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sábado, 10 de noviembre de 2012

¡Está viva!

"A medida que el cuerpo de Frida se iba acercando a las puertas abiertas del horno, eran las llamas las que parecían acercarse hacia su cuerpo. De repente, sus músculos se contrajeron por el efecto del calor  y Frida se sentó de golpe en el carro del crematorio. En ese instante, las llamas alcanzaron su pelo, lo incendiaron y crearon un halo brillante y ardiente en torno a su cabeza. Todo fue repentino, inesperado y completamente aterrador. Los asistentes a la cremación comenzaron a gritar, presas de pánico y salieron en estampida, tropezando desordenadamente unos con otros en su afán de escapar. La horda incontrolable, atravesó gritando las puertas exteriores del crematorio, casi arrancándolas de sus bisagras, y salieron a la calle gritando que Frida estaba viva!"

Harry Thayer Mahoney y Marjorie Locke Mahoney, 
The Saga of Leon Trotsky.

Sólo Diego Rivera y Siqueiros permanecieron imperturbables en el crematorio, inmunes a la ola de pánico. Siqueiros declaró posteriormente que al ver a Frida iluminada por una aureola de aire ardiendo pensó que estaba sonriendo por última vez a un mundo que se sentía feliz de abandonar.

8 comentarios:

  1. ¡Qué buena entrada! Gracias por compartir ese texto, al leerlo, parecía que estaba asistiendo a la ceremonia de incineración de Frida.

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  2. Caray! Las hay histriónicas hasta el final, y ella se lleva la palma. Me da que debió de ser insufrible, con tanto sufrimiento.

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  3. El gato de Schrödinger12:42 p. m., noviembre 10, 2012

    Ahí solo faltó que el cadáver emitiera una horrísona carcajada.

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  4. Parece que la interesante historia de esta mujer no se ahorró la influencia de los horrores de Allan Poe.

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  5. Lo mejor debió ser cuando ardieron las cejas.

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  6. He llorado de la risa. Gracias, Teresa Amat.

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    Respuestas
    1. Me alegro mucho de que mis tonterías hagan reir. Pero es que fue lo primero que se me ocurrió, de verdad.

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