Dos joyas no sólo musicales, sino también y sobre todo antropológicas. La infancia siempre exuberante y el calzado la prenda más cara. Y Sweet Emma tan dulce como sus cascabeles.
I A eso de las cuatro de la tarde ha sonado el teléfono. Era una de esas llamadas que esperas que nunca lleguen y que cuando llegan, siempr...
Dos joyas no sólo musicales, sino también y sobre todo antropológicas. La infancia siempre exuberante y el calzado la prenda más cara. Y Sweet Emma tan dulce como sus cascabeles.
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