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domingo, 8 de marzo de 2009
Escribir y progresar
En una carta fechada en el año 412, Agustín recuerda que Cicerón se admiraba de un hombre que "jamás pronunció palabra de la que más tarde tuviera que retractarse". "¡Elevado elogio, sin duda -añade- pero más aplicable a un asno completo que a un auténtico sabio!". El camino del saber no está libre de errores. Tanto es así que difícilmente un hombre que lo transite podrá ser un juez predispuesto hacia su propia causa. Es el caso del mismo Agustín. "Porque soy de los que escriben porque han hecho algún progreso, y de los que progresan escribiendo".
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Las águilas no cazan moscas
I Respuesta de Rémi Brague al periodista que le pregunta cómo logra un estilo tan claro: «El bolígrafo rojo de mi mujer» II Viaje casi relá...
Magnífico. Una cosa es prestar "el oído a todos, y a pocos la voz", y otra muy distinta es preferir "ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras". Ambas de Shakespeare. Los sabios también han sido esclavos alguna vez :D
ResponderEliminarUn saludo. A ver si me animo y me cojo algún libro de Agustín de Hipona.
Gregorio,
ResponderEliminaruna straussiana en ciernes me pide dónde encontrar la conferencia sobre Atenas y Jerusalén del bueno de Leo. Le quedan cables?
Un abrazo
Hugo: Lo que viene a decir Agustín es que los sabios siempre tienen un pasado del que arrepentirse. No deja de ser consolador.
ResponderEliminarFerran: Strauss habló y escribió de manera diferente sobre Atenas y Jerusalén. Hay varios textos suyos sobre la famosa conferencia. El más accesible es el de Barcelonesa d'Edicions: "Introducció a la lectura de Leo Strauss. Jerusalem i Atenas", editado por Jordi Sales y Josep Montserrat. Lleva un estudio introductorio con el que hoy estoy sólo en parte de acuerdo. Este es otro tema para hablar con un café por medio.
ResponderEliminarSaber y errar. Saber y progresar. Paso a paso. Los sabios y los no sabios deben arrepentirse. En el arrepentimiento está el progreso. Sólo ahí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Soy una ignorante y sólo recuerdo de Agustín que una monja que quería ser moderna no explicava 'tuvo hijos, ya veis que os hablo claro, tuvo hijos sin estar casado!!!!'
ResponderEliminarLa gente que no evoluciona en sus ideas resulta temible y peligrosa, hace años leí un artículo respondiendo a otro en el que se alababa a ciertos comunistas irredentos de nuestro país que -en teoría- decían lo mismo ahora que treinta años antes. Otra cosa es que admitan arrepentirse o retractarse.
Javier, Júlia: Agustín es inmenso. En su madurez recoge con cierto espanto la siguiente oración de su juventud: "Señor, dame castidad y continencia, pero no ahora".
ResponderEliminarGenial Gregorio, sencillamente genial.
ResponderEliminarDon Javier: El genio es Agustín. Pero gracias.
ResponderEliminarDon Gregorio,
ResponderEliminarDesde D.F., un abrazo. Siempre es consolador y gratificante entrar en su café. El único óbice que se me ocurre a tan certera afirmación agustiniana es que, en ocasiones, los errores tienen consecuencias catastróficas. Bien es cierto, que también los aciertos pueden dar lugar a catástrofes.
Como puede ver, por el tono, me estoy mexicanizando con gran rapidez.
Reitero, abrazo mexicano.
Tinglado: Recibo el abrazo emocionado. Nunca he estado en Mexico , sin embargo, bien sabe el buen Dios, que dará todo (bueno, casi todo) de lo que soy por convertirme en un mariachi a lo Miguel Aceves Mejía.
ResponderEliminarprueba
ResponderEliminarLos sabios se equivocan mucho.
ResponderEliminarSobretodo porque piensan aún más que eso.
Yo pienso poco y yerro mucho.
Evoluciono, claro.
No progreso, claro está.