Para Anna, meine beste Freundin, cuya tertulia literaria recomiendo (es que se lo gana a pulso):
Mientras el traumatólogo, impasible el ademán, miraba a contraluz los resultados de la resonancia magnética de mi rodilla derecha, yo pensaba que la ciencia moderna es sólo un capítulo más en la historia de la religión. Así que cuando me ha asegurado que el menisco estaba roto y que había que operar, he oído sus palabras como una especie de penitencia que anunciaba, más allá del dolor de los pecados y el propósito de enmienda, el día de la absolución.
Que se ha vuelto a caer don Luri?
ResponderEliminarMucho peor, doña Celia: Dice el médico que es cosa de la edad, que los meniscos se van deshaciendo como si fueran de arena al contacto de las olas de la edad. Y se ha quedado tan tranquilo. Y yo he vuelto a casa lamiéndome mi ego herido y con el menisco roto. Por cierto, desde que sé que está roto, duele más.
ResponderEliminarEs que ahora duele con conocimiento de causa.
ResponderEliminarNo duele, repito, no duele, el postoperatorio. Puestos a entrar en quirófano, un menisco es bastante aceptable como penitencia. Lo digo con conocimiento de causa, claro.
ResponderEliminar¡Ostras con el menisco! Pues me alegro muchísimo, no de que esté roto, sino de haber escrito yo precisamente hoy el panegírico de "L'escola contra el món". Tengo la esperanza de que sirva de alivio. Aunque dudo mucho que las merecidas flores que le he enviado al ego consigan calmar los dolores del menisco. Porque (pregunta para el filósofo): ¿dónde está el ego? Yo creo que cerca del menisco no.
ResponderEliminarYo pensaba que menisco sólo tenían los futbolistas.
ResponderEliminarPor cierto, el fútbol, eso sí que es religión (amén; digo... gol).
Cierto. Los creyentes pasan a tener dos fes, sin saberlo. Muchos agnósticos tampoco lo saben y si se lo dices "creyentes" no lo aceptan. Pero dogmas haylos. Y dogmàticos intolerantes. Quiza más que en la "verdadera". En el perfil he tenido tambien "agricultura" hasta hace muy poco. Celebro coincidir, aunque la razón pueda no ser la misma.
ResponderEliminarLola: Ando en capilla, meditando. Los consejos que recibo no pueden ser más opuestos. Estoy es un sinvivir.
ResponderEliminarAnna: El Ego no debe de estar por debajo de la línea de la concepción... al menos si tenemos que hacer caso a lo que dijo Platón sobre el eros.
ResponderEliminarJesús: Pues yo asociaba hasta ahora menisco con albariño... pero resulta que no tiene nada que ver ni con ostras ni con percebes.
ResponderEliminarCriteri: Quien dice que no tiene fe es porque la llama de otra manera.
ResponderEliminarGregorio, aquí la ciencia moderna gana por goleada a la religión, la cual anda en círculo alrededor de un mismo centro: el espíritu.
ResponderEliminarAños atrás, para llegar al menisco... ¡Madre!Se llegaba a base de destrozos estructurales. Pero ahora han inventado no sé qué de una lámpara que, oye, tres puntitos, y es que ni te enteras. De verdad, y yo no soy nada heroica ante un quirófano.
Si es cierto que Dios compite con la ciencia, ahí debe andar muy mosqueado. Seguro.
Pues no le he visto ni cojear Don Gregorio, ¿hasta donde llega su altivez?
ResponderEliminarPues retenido, seguro que se leera tropecientos libros y escribirá al menos otro.
Tengame a su entera disposición Don Gregorio, pero seguro que estara bien rodeado, de los que bien le quieren y admiran que no son pocos. Por mi parte sabe que paso delante de su puerta cuando voy a trabajar, tengame como recadero eventual u ocasional, prometo quedarme en su puerta, sin invadir su intimidad.
Pues eso mismo, Lola, casi hemos domesticado a la Divina Providencia. Lo malo es que nos seguimos muriendo.
ResponderEliminarTengo en cuenta tus palabras.
Rubén: Esto no es tan dramático como puede parecer por mis palabras. En realidad no es ni tan siquiera un poco épico. Camino perfectamente, aunque con la rodilla derecha protestando un poco. El único inconveniente real es que tengo que estar con antinflamatorios. O sea, que es un inconveniente pequeñito.
ResponderEliminarPero muchas gracias. Sé que lo que dice, usted lo dice de verdad.
Goyo,cuidate muchisimo¡
ResponderEliminarFelicitaciones por tu tercera edición.
Un besote.Edna
¡Rediós!
ResponderEliminarA mí menisco roto me suena a eso, a futbolista revocándose de dolor mientras el árbitro (hoy en día de alivio de luto) hace señas a un camillero adolescente revelando en su tenso rostro un "vente, vente, que ahora le saco la tarjeta a este mal nacido".
Bromas aparte, tengo muy buenas referencias de operaciones de menisco roto y lo dejan niquelao...
Por lo de los médicos, ya dudo si es mejor ir o no: hacía doce años que no iba y, aparte de los cálculos renales, me dio, por el mismo precio, colesterol, tabaquismo agudo, pulmones de capacidad mermada y yo qué sé cuántas cosas más, ¡el muy hijo del trueno!
¡Un abrazo muy fuerte y enhorabuena!
P.D.: Extiendo mi enhorabuena, la más sincera, hasta la quincuagésimo segunda edición.