada y reflexiva. Reivindico la posibilidad de la abstracción a partir de la erudción.
    -Anda qué chulo! O sea que propones como un Slow Food pero en lectura, que guay, podríamos llamarle Slow Reading, el SR,¿a que suena bien?

    Buenísimo, aunque en el momento tuve que ir al baño para golpear reptediamente la pared con mi cabeza.

    Por cierto, recomiendo esta conferencia de Gimeno Sacristán:

    http://www.youtube.com/watch?v=BfVCEI7CoK0

    Total, que yo también me apunto.

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    Respuestas
    1. Un argumento más para pasar a la resistencia.
      Fahrenheit 451 ya no es una novela distópica, sino una novela costumbrista.

      Parece que hay mucha gente decidida a hacer de la minusvalía intelectual el camino del futuro.

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  2. Prefiero la minusvalía intelectual y moral, que a la "sub-Normalidad" intelectual y moral miserable a día de hoy.Es una mejoría para el futuro.(Recuerde que Sócrates estaba enfermo, de todas maneras Kant es el mejor).Anna C

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