A lo largo de esta campaña electoral catalana, que se está haciendo infinita, estoy teniendo permanentemente la sensación de que estamos rompiendo muchas cosas reales y construyendo muchas cosas imaginarias. Por lo visto el saldo les sale a cuenta a muchos. No me refiero únicamente a lo que se pueda romper o no con el Estado español, sino también a las fracturas internas que se están produciendo en Cataluña.
Creo que Mas no se está saliendo con la suya. CiU lo está presentando -y dadas las condiciones en las que se convocaron estas elecciones, casi plebiscitarias, no le queda otro remedio- como el dirigente de un país, el símbolo de una nación, el Moisés del pueblo catalán. Pero cuanto más subrayan la identificación del pueblo catalán con su líder, más paradójica se presenta la previsión de que no alcance la mayoría absoluta. Los aliados internacionales que Mas no tiene tomarán, sin duda, buena nota de ello. En Bruselas le preguntaron cuáles eran sus amigos en Europa, Mas quiso salirse por la tangente respondiendo que "los demócratas". Tampoco tenía otra posibilidad de respuesta.
Creo que el hundimiento del PSC es un drama para los socialistas y para Cataluña, que ve cómo un partido que ha servido de puente de unión entre emigrantes y catalanes "de tota la vida" está cayendo hacia no se sabe dónde. Por cierto: sin un PSC fuerte, al PSOE se le pone muy difícil ganar elecciones generales.
Creo que la segmentación del parlamento catalán, que puede tener siete u ocho colores políticos diferentes, conduce inevitablemente a hacer realidad aquello que decía Fraga, que "la politica hace extraños compañeros de cama".
Creo que comienza a haber una porcentaje de ciudadanos catalanes (no soy capaz de imaginarme qué tanto por ciento representa) que le da igual hacia donde lo lleven los políticos... siempre que lo llevan sin armar mucho jaleo.
Creo que hay otro porcentaje (me pasa lo mismo que con el anterior) que le da igual hacia dónde ir, siempre que pueda ir armando mucho jaleo.
Creo que aquí no hay nadie que sepa en realidad hacia dónde vamos.
Sé que a mí no me gustaría llegar a Navarra como extranjero.
A mí tampoco me gustaría llegar a Navarra como extranjero.
ResponderEliminarGracias.
EliminarNi a mi llegar a Kampala como extranjero y actualmente me pasa :-D
ResponderEliminarCreo que untando a un par de honrados funcionarios de aquel entrañable enclave se puede arreglar.
EliminarPues esa exactamente es nuestra diferencia. Aunque rime, a mi no se me ocurrirá cantar "en kampala por San Fermín, que trabaje la guardia civil"
EliminarEsta hipérbole del lema de campaña CIU, la voluntad de un pueblo, refleja muy bien la irrealidad en que estamos instalados, a medias entre una situación socioeconómica crítica y unas ínfulas políticas, no sólo de los políticos, claro, completamente desconectadas de las necesidades reales del cuerpo social. Ojalá no llegue usted nunca como extranjero a Navarra.
ResponderEliminarSalud
Le confieso un secreto: no llegaré.
Eliminar'El meu mal no vol soroll', de lo menos que tengo ganas a mi edad es de cambios y jaleos, pero como me comentó una buena amiga con veinte años más que yo, mucha gente tampoc quería la guerra, y mira... Me parece que,o no votaré, o votaré en blanco y es que, de hecho, estoy en blanco.
ResponderEliminarEl meu mal, tampoc... Deuen ser coses de L'edad.
EliminarA buen entendedor... pocos artículos bastan.
ResponderEliminarCuando en la euforia del mesianismo, Gregorio, andabas sumergido en investigaciones cuyos hallazgos te insuflaban una euforia bien distinta de la artificial con que todos los paniaguados de los distintos partidos se han lanzado a la conquista del voto, queriendo explícita o implícitamente que representemos un drama metafísico, ¡cómo se me hizo evidente en qué consiste la sabiduría!, mas aún porque estas semanas, por esa dispersión mía que me inhabilita intelectualmente, he estado enfrascado en las lecciones de Fichte "sobre el destino del sabio".
Cualquier pretensión política me parece legítima, aunque no todas caen dentro de la legalidad vigente. Y estoy convencido de que desde Convergencia, a pesar del leninismo practicado por el banquero fundador, no están dispuestos a lanzarse a las barricadas y proclamar el estado propio. Por eso resulta tan llamativa la teoría del jefe de los mozos de las dos legalidades, la jurídica y la democrática, una aberración conceptual indicativa del grado de descomposición ideológica al que se ha llegado en esta batalla guardiacivilesca del "Todo por la patria". Incluso podría ser considerada una variante poco imaginativa de "El estado soy yo".
La burla sangrante de la que seremos objeto, abstencionistas y votantes, será la de que, en estos tiempos de angustia económica, se haya gastado la sociedad catalana un fortunón en esta convocatoria de elecciones para que todo siga exactamente igual, o ansí..., porque la caída del PSC, después de la aventura soberanista de Maragall, en modo alguno sería, de producirse, y todo parece in dicar que así será, ninguna novedad. Este es el único punto de tu toma de posición desorientda en que discrepamos, Gregorio. ¿Por qué no habría de lograr el PSOE, después de su regenerador travesía del desierto, las mismas mayorías estatales que ha conseguido el PP teniendo éste en Cataluña resultados como los que ahora se le atribuyen al PSC? No es descartable, por otro lado, que el PSC se escinda y que resucite la antigua Federación catalana del PSOE, lo cual acabaría de clarificar la situación, a mi entender. Los "catalanes de tota la vida", Gregorio, son ya personas como mis propios hijos y de ellos en adelante, para los que la oposición Cataluña-España no es más que "batallitas" de tardorománticos anacrónicos embebidos de pseudomisticismo y mitologia de almanaque, que es lo que los nacionalistas no acaban de entender: la hermosa pluralidad de que podemos disfrutar y que tantas cotas de notoriedad internacional nos permitiría conseguir.
Si tuviera que elegir entre dos estados, tengo claro que prefiero aquel contra el que se puede despotricar por activa y por pasiva que otro en el que se vuelva a los desafectos, a los traidores y a las adhesiones inquebrantables, la verdad.
Permíteme felicitarte por el artículo, Gregorio, y compartir contigo un enlace de mi blog:
Eliminarhttp://salvador-navarro.blogspot.com/2012/09/nacion.html
A mí, como sevillano, no me gustaría entrar en mi querida Barcelona con pasaporte
No toda pretensión política es legítima, pero no por ello tiene impedido el triunfo. En el origen de toda comunidad política siempre se encuentran Rómulo y Remo. O los nuestros y los otros. Lo que singulariza nuestra situación es que hay un "nuestros" que se llama Europa.
ResponderEliminarEl día que podamos pagar los peajes de la autopista con el "millet suizo" (la nueva divisa internacional) ...todo será diferente...como un cuadro de Dalí en tres dimensiones.
ResponderEliminarHenry Ambossat.
Estoy con Gregorio: no toda pretensión política es legítima. Ni todas las opiniones son igualmente respetables. Ni la intención es lo que cuenta.
ResponderEliminarPido disculpas, di por hecho que se entendería "democrática", "pretensión política democrática". Queda hecha la rectificación, pues.
ResponderEliminar"Creo que comienza a haber una porcentaje de ciudadanos catalanes (no soy capaz de imaginarme qué tanto por ciento representa) que le da igual hacia donde lo lleven los políticos"
EliminarD. Gregorio, me sorprende que diga eso. Ese porcentaje, bastante abultado por cierto, siempre ha estado ahí, aunque no es un fenómeno específico de Cataluña. Supongo que reconoce esta frase: "El castigo del hombre bueno que no se ocupa de cosas de política es ser gobernado por hombres malvados" (yo añadiría que no necesariamente malvados: pueden ser simplemente mentecatos o insensatos).
Mientras se discutía sobre la polvareda levantada por Artur Moisés en las últimas semanas, yo pensaba, y cada vez lo pienso más, que todo este asunto es como una película de Berlanga, con la diferencia de que, en este caso, no tiene sentido esperar a que salgan los títulos finales de crédito.
Si Catalunya mai arriba a tenir un estat propi només serà possible amb un ampli suport social, i probablement amb alguna mena de govern de coalició.
ResponderEliminarEl problema és que de cara al 25-N la partida probablement la gunayaran els qui volen fer veure la independència gairebé com una traïció a Espanya, i no veure-ho com una sortida a l'esgotament del model autonòmic per al cas català.
I consti que d'entrada m'he mirat amb recels l'alternativa independentista, però a hores d'ara tampoc no tinc gens clar quina pot ser l'alternativa realista, més enllà de l'ocurrència federalista del PSC, tan plena d'ingenuïtat com de bona fe potser.
Si es que hay una para cada ocasíón.
ResponderEliminarhttp://youtu.be/3vZIE7FmN3k
Por Dios, ¿no conoce usted las ventajas de la doble ciudadanía? Tenga: http://www.inbrief.co.uk/immigration-law/dual-nationality.htm
ResponderEliminarLi va dir El Quixot a Sancho: "¿Qué le pasa a ese burro que rebuzna tanto?."
ResponderEliminarAquesta frase resumeix moltes coses que s'han dit i moltes que encara es poden sentir o llegir des de l'onze de setembre. Salut.