Un día que Memónides de Moronea hablaba de ética en el ágora de Fliunte, un magistrado de la ciudad lo interrumpió con esta pregunta: "Ya que pretendes enseñarnos a comportarnos, dinos quién te ha enseñado a tí". Memónides le respondió tras unos segundos de meditación: "Observo a los estúpidos -le dijo- y deduzco la convenencia de hacer lo contrario".
Tardar en responder, no perder nunca la atención y ¿desconfiar de todo y de todos?
ResponderEliminar¿Respuesta equivalente de un alumno lógico?
Que pase un buen día. Me gusta leer sus posts, sobretodo los que tienen que ver con su experiencia docente. Hay mucha lógica, siempre.
Gracias,
Montse.
La imagen , hoy, del Café de Ocata, es una vista cubista de una taza de café. ¿Una mirada relacionada con Memónides?
ResponderEliminarAnónimo: No es lo mismo no tener excesiva confianza en todos los demás que desconfiar de todo y de todos, ¿no le parece?
ResponderEliminarHiper-Peter: Memónides me deconstruye el café, ciertamente.
ResponderEliminarClaro, la negación de "Confiar en todos" podría ser "Confiar sólo a veces".
ResponderEliminarSiguiente pregunta del magistrado: ¿y cómo reconoces a los estúpidos?
ResponderEliminarMontse: Con no confiar en alguno ya es suficiente.
ResponderEliminarDon Jaime: ¡Lástima que de Memónides sólo conservemos fragmentos! Los revisaré todos a ver si encuentro la respuesta, pero supongo que le contestaría aristotélicamente, que es estúpido quien desconoce las posibilidades más altas de sí mismo, a lo cual el magistrado seguramente insistiría: "¿Y cómo se conocen las posibilidades más altas?" y aquí Maimónides diría, por ejemplo "porque son objeto del deseo de los mejores". Y por este camino llegaríamos -me imagino- a afirmar que el mejor es aquel que es reconocido como tal por las miradas referenciales de sus conciudadanos. Vamos, digo yo...
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