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miércoles, 28 de abril de 2010
Mendelssohn, Lavater y Lessing
Andaba yo entre Mendelssohn y Lessing cuando me he encontrado a los dos, que estaban con Lavater. La fortuna del encuentro se debe a la intermediación del pintor Moritz Daniel Oppenheim.
Jueves, 9:41. Contemplo la imagen. Pienso en la filosofía como en una fisiodicea. Como en una teología atea, pero que se niega a perder la fe.
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La piel de la culebra
I No nos podemos bañar dos veces en el mismo río, decía Heráclito. II Todo cambia y nosotros con ello. Pero el ritmo del cambio se manifies...
Pues a mi no se me va de la cabeza la mujer que sostiene la pesada bandeja en el quicio de la puerta.
ResponderEliminarDebe ser una alegoría de Sofía.
ResponderEliminar¿El mismo Lavater, al que tanto admiraba Goethe? cuando en el chateo de la época le dice "...porque nos declaramos discípulos de una sabiduría revelada..."
ResponderEliminarVaja pájaros!