Lo repito precisamente porque, ya que no puedo tener la fe de mis abuelos, quiero tener claras mis distancias con los que se escandalizan por tu llegada.
En torno a un dios, decía Nietzsche, todo se vuelve mundo. Basta mirar a los mundos que nos rodean para ver en qué dioses creemos. Cada uno lleva su fe con él a cada paso, porque cada uno de nosotros es un creador de mundo. Nuestra fe es indistinguible de nuestra vida.
El dios de los cristianos no se muestra en ninguna de sus imágenes sino -como cualquier otro dios- en el mundo que se manifiesta para los que creen en él o, dicho de otra manera, en el mundo que la fe en Él ofrece como reflejo especular al creyente. La manera cristiana de creer en Él y, por lo tanto, de hacerlo presente, es la caridad. Y no están estos tiempos para reírse de ella.
Gracias por decirlo.
ResponderEliminarEstoy escuchando y leyendo tantas tonterías de los 'antivisitapapal' que aunque soy una descreída me dan ganas de ir a recibirlo, por llevar la contraria.
ResponderEliminarMe lo ha puesto a huevo para que le cuelgue una muestra de mis deberes (versión fonética algo castiza).
ResponderEliminarho agapon ek ton Theon esti kai ginoskei ton Theon. (Juan, 4.7. por si las dudas)
Rafael: Gracias por venir por aquí.
ResponderEliminarJúlia: Es perfectamente comprensible que haya personas que quieran marcar su laicismo. Me parece menos comprensible este postcristianismo nuestro empeñado en mutilarse el pasado.
ResponderEliminarClaudio: "ὁ θεòς ἀγάπη ἐστίν" Jn I, 4,16
ResponderEliminar¿Quién es "el que llega"?
ResponderEliminarAunque el que llega sucede al que que llegó, y al que el nombró para que llegara y le sucediera, lo re-presentara, ¿el que llega es "verdaderamente" el que llegó? Legalmente sí, pero.... Es cierto que en el arte contemporáneo de la representación, la ley lo es todo.
El que llegó, y el que fue elegido en su momento para llegar en nombre del que llegó, son hermosas -convincentes, "reales"- figuras literarias. Son las piedras fundacionales de la literatura. sobre esas piedras...
Por eso,el que llega en nombre del que llegó me recuerda al (triste) y esforzado papel de cualquier actor cuando trata, vanamente, de dar cuerpo, rostro y voz a un pesonaje literario. Los rostros verdaderos solo cobran vida en los textos, y en nuestra imaginación.
Y creo -sí, en este caso creo- que usted piensa lo mismo. Las letras son sus imágenes
Pues sí, eso de la caridad universal sí que dió un mundo,hasta el más tirado era imago dei, y ahora que la visión estrictamente oligárquica se ha impuesto - a los pobres también, se sienten culpables por serlo- no es en absoluto ninguna tontería.
ResponderEliminarTodos piensan que es algo "natural" querer una sociedad donde todos sin excepción tengan el pan de cada día. Pero es un error.En la historia no hay nada semejante en ningún otro sistema civilizatorio. Y en la nuestra, ya sólo quedan las ascuas. La visión eterna se ha impuesto, y unos son hombres elegidos por los dioses y los demás , la inmensa mayoría son menos que ganado.
Todo un arco.No sólo hay que esperarle, hay que inovocarle a gritos antes de que caiga el telón sobre este gran acto del mundo que nos dió el Esperado.
Sobre esta piedra, Pedro:
ResponderEliminarSan Agustín, tomando partido por la iconofilia, sostiene que la imagen es una profecía en acto. Claro que la imagen sólo es imagen de. Pero para que un buen actor de teatro -dice San Agustín- haga un buen Príamo... es imprescindible que no sea Príamo. Las letras, ciertamente, son sus imágenes... a condición de que las creamos verdaderas.
Por otra parte está el asunto de la inminencia, que usted sugiere...
Ven a Ocata, anda, y hablamos de la crisis de Occidente.
Añado: La Revolución de la caridad y la igualdad esencial de todos fue el cuchillo que partió el sistema eterno, cuyas últimas voces fueron sus amados Platón - menos quizá - y Aristóteles - un pagano tout court-. Y la cuerda que cortó se llama, se llamó y se llamará por siempre: Esclavitud, por tanto, dos especies humanas (una no estrictamente humana), que ahora es el aire mismo que respiramos sin darnos cuenta.
ResponderEliminarEl Esperado no es, en absoluto, el Papa, precisamente por ser sólo la imagen primera de Constantino y segunda de Pedro.Pero debe hacer bien su papel, y en algún timbre perdido hacer que algo de las ascuas revivan.Partir el tiempo no es cosa de "representantes".
ResponderEliminarDhavar: Efectivamente, nos interesa más la Ilíada, que el actor que representa a Príamo. Pero dicho esto añadamos que hay actores magníficos.
ResponderEliminarCaridad, dice. Ya.
ResponderEliminarEL ANCIANO POLÍGLOTA
J.A. Pérez.
"Si España no va a Dios, Dios irá a España. Y como el representante terreno de Dios es alemán, ha decidido venir en agosto, como todos sus compatriotas.
Viene, eso sí, financiado por un nutrido grupo de patrocinadores entre los que se encuentran los muy cristianos El Corte Inglés, Movistar y Banco Santander, cuyas juntas de accionistas ya se han garantizado, con el gesto, el Reino de los Cielos.
No me malinterpretes. Defiendo la libertad de creer cualquier superchería. Hay quien consume homeopatía, quien busca reducir las cartucheras con Somatoline, quien acude a reiki, quien lleva Power Balance y quien reza a nuestro señor Jesucristo (yo mismo hice esto último en mi infancia). El placebo es de libre uso, y no veo motivo para que los católicos no se metan un buen chute de autoestima supersticiosa coreando totus tuus (o lo que coreen ahora) en el centro de Madrid.
Ocurre que la pasta de los patrocinadores no es suficiente, mira tú, porque mover al vicario de Cristo es caro de cojones. Ni siquiera con la contribución de Ford y SGAE -muy cristianos también- alcanza para transportar al pastor de pastores, su coche de diseño exclusivo y su faraónico séquito. De modo, damas y caballeros, que hay que apoquinar.
Dicen los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud que el evento saldrá rentable porque va a generar un cuantioso retorno. Y probablemente estén en lo cierto. Jesucristo tiene más groupies que Harry Potter, muchos de ellos dispuestos a mover su inmaculado culo allende fronteras para ver al Santo Padre en acción.
La próxima semana las cadenas de televisión vomitarán toneladas de imágenes donde personas procedentes de todo el mundo ensalzan las virtudes del autor de reflexiones como “la homosexualidad es un desorden objetivo”. El mismo tipo que afirmó que los condones agravan el problema del SIDA en África. Un tipo que ha llegado a comparar el ateísmo con el nazismo, un personaje con unas ideas que, de no llevar ese extravagante traje blanco, sería calificado de fanático, imbécil o algo peor que, por respeto al lector católico, dejo en elipsis.
Con la visita de un anciano alemán políglota y malcarado, Madrid se llenará de personas racionales comportándose con irracionalidad, místicamente arrebatados por la superstición que han mamado desde niños. Me parece estupendo. Cada uno se engaña como quiere. Pero el estado no paga mi placebo. Que no pague, por tanto, el de los católicos. Por muchos que sean."
Claudio: No hay nada que temer de estos rebeldes escépticos nuestros. No saben en qué creen y por eso mismo difícilmente pueden ser leales. No hemos de olvidar nunca a Pla:
ResponderEliminar"el español, me parece a mí que es un hombre insatisfecho". Por eso tampoco confían claramente en nada. En realidad lo que les gusta es subirse a su pináculo moral para denunciar lo mal que está todo y denunciar a los malos del mundo. No pueden ir más allá porque necesitarían algún sistema moral propio. En palabras del amigo Chesterton: "A fuerza de alzarse contra todo, ha perdido el derecho de alzarse contra algo".
¡Coño!
ResponderEliminar¡Me he saltado a la torera la caridad para con el prójimo!
A mi lo que me deja estupefacto es que se siga produciendo tanto alboroto a propósito de una visita pastoral. ¿Será cuestión del pastor y del rebaño, no? Me siento concernido muy poco. Casi nada. En cualquier caso el argumento del dinero público en un país en el que está subvencionada hasta la banda del Titi resulta poco creíble.
ResponderEliminarQue mueva tanta inquina me temo que no deja de ser un síntoma -desde mi punto de vista, alarmante- del sustrato racialmente católico de lo que usted designa con el caritativo sintagma de postcristianismo.
Don Ángel: Si, el nacional catolicismo, sigue vivo y coleando, pero se ha metamorfoseado en postnacional postcatolicismo.
ResponderEliminarTanto post acaba siendo mareante (en el diccionario del android salía maleante y he estado tentado de dejarlo tal cual). Un abrazo... sin post)
ResponderEliminarVendré la última semana. Podremos hablar del anuncio de pan de molde de Punset (todo natural, nada artificial).
ResponderEliminarMe gusta el vino de misa.
La semana que viene estaré en Madrid. No, no para ver al Papa; aunque coincidamos. Y rece, cruce los dedos e invoque a todos los santos (o a Alá) para que las reuniones con autoridades iraquíes salgan bien. Que dios me coja confesado
Se seguro servidor
Don Pierres, si un tipo como el Punset es un buen reclamo comercial, entonces lo suyo con los iraquíes está chupao, se lo digo yo. Además usted está siempre en gracia santificante.
ResponderEliminarSi lo crees conveniente, recuérdales la Sura de la vaca: "Aquellos que dan de sus bienes día y noche, en secreto y en público, tendrán su recompensa junto a su Señor y no tendrán que temer ni se entristecerán".
Pues no sé qué opinarían Copérnico, Galileo, Bruno y hasta Fray Luis sobre la "caridad" de esta iglesia. Sé lo que piensa Hans Küng. Es una estructura históricamente homófoba, misógina, intolerante, una iglesia que adopta al cardenal Newman por su inmenso prestigio pero quiere sacar de su tumba a su amado Ambrose St. John. Una iglesia cómplice de innumerables pecados contra los niños (no creo que Cristo haya dicho "dejad que los niños se acerquen a mí" en el contexto de estos sacerdotes protegidos por su Papa y sus prelados). Una iglesia con una jerarquía inmensamente rica a la que Cristo echaría de sus palacios como echó a los mercaderes del Templo, si volviera. Y si volviera Cristo, sin ayuda de nadie, esta iglesia le crucificaría, como bien explicó George Bernard Shaw en su Santa Juana.
ResponderEliminarSaludos, Gregorio.
Querida Gabriela. Yo veo a no pocos cristianos dedicándose intensamente a ayudar a los demás de manera absolutamente desprendida y generosa y en el más completo anonimato, sin que su mano derecha sepa lo que hace la izquierda. No seré yo quien los cargue con tropelías ajenas. Pero, además, me parece que si José y María apareciesen hoy en Barcelona a lomos de un burro en el único lugar que los atenderían sería en Caritas.
ResponderEliminar¿un filosfo creyente? Paradojas de la vida,las hogueras quedaron en el asado. Ciertamente,creyentes mucho mas formados y preparados en la atualidad como colectivo. Tengo un artículo de neurociencia que investiga sobre la religiosidad, dando como conclusión que al menos en la actualidad son mas sanos mentalmente que los ateos, al menos en conjunto. Ciertamente, los que exigen tolerancia son los más intolerantes con los que no piensan como ellos.Es que la vida esta llena de paradojas.
ResponderEliminarRubén: Permíteme el abuso de confianza: ¿Puedes decirme un solo filósofo que no tenga fe en sus premisas?
ResponderEliminarGabriela, Copérnico era un presbítero católico.
ResponderEliminarKarl: "The consequences of the fact that the Christian faith has formed Europe? But how far are these consequences viable in the long run, if faith itself loses its power? The great, not enought valued problem of Nietzsche". Carta de L. Strauss a E. Voegelin de 21 de diciembre de 1943.
ResponderEliminarTouche Don Gregorio, debo reconocerlo.
ResponderEliminarKarl, y Giordano Bruno era un filósofo dominico, torturado y quemado vivo en la hoguera (con una mordaza de hierro en la boca para que no hablara), por sus ideas heliocentristas y sus teorías sobre la esencia divina, y agustino fue Fray Luis, cinco años preso en la Inquisición, y torturado, por traducir El Cantar de los Cantares...En cuanto a Copérnico, es muy bonita la exposición sobre el por qué la teoría copernicana amenazaba las tesis católicas sobre el hombre y su mundo en las que el hombre era el centro del mundo y el mundo el centro de un Universo que reflejaba la harmonía entre hombre y astros.
ResponderEliminarGregorio, yo no dudo que haya buenos cristianos, de lo que dudo es de la iglesia como estructura; es más, no dudo: es anticristiana.
En cuanto a las diferencias entre la base de los cristianos y la jerarquía de su iglesia, me remito a lo dicho por Alejandro von Humboldt en el XVIII: hay un abismo y una fractura.
Saludos.
Como no me expliqé muy bien con lo de la actitud de tomar a los filósofos como excéntricos coleccionistas de mariposas (gracias a lola por el capote), lo que quería decir iba por aquí:
ResponderEliminar'Michael Oakesott received the best reviews of his career in the obituaries that followed on his death on 18 December 1990 (...) In the small village on the Coast of Dorset in wich Oakesott lived for the last two decades of his life, the impresive obituaries took the villagers quite by surprise. They had known Oakeshott only as a cheerful, if slightly reclusive, man, remarcably youthfull for his years, who lived with his artist wife on the outskirts of town in a rustic quarryman's cottage. No one knew he was a famous philosopher. To the few dozen people who attended the funeral, a somewhat perplexed village pastor announced, "It appears that we have had a very great man living among us."' (Paul Franco, Michael Oakeshott, An introduction).
No bien bien lo que pasó con, pongamos, Sartre. Parece que Inglaterra, a diferencia de Francia o EEUU, quedó bastante libre de esos a los que se llama intelectuales y a mí me parece muy bien.
Recuerdo también un comentario sobre Trilling y Agamben. ¿No iría algo por ahí la cosa?
Gabriela: Yo veo en todo lo que señalas fenómenos propios y exclusivos de la Europa cristiana.
ResponderEliminarClaudio: Sí, en el continente los intelectuales han sido excesivamente católicos (kath'holos: para todos) y apostólicos.
ResponderEliminarUna precisión , por alusiones.Gabriela no estoy de acuerdo en lo de la amenaza copernicana a la imagen cristiana del Universo.
ResponderEliminarEs un lugar común magníficamente expresado en un texto de Freud muy conocido, pero después de leer a Blumenberg me parece insostenible. Copérnico aceptaba la formula estoico-cristiana de que el Ser Humano era el centro del Universo. El polaco está en la línea de Petrarca, de Manetti, de Pico della Mirandola, el centro cósmico desaparece , pero continua el centro metafísico, eran precisamente las disarmonias ptolemaicas lo que le preocupaba... En fin , ya te digo que esto lo explica muy bien Blumenberg, que supo matizar muy agudamente a Koyré.
Copérnico no es Darwin.
Que la eliminación del geocentrismo debilitase posteriormente las pretensiones antropocéntricas es otra historia... Pero ya estamos fuera de la Ciencia y entrando en la Filosofía.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarConcreto: ¿Me podéis refutar que la iglesia es y ha sido homófoba, misógina e intolerante? Porque a esto no me habéis contestado.
ResponderEliminarEn fin, vosotros lo esperáis, yo no y todos tan amigos.
Saludos.
Hola Don Gregorio. Para mi Papini lo dejó meridianamente claro:
ResponderEliminarSu memoria está por doquier.
En las paredes de las iglesias y de las escuelas,
en las cimas de los campanarios y de los montes,
en las ermitas de los caminos,
a la cabecera de las camas y sobre las tumbas,
millones de cruces recuerdan la muerte del Crucificado.
César ha dado, en sus tiempos, más ruido que Jesús,
y Platón enseñaba más ciencias que Cristo.
Todavía se habla del primero y del segundo;
pero ¿quién se acalora por César o contra César?
Y ¿dónde están hoy los platonistas o los antiplatonistas?
Cristo, por el contrario, está siempre vivo entre nosotros.
Hay todavía quien le ama y quien le odia.
Hay una pasión por la Pasión de Cristo y otra por su destrucción.
Y el encarnizamiento de tantos contra Él dice que no está todavía muerto.
Los mismos que se esfuerzan en negar su existencia y su doctrina
se pasan la vida recordando su nombre.
"¿Me podéis refutar que la iglesia es y ha sido homófoba, misógina e intolerante?"
ResponderEliminarEste espectáculo de ataques matonistas me resulta repugnante, obsceno, hipócrita y cobarde. Lanza del Vasto, en sus “Principios y preceptos del retorno a la Evidencia”, tiene una sentencia llena de sabiduría, de mucho más alcance, revolucionario incluso, de lo que parece al primer vistazo: “No protestes contra lo que desapruebas; prescinde de ello”. Poco saben de eso tantos Indignati y tanto Marat de guardarropía y “Todo-a-cien” como pululan por el solar patrio, mesnadas borreguiles que seleccionan, eso sí, los rebaños a los que alancear, que otros hay que portan alfanges, emiten fatwas y se enrolan entusiásticamente a la primera sharia que se les ponga a tiro de fauces. A esos ni uno solo de los que tan aguerridamente están dispuestos a insultar al Papa de roma y sus fieles tendrán arrestos (“huevos”, en román paladino) para hacerles otra cosa que zalemas.
Por introducir mi humilde opinión, llena de perplejidades, sólo decir que al leer toda la bilis que los llamados progresistas reservan para la iglesia católica, todas esas "pasiones tristes y reactivas que no parecen más que productos de la impotencia, de la inanidad, de la superficialidad intelectual y el odio a lo que amenaza la igualdad supina del rebaño, me siento con ganas de esperar como usted, D. Gregorio. Sin embargo, cuando echo un vistazo al aparato que han preparado los católicos para rodear al papa de los brillos y reclamos de una "superstar", o cuando escucho los reclamos y las confesiones de los que aseguran que estas jornadas les proponen "diversión", "conocer gente", o cosas de una cursilería abominable, me parece enfrentarme a otra gran nada. en un lado, la fe está desaparecida, sustituida por una fanática creencia ideológica; al otro, no encuentro la fe.
ResponderEliminarVer esta jovialidad de la que se quiere rodear al Papa me hace pensar una de las razones por las que la iglesia se me hace un lugar poco grato: no soporto a esas pandillas de jovenes felices entonando versiones abominables de canciones de Bob Dylan. Cuando la iglesia retiró -supomgo que por pasada de moda- la música litúrgica de un Palestrina o un de Victoria, renunció a gran parte de su secreto.
Saludos estivales
Bate: Yo me considero platonista... con perdón.
ResponderEliminarGabriela: Yo no pretendo refutar nada, porque posiblemente tengo una imagen sesgada del cristianismo, tanto que me parece que por cada ejemplo de cristiano de un color se puede poner un cotraejemplo de cristiano de otro color. A diferencia del judaísmo o del islamismo que son religiones de la ley, el cristianismo apenas tiene preceptos. Su esencia no es el respeto de los preceptos de una ley revelada, sino la caridad, el amor. Como todo el mundo sabe es muy fácil pervertir el amor y amar demasiado, incluso con fanatismo exclusivista. Pero me parece que no hay ni una idea en la Ilustración que no tenga sus orígenes en el cristianismo. Me remito al preámbulo de la constitución americana o a los redactores de la declaración de derechos del hombre, quienes, por cierto, eran muy conscientes de la carga cristiana de la idea de fraternidad. Nietzsche o Heidegger vieron claramente que el fondo de la probidad intelectual es también bíblico.
ResponderEliminarBorja: Usted sabe que la cerveza que le espera en mi casa bien fresquita sólo la puede abrir usted.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bate, su cita es un autorretrato ¿no? Lo digo porque es una definición muy certera del odio que puede olerse en sus "Datos personales" . Sólo falta sustituir Zapatero por el Papa. Creo que a eso los psicólogos le llaman proyección. Muy cristiano, sí. ¡Bate retro, Satanás!
ResponderEliminarGabriela, yo tampoco le espero. Y un consejo:no haga más preguntas incómodas, que a estos llamados liberales se les atraganta la hostia y no pueden darle la respuesta que ya saben. Usted le pregunta a Gregorio sobre la Iglesia como estructura y él le responde sobre el cristianismo. O no sabe leer o no quiere responder. Y sí, por supuesto, tan amigos.
Una pregunta: ¿Hay alguien tan maravillosamente ingenuo acerca del género humano que crea que sin una estructura poderosa el cristianismo -una concepción luminosa sobre el amor y la igualdad- seguiría vivo?
ResponderEliminarGabriela, tienes razón en lo de la misogínia y la homofóbia.Más "ha sido" que "es".Aunque todo puede empeorar.
ResponderEliminarSimplemente no entiendo la "pasión anticatólica" de la que hablaba Schmitt, quizás porque me parece una barbaridad que se hable de "derecho al aborto" o porque el catolicismo que yo conocí estaba muy lejos en su sensibilidad político-social de los "nuevos movimientos eclesiales".En mi tierra natal comunistas con años de carcel y torturas se reunían en la Casa Sacerdotal o en el Seminario, y el señor Arzobispo, huérfano merced a los milicianos, lo veía con buenos ojos. No era cálculo , o sólo cálculo, había un terreno común y una voluntad de corregir errores pasados, por eso del nuevo movimiento obrero desapareció aquel rencor hacía el clero que condujo a tantas barbaridades.
Y creo que don Gregorio tiene parte, buena parte de razón ,sobre el valor moral de la herencia cristiana.
Eso sí, no me asocies con los que se ponen al lado de los ulemas cuando les rozan el chiringuito.
Don Karl: Gabriela nos pide que juzguemos a la Iglesia por lo peor que da de sí. Yo. evidentemente, me niego, NO porque sea tan ciego como para no ver la realidad, sino porque lo peor que la iglesia da de sí es sólo una parte de su realidad y no me parece honesto -a mí, claro está- juzgar lo más alto desde lo más bajo. Por otra parte dudo mucho que hoy haya alguna agrupación humana organizada con la libertad interior que se respira en la Iglesia.
ResponderEliminarYA que Carlin cita a NIETSCHE, este se referia a los cristianos o a su Iglesia como la gran verguenza eterna de la humanidad. Si no podemos creer en los hombres, como vamos a creer en algun Dios.
ResponderEliminarGracias por esa cerveza que me guarda, D. Gregorio. Este verano ya no podrá ser, pero estoy tramando una visita a Barcelona para el otoño... Ya le contaré.
ResponderEliminarUn abrazo
Como decía Julia (he llegado a este bloc por un enlace que ha dejado en el mío), yo también soy una descreída y no espero a Benedicto XVI, pero me he negado a particiapr en la campaña en contra de su visita. No le doy la binevenida a él, pero si que se la doy a los miles de jóvenes que se reúnen esta semana en Madrid. Ojalá ellos sean capaces de devolver al cristianismo sus raíces.
ResponderEliminarCreo que la iglesia necesita unos "indignados" que, como los que se han manifestado en tantas ciudades los últimos meses, digan a la jerarquía eclesiástica que no se sienten representados en ella. En nombre de la religión se han cometido muchas injusticias y delitos a lo largo de la historia. No es extraño que la sociedad haya dejado de creer, no tanto en dios, como en la iglesia.
Mercé: No hay idea verdaderamente grande que no haya sido pervertida por sus creyentes con la mejor fe. Incluso me atrevería a decir que no hay buena idea que, una vez llevada a la práctica, no tenga efectos imprevistos y perversos. Podemos, efectivamente, como corolario, culpar a las ideas grandes de nuestros males. Pero no es la única alternativa posible.
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita.
Fíjate la que se ha armado por atreverme a decir que yo sí lo espero.
Participé en las JMJ de París en 1997 y en otros encuentros de jóvenes (Taizé, etc.). Cierto que la Iglesia tiene claroscuros y que debe replantearse aspectos esenciales de su realidad, que debe recuperar aires del Vaticano II (y actualizarlos de hecho!), que no da respuesta a muchos que buscan esa caridad, etc. Pero también es cierto que en muchos casos sí que está haciendo esos "deberes", que en muchos casos sí que está en la vanguardia de la realidad de nuestro siglo y que sí da respuestas a quiénes las buscan. Las JMJ también tienen sus claroscuros, pero el mensaje del Evangelio y el testimonio auténtico de muchos cristianos continúan dando respuestas profundas y plantean interrogantes vitales al ser humano del siglo XXI.
ResponderEliminarDeunidó -com perdón- la que ha armado usted con el tema.
ResponderEliminarGregorio Luri dice: "No hay idea verdaderamente grande que no haya sido pervertida por sus creyentes con la mejor fe."
ResponderEliminarO con no tan buena fe, digo yo. No creo que los curas y obispos pederastas actuasen movidos por otra fe que la de sus pasiones. ¿Y cuál era la fe tras los escándalos económicos de hace algunas décadas con el Banco Ambrosiano?
Dicen que la fe mueve montañas. Pero también mata gente. Los condenados a muerte por la inquisición, lo eran en nombre de la fe, como hoy en día lo son las víctimas de los atentados de fanáticos islamistas. Y estoy leyendo en las últimas noticias que llegan de Madrid que el joven que pensaba atentar contra los manifestantes que se oponen a la JMJ es un voluntatio de las JMJ, supongo que movido por la fe.
Decía Jesús que su reino no es de este mundo, pero en muchas ocasiones el Vaticano parece querer desmentirlo.
Mercè, si hasta a Jesús lo traicionó uno de los suyos...
ResponderEliminarEvidentemente no me refería a delincuentes.
Pero no me parece mal que a la Iglesia se le exija un nivel de moralidad mayor -mucho mayor- que a cualquier otra institución. Me parece también que en esta exigencia hay un cierto reconocimiento.
El día que las iglesias de los pueblos de España se conviertan en centros municipales de terapias alternativas, ¡qué quiere que le diga!, yo no me llevaré ninguna alegría.
Don Gregorio: es que las versiones abominables de canciones de Joan Baez/Bob Dylan que entonan los jóvenes felices (cf. Borja Lucena) son casi un preludio de la cosa triste que usted dice. Yo anduve ayer mezclada con el gentío y la verdad, me divertí coleccionando banderas. Mi hipotensión me impidió cantar algo verdaderamente serio que, sin duda, nadie habría reconocido. Pero ¡ah! es que en estos tiempos de muerte espiritual, una parte de los utensilios para construir la Nueva Casa del Misterio están ahí, no en las blandenguerías Nú Age ni en las cuchipandas anti-tó.
ResponderEliminar(Ya me gustaría a mi saber dónde está el resto de los materiales... al parecer parte del juego está en buscarlos)
Mujerárbol: hay que tener presente que el mismísimo Dylan fue a Roma a cantarle sus canciones al papa, así que...
ResponderEliminarEl resto de los materiales se encuentra, a mi humilde parecer, en el redescubrimiento de la naturaleza, que tendrá lugar, no lo dude.