Ignoro en qué momento se ha asumido que tener derechos significa ausencia de deberes, algo muy similar a la consideración de que lo público debe ser obligatoriamente gratuito. Me parece increíble que a día de hoy estemos debatiendo sobre quién es el responsable de la educación de los hijos. ¿Habrá que hacer un test a todos los futuros padres igual que se hace a los que quieren adoptar?
Tarde agradabilísima, amigos. Primero, porque el cielo nos ha acompañado con su manto protector todo el viaje de Ocata a Vic. Segundo, porque ha sido una delicia callejear con mi Agente Provocador por la vetusta Vic mientras anochecía. Tercero, porque es un lujo tratar con gente buena, amable e inteligente. Y esta es la gente que hemos encontrado en Roda de Ter. ¡Salud, amigos!
Pues me parece muy mal... Si yo viviese cerca me gustaría saberlo con más antelación!!!
ResponderEliminarA lo que iba ¿para cuándo un garbeo por la Tarraco Imperial?
A este paso, ya me veo tocando algunas teclas para conseguir que tú y Quiñonero tengáis algún bolo tarraconense, porque si no...
Habrá que retocar la bitácora y crear secciones nuevas, una de ellas una agenda con tus apariciones públicas.
La resposta és clara: els ha d'educar l'Església!!!
ResponderEliminarLa que sigui, però alguna.
Ignoro en qué momento se ha asumido que tener derechos significa ausencia de deberes, algo muy similar a la consideración de que lo público debe ser obligatoriamente gratuito.
ResponderEliminarMe parece increíble que a día de hoy estemos debatiendo sobre quién es el responsable de la educación de los hijos. ¿Habrá que hacer un test a todos los futuros padres igual que se hace a los que quieren adoptar?
Tarde agradabilísima, amigos. Primero, porque el cielo nos ha acompañado con su manto protector todo el viaje de Ocata a Vic. Segundo, porque ha sido una delicia callejear con mi Agente Provocador por la vetusta Vic mientras anochecía. Tercero, porque es un lujo tratar con gente buena, amable e inteligente. Y esta es la gente que hemos encontrado en Roda de Ter. ¡Salud, amigos!
ResponderEliminarMe alegro mucho de que fuera tan bien. El libro y su autor lo merecen. Tal vez incluso, el espíritu de Miquel se paseaba por allí.
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