Buscar este blog

jueves, 5 de marzo de 2009

Entre maullidos

Una vez me dijo cierto filósofo notable que para entender bien un sistema filosófico hay que tener presente las condiciones físicas en que fue pensado. Si esto es así, entonces la filosofía de María Zambrano algo tiene que ver con los maullidos.

María Zambrano vivía con su hermana Araceli, que era incapaz de no apiadarse de cada gato enfermo que encontraba por la calle. Quien conozca Roma sabe bien que hay pocas ciudades con más gatos. Pues bien, María y Araceli comenzaron a vivir en esta ciudad en 1953 y pronto su casa se llenó de gatos. Llegaron a tener 25. Para evitar que se reprodujeran tenían separados a los machos y a las hembras. No puedo ni imaginarme el escándalo que organizarían en las épocas de celo, con los subsiguientes y obvios problemas con los vecinos.

En 1959 se trasladaron durante un tiempo a un pueblecito del Suiza y con ellas se llevaron a sus gatos, dando origen a todo tipo de incidentes en el tren. Algunos dicen que por su culpa los ferrocarriles suizos sufrieron el único retraso conocido de su historia. A los cinco meses se vieron obligadas a regresar a Roma. El propietario de la casa suiza no soporta más tiempo a los gatos zambranianos. No fueron recibidas con muchas alegrías en su vecindario romano. En 1963 las protestas vecinales alcanzaron tal calibre que el Ministro del Interior decidió expulsarlas no ya de Roma, sino de Italia. Lo impidió la intervención directa del Ministro de Justicia... tras convencerlas de la necesidad de un cambio de domicilio.

Sólo con la muerte de Araceli se libera María de la gatomaquia cotidiana. En el 84 vuelve a España y ya parece olvidada por completo de los maullidos.

"Mi generación -confiesa en una entrevista- es la que yo llamaría 'la del toro'. Fue sacrificial. Fuimos el toro nosotros. Yo he sido toro y se lo que es eso."

Como sabéis bien, tengo una gata, Bacallà Salat, que domina imperativamente en mi afectividad felina. Me costaría vivir con dos. Una mirada gatuna ya es suficiente enigma para mi. Con frecuencia Bacallà Salat viene a sentarse a mi lado, sobre mi mesa de trabajo. A veces decide tumbarse directamente sobre el teclado del ordenador y se enfada de veras si la aparto, con lo cual, si lo que tengo entre manos es urgente, me veo abocado a una bronca de la que no siempre salgo bien parado. Más de una vez me he perdido en sus ojos, con la sospecha de que insinúan alguna arcana sabiduría que me resulta por completo indescifrable, pero que tiene que ver con el paso del tiempo.

Quizás María Zambrano alcanzó a descifrar el enigma de los ojos gatunos. Lo sospeché cuando leí esta reflexión que se encuentra en el prólogo a su Séneca:

"Indudablemente, el descubrimiento del tiempo no puede verificarse más que en un momento negativo dentro de la propia vida, en que hemos perdido alguna cosa que la estaba llenando: el tiempo es la sustancia de nuestra vida y por lo mismo está bajo ella, como fondo permanente de todo lo que vivimos; descubrir ese fondo tiene algo de caída que sólo tiene lugar en un especial estado de angustia, desengaño o vacío. Descubrir el tiempo es descubrir el engaño de la vida"
Leo el texto en voz alta mientras Bacallà Salat se lame parsimoniosamente, echándome de vez en cuando una mirada sesgada.

12 comentarios:

  1. Bravo. Los ojos de un gato contienen todos los enigmas del mundo. Los ojos de dos gatos ya revelan algo muy común: se odian cordialmente.
    Los ojos de 25 gatos... Eso es una pesadilla mayor.
    Hay un poema de Rilke precioso, pero creo que ya lo transcribimos una vez en este Café.
    Uno de los libros de Ciorán, que apreciaba mucho a Zambrano, -o eso decía- se llama "La chute dans le temps· Aunque Cioran dice que su horror particular es haberse caído del tiempo en una eternidad negativa, no en el tiempo, como todo el mundo.
    En fin, sutilezas. Prefiero a Rilke.

    ResponderEliminar
  2. María Zambrano. Siempre maravillosamente lúcida y poètica.

    ResponderEliminar
  3. Se creía que los gatos habían establecido entre sí relaciones políticas y que en su mundo existía una república gatuna totalmente organizada al acecho. La verdad es que a veces los he visto reunidos en gran número, por ejemplo en Sitges, en las rocas, bajo el sol, y me temo que es cierto. ¿Tomarán el poder algún día? Cuidado con lo que dice o comenta en presencia de Bacallá Salat, por si acaso.

    ResponderEliminar
  4. Buena entrada. Muy lúcida. Conocí a la Zambrano ya en España. Y era muy viva a pesar de la edad. Me entran ganas después de leer esto de volver a coger sus obras. Recuerdo sus ojos. Arrugados y pequeños, pero tremendamente visibles. Una mezcla de Rilke con la mejor Zambrano puede resultar bellísimo.

    ResponderEliminar
  5. Cuando he colgado esto
    http://elrecovero.blogspot.com/2009/03/de-confessionis.html
    todavía no había leído tu post.
    ¿Coincidencia?

    ResponderEliminar
  6. ¡Ajajá! ¿O sea que ese distanciamiento melancólico con que a veces nos regalas lo provoca la mirada de Bacallà Salat?

    ResponderEliminar
  7. Y a mí me viene inmediatamente a la cabeza la banda sonora que tendría María en sus noches.

    Y me acuerdo de mi Zen, que andará por algún sauce de la puerta mirando altiva a esos estúpidos perros y a esos sucios gatos...

    ResponderEliminar
  8. Queridos amigos, perdonad que no os conteste uno por uno. He salido temprano de casa y llego ahora mismo. En medio he podido escuchar una conferencia magnífica de Josu Jon Imaz en ESADE, de la que si puedo mañana os informaré; he presentado L'Escola contra el món en el Col·legi de Doctors i Llicenciats, he hablado largo y tendido con la secretaria de Ernest Maragall y con Irene Rigau (portavoz de educación de CiU en el Parlament de Catalunya) y me han pasado mil cosas más, no todas agradables. En fin: el mundo de la vida y esa corriente feroz que a veces nos arrastra dejándonos cuando menos lo esperamos varados en orillas a las que nunca quisiéramos arribar. Mañana será otro día. Un cordial saludo a todos.

    ResponderEliminar
  9. "Descubrir el tiempo es descubrir el engaño de la vida". Una excelente frase, aunque creo que el engaño está en el tiempo independientemente de la vida.

    ResponderEliminar
  10. Don Gregorio: el navarro de "anochecuandodormía otravez
    ¿Me presta este post suyo sobe Cardano para mi Blog de sueños?
    Hace tiempo tomé del mismo cardano fragmentos de su "libro de los sueños". Aquí:
    http://anochecuandodormia.blogspot.com/2006/08/synesiorum-somniorum-omnis-gneris.html
    Lo cierto es que, sin pretenderlo -¡en absoluto, con lo en serio que se tomaba las cosas girolamo!- se hace un excelente pre-surrealista!.
    Tuve de él una impresión de ser febril y sombrío, y la anécdota que nos ofrece usted aligera algo su color, de lo que me alegro!.

    ResponderEliminar
  11. Don Gregorio, el navarro otra vez
    he insertado este comentario aquí porque no me dejaba algún qué-sé-yó subirlo arás, en cardano, donde hubiese correspondido. Y solo ya subido leo que tuvo usted un tropiezo o algo así. Mis deseos de que no sea algo ni duradero ni pesado. Sin másfrancis

    ResponderEliminar
  12. Buenas tardes, me he encontrado casualmente con este post, sin desperdicio! Felicitaciones. Me atrevo a molestarle porque agradecería que me indicase, si es posible, de donde ha sacado la información sobre los problemas de Zambrano a causa de sus gatos. Gracias

    ResponderEliminar

22 de diciembre

 I Se mire como se mire: el 22 de diciembre debiera ser la fiesta nacional de España. Nada nos une más que la lotería de navidad. II Esa ale...