Cuenta Konon en sus Diegeseis que Orfeo murió porque las mujeres tracias y macedonias lo descuartizaron, enfadadas porque no les dejaba participar en los ritos mistéricos. Decían que después de lo que le había ocurrido con Euirídice, Orfeo odiaba a todas las mujeres, sin poder soportar su proximidad.
Una vez al año se reunían en Libetra una gran multitud de tracios y macedonios armados, frente a un edificio grande y bien construido para practicar los ritos iniciáticos. Cuando entraban en el edificio, deponían las armas ante la puerta. Las mujeres aprovecharon este momento y tomando las armas, dejándose llevar por la ira acumulada, mataron a cuantos hombres pudieron y a Orfeo lo despedazaron, miembro por miembro, y echaron sus restos al mar.
Tiempo después un pescador se sorprendió al atrapar en su red la cabeza de Orfeo, que continuaba cantando, sin haber sufrido ningún daño por culpa del mar, ni ninguna de las desfiguraciones a que se ve sometida la carne humana de los cadáveres. Por el contrario, continuaba radiante de belleza y parecía que la sangre le seguía circulando por las mejillas.
Los tracios le hicieron un gran funeral y lo enteraron en un gran túmulo, rodeándolo con un recinto sacro, que constituía un "herôon", un lugar consagrado a un héroe, pero que tenía la apariencia de un templo.
Orfeo fue honrado con ofrendas sacrificiales como las que se dedicaban a los dioses. El recinto sigue siendo absolutamente inaccesible a las mujeres.
Ruja Popova, mujer tracia, junto al "heroon" de Alexandrovo, cuyo interior, sacrosanto, contaminó con su presencia. Y aquí está, riéndose tan feliz. Estas mujeres tracias son tremendas.
Una vez al año se reunían en Libetra una gran multitud de tracios y macedonios armados, frente a un edificio grande y bien construido para practicar los ritos iniciáticos. Cuando entraban en el edificio, deponían las armas ante la puerta. Las mujeres aprovecharon este momento y tomando las armas, dejándose llevar por la ira acumulada, mataron a cuantos hombres pudieron y a Orfeo lo despedazaron, miembro por miembro, y echaron sus restos al mar.
Tiempo después un pescador se sorprendió al atrapar en su red la cabeza de Orfeo, que continuaba cantando, sin haber sufrido ningún daño por culpa del mar, ni ninguna de las desfiguraciones a que se ve sometida la carne humana de los cadáveres. Por el contrario, continuaba radiante de belleza y parecía que la sangre le seguía circulando por las mejillas.
Los tracios le hicieron un gran funeral y lo enteraron en un gran túmulo, rodeándolo con un recinto sacro, que constituía un "herôon", un lugar consagrado a un héroe, pero que tenía la apariencia de un templo.
Orfeo fue honrado con ofrendas sacrificiales como las que se dedicaban a los dioses. El recinto sigue siendo absolutamente inaccesible a las mujeres.
Ruja Popova, mujer tracia, junto al "heroon" de Alexandrovo, cuyo interior, sacrosanto, contaminó con su presencia. Y aquí está, riéndose tan feliz. Estas mujeres tracias son tremendas.
Vaya a saber de qué murió Eurídice en realidad...
ResponderEliminarhttp://vanucho.files.wordpress.com/2009/07/the_quotable_sandman-cbr-page-21.jpg
ResponderEliminarQue bueno, conocía la historia justo hasta la pérdida de Eurídice a punto de salir ya del Hades, pero nunca había entendido el cuadro de Gustave Moreau... ahora lo entiendo!
ResponderEliminarOrfeo estará encantado de que las nuevas Bacantes, se hayan reconciliado con él y mas si Ruja va delante!!!!!!
ResponderEliminarJúlia: Los hombres siempre hemos defendido que de la mordedura de una serpiente, animal de lengua viperina.
ResponderEliminarDemo: Muchas gracias por el enlace
ResponderEliminarArati: Hay muchas versiones. La más común dice que la cabeza de Orfeo bajo cantando por el río Hebros hasta llegar al mar. Lo de Moreau está muy bien visto.
ResponderEliminarGlauka: Las bacantes, sean nuevas o antiguas, siempre se reservan una zona de sombra en el alma, a donde no llega la mirada de ningún hombre.
ResponderEliminarMe he enamorado... Se llama Nicole Scherzinger, y está así de buena
ResponderEliminarhttp://moourl.com/7ve4h
Dios mío!