miércoles, 24 de diciembre de 2025

Memorial de ausencias y presencias

"A partir del 24, alarga un paso de gallina el día", decía mi madre. Y en estos días, que tienen, inevitablemente, algo de memorial de ausencias, no puedo dejar de recordarla. La vida también está hecha de añoranzas. Hay por ahí una pedagogía barata que tiende a confundir los malestares propios del hecho de estar vivo con traumas y que considera que la terapia adecuada para ellos es la evitación. Si los exámenes te producen ansiedad, que es lo que les ocurre a un número creciente de jóvenes, habla con tu profesor a ver si te puede cambiar el examen por otra cosa. La terapia de enfrentamiento parece demasiado agresiva. Sin embargo. si tienes un problema de relación con la realidad, lo sano no es huir de la realidad, sino plantarle cara. Inevitablemente se van a producir ausencias en tu vida y cada una de ellas se lleva para siempre algo de ti. Crecemos aumentando los muñones afectivos y no hay manera de evitarlo. Lo único que está en nuestra mano es intentare sumar a nuestra vida nuevas presencias. Por eso la amistad, amigos, es terapéutica. La Navidad es, en cierta manera, un echar cuentas a ausencias y presencias. Os deseo que el saldo os salga positivo.

martes, 23 de diciembre de 2025

En este embrollo estamos

La ideología de la autonomía y del pensamiento crítico es, en el fondo la ideología del derecho a decidir cuál es mi modo de vida y hasta cuándo me comprometo con él. Proclama el derecho incondicional de todo ciudadano a decidir a qué pertenecer y a qué dejar de pertenecer. Pero para poder ejercer ese derecho se necesita, primero, de un clima cultural al que pertenezco sin haberlo decidido, y que vea este derecho como un derecho elemental, y, segundo, de instancias que garanticen su ejercicio y, por lo tanto, la exclusión de quienes no lo respeten. Es decir, se necesita que haya una colectividad con unos valores a la que no puedo decidir no pertenecer sin poner en peligro mi derecho a pertenecer y, al mismo tiempo, que disponga de potentes instrumentos coercitivos para excluir, de una manera u otra, a quienes pongan en cuestión mi derecho a elegir sin juzgar sobre el contenido de mis elecciones. Los encargados de manejar estos instrumentos no deben entrar a valorar la bondad o maldad de los modos de vida a los que puedo optar. Todo ha de valer lo mismo para ellos... excepto la opinión de quienes niegan que todo valga lo mismo. En conclusión, la postulación pública de que todos las formas de vida tienen el mismo valor ha de tener excepciones si ha de ser más valiosa que mi opción sobre una forma de vida. En este embrollo estamos. 

lunes, 22 de diciembre de 2025

Memorias de la corriente

Llega un momento en que todo el mundo comienza a tener novia y sabes que ya no hay vuelta atrás; llega un momento en que todo el mundo se casa y tú andas haciendo planes de boda. Después te ves rodeado de amigos con hijos que no hacen más que hablar de reuniones de padres y de escuelas. Llega un momento en que los hijos comienzan a volar a su aire y todos comentamos la extrañeza de los nidos vacíos. Llega el momento en el que basta con detenerse a saludar a alguien para que acabes hablando de la salud. Llega el momento en que menudean tus visitas al cementerio. Y llega el momento en que caminas con muletas y descubres, sorprendido, la de personas que van con muletas por las calles de tu pueblo y que hasta hoy mismo eran invisibles. Y llega el momento en que te pones a pensar en que eso de la autonomía, que es el nombre de la principal religión laica del presente, está bien como broma, pero que, en realidad, todos vamos, arrastrados por la corriente, despidiéndonos de lo que queda atrás y saludando a lo que llega, con la ilusoria convicción de que la corriente es nuestra voluntad.


domingo, 21 de diciembre de 2025

Minuto y medio de sol

Tras unos minutos de un sol generoso y cordial, vuelve el gris, propio del tiempo en que estamos. Ayer estuvo lloviendo ininterrumpidamente todo el día y hoy se ha quedado uno de esos días burocráticos e insípidos en los que solo apetece verlas pasar. Repaso las portadas de la prensa y me quedo con la sensación de que nunca ha sido más difícil que hoy ser político. Entre listos, listillos, maquiavélicos de patio de colegio, aprovechados y echadores de cartas no dejamos que se visualicen los honrados, que sin duda los hay y que, muy posiblemente, son la mayoría. El político está hoy sobre expuesto y aunque eso pueda ser muy bueno para una democracia teórica, no sé si lo es tanto para una democracia real, que si es real, es débil. He soñado esta noche que me encontraba en una reunión en Madrid con profesores universitarios y que un buen amigo, que aparecía súbitamente en mi sueño decía: «Como repite Gregorio Luri, la moral cristiana es la solución a todos nuestros problemas». Yo tomé entonces la palabra para advertir a los presentes de que del hecho de que sea la solución perfecta no quiere decir que sea la solución posible». Y me he despertado riéndome d emí mismo. Acabamos de tener minuto y medio de sol.

sábado, 20 de diciembre de 2025

La edad de oro

«Ya bajan rodando / por las escaleras / nueces y castañas / turrones y peras». Recuerdo que este villancico lo cantaba mi madre, pero no recuerdo cómo seguía. Me pasa lo mismo con muchos cuentos infantiles que me contaba en la cama y de los que guardo algunos detalles inconexos que no me permiten rehacer su totalidad. A veces quisiera saber cocinar en estas fechas como cocinaba ella aquellas comidas tan sencillas y tan sabrosas. Era una artista de los fogones. Pero aquellos sabores forman parte de mi biografía melancólica, no de las de mi mujer o mis hijos. En cualquier caso ¡qué no daría yo por un plato de aquellos suyos de patatas cocidas con raspa de bacalao! Vamos sumando cenas y comidas de navidad porque aunque ya no pidamos nueces, castañas, turrones y peras, sino platos sofisticados y ridículamente caros, necesitamos reunirnos en torno a una mesa. Los que cantaban este villancico se imaginaban, probablemente, la edad de oro como un tiempo en que comidas tan sencillas como nueces, castañas, turrones y peras bajaban ellas solas por las escaleras y se subían autónomamente sobre la mesa, sin requerir ningún esfuerzo humano. Se imaginaban la Edad de Oro como unas navidades eternas. Feliz Navidad, amigos.

viernes, 19 de diciembre de 2025

Un borroso paréntesis en el tiempo

Resulta que el premio Atlántida que me dieron los editores catalanes ha tenido bastante más repercusión de la esperaba, lo cual quiere decir que si me lo dieron el lunes, el run run de la noticia se ha mantenido vivo hasta el jueves y que hoy ya pasa al olvido. Mis nietos me preguntaron qué se siente al recibir un premio. Les contesté, con sinceridad, que, en primer lugar, sorpresa; después, alegría y agradecimiento y, por último, una sensación de levedad, cuando lo anterior va dejando paso a la conciencia de que todo es efímero, también lo bueno y que, aunque más vale que te sucedan cosas buenas que malas, no hay que tomarse muy en serio a las primeras. Como le dijo Solón al rey Creso, nadie tiene derecho a considerarse algo más que provisionalmente feliz. No me entendieron bien.  Son jóvenes y viven el presente con tal intensidad que todo lo que no es ahora es para ellos muy remoto. Para alguien de 70 años el ahora es solo un efímero y borroso paréntesis en el tiempo.

jueves, 18 de diciembre de 2025

Postergar el regreso al blanco y negro

Parece que Navidad es la época de la postergación de compromisos. Son muchas las cosas que podríamos hacer durante estos días pero que relegamos para después de Reyes. No sé qué implicaciones económicas tiene esto, pero me gusta esta invitación navideña a crearse como una burbuja existencial de indecisión y así estar atentos a la que salga. ¿Que te llaman para una entrevista?, ¡Ya concretaremos después de Navidad! ¿Que se trata de una conferencia? ¡Me reservo la fecha y ya veremos! Etc. En Navidad metemos nuestra vida dentro de una bola dorada y la colgamos de una rama del árbol de la inminencia, dejando el resto en estado de demora. Las luces de nuestras calles son como una invitación a no caminar insensibles por ellas, a olvidarse de la meta y pararse a llevar alguna decoración interior a nuestras propias vidas. Estoy tentado de hacerles a mis nietos para la cena de Navidad el plato que más les gusta: una gran tortilla de patatas para cada uno.


miércoles, 17 de diciembre de 2025

La repetición de lo distinto

La Navidad es la repetición de lo distinto. Todo es igual -o casi- a lo del año pasado, pero todo es distinto porque falta este o aquella y en la cena del 24 vamos a aparentar que no los echamos en falta. Las luces son otro intento de acercar a nuestras calles las estrellas del cielo y, lo quieras o no, se reblandece un poco el alma con estos resplandores, porque la Navidad es la fiesta mayor de los pobres y, en el fondo, muchos de nosotros nos sentimos un poco intrusos sentados cómodamente ante una mesa repleta de alimentos. Es más difícil en estos días negarle a un pobre unas monedas. Nos miramos a las caras sin atrevernos a decirnos lo que han crecido los nietos y, ¡ay!, los abuelos. La música de estos días no es un mero adorno, es su esencia. Algo que es más grande que la realidad no encaja en la realidad y por todas partes las costuras del mundo piden una punzada complementaria de armonía. Y las palabras del cura en la Consagración, que no son suyas, porque él solo es un eco, nos dicen que hay verdades en nuestros propios cuerpos que tampoco caben en nuestros perfiles cotidianos.

martes, 16 de diciembre de 2025

Una gran noche

Gran noche la de ayer. Comenzó temprano, con la liberación de mi pierna de los vendajes que la aprisionaban y, al fin, pude darme una ducha que mereciera su nombre sin someterme a inverosímiles ejercicios de contorsionismo. Mi pobre pierna emergió a la luz con forma de embutido, pero ya va adquiriendo la imagen de una pierna normal y corriente. Hoy comienzo con la rehabilitación. A las 14:30, comida en el Roig Robí, compartiendo mesa con comensales con los que te quedarías horas y horas de sobremesa. A las 18:30 me encontré con mi familia en las puertas del teatro Goya y a partir de este momento las cosas se sucedieron en cascada. Fue un acto intenso y emotivo pero, de todo lo sucedido me quedo con mis nietos, que estaban nerviosos y expectantes y que se desvivieron por cuidar de mí.  Agradezco mucho su presencia a los amigos que me acompañaron y, desde luego, a Esther vera por su generosa glosa de mi persona. Y dejo de escribir, que se me está haciendo tarde para ir a recuperación.

sábado, 13 de diciembre de 2025

Desear lo que tenemos

Es un lugar común y, por eso mismo, debe ser tomado en serio: ¡Qué rica sabe la salud cuando nos falta! ¡Y qué poco la valoramos cuando la tenemos toda, íntegra, para nosotros y todo lo que nos duele es una mala postura circunstancial! Hay en nosotros una tendencia permanente a querer más, a estar descontentos con lo que tenemos, a soñar despiertos en lo posible. Platón la llamaba «pleonexía», que, exactamente significa «tener más». No se le escapa que es bueno disponer de energía para empujarnos a nosotros mismos hacia arriba, pero tampoco que lo que solemos hacer con ella es ampliar caprichosamente el horizonte de nuestros deseos. ¿No es esta continua insatisfacción con lo real algo muy infantil? Acaso nunca superemos la infancia y lo que ocurre es que construimos sobre ella lo que llamamos vida adulta que bien pudiera ser el arte de darnos razones para creer que somos lo que no somos, adultos. No estoy proponiendo lo imposible, la renuncia al deseo, sino lo conveniente: desear, primero, lo que ya tenemos.

viernes, 12 de diciembre de 2025

El hundimiento

El PSOE ha optado por el feminismo teórico.  Es decir, por ser teóricamente el partido más feminista del mundo. El problema de esta opción ya lo señaló Aristóteles en la Ética a Nicómaco: está bien saber lo que es bueno. Está también muy bien querer serlo. Pero la ética no va de eso, sino de serlo efectivamente. La historia se repite y, ciertamente, lo hace como farsa. Es inevitable recordar los últimos meses del gobierno de Felipe Gonzáles, cuando las acusaciones de corrupción llovían de tal manera que no había paraguas que impidiese quedar empapado. Los personajes de la presente corrupción (económica y moral) tienen algo del landismo más rancio. El electorado aguanta mucho, pero no lo aguanta todo. Hay una línea de flotación que está marcada por su narcisismo. El elector es un Narciso que cuando mira a su líder político se ve a sí mismo. Por eso cuando la imagen del espejo le sonroja, ha llegado el final, el hundimiento.

jueves, 11 de diciembre de 2025

Una memorable reseña

Esta reseña de Ricardo Ruiz de la Serna en Alfa&Omega me la guardo en el cajón de los mejores recuerdos

Cocinar desde un taburete

Todo va evolucionando bien. Mi pierna apenas se queja y tiene la delicadeza de dejarme dormir en paz... casi a pierna suelta. De vez en cuando mi rodilla me recuerda que está allí y me suelta un ligero pinchazo de dolor, pero es poquilla cosa. Los cinco puntos de la cabeza van haciendo su labor y tampoco me dan molestias. Me cuesta un poco más la inyección diaria de heparina. Lo que no logro es reconstruir mi caída. Mi mujer me cuida con esmero, desvelo y una meticulosidad de cirujano afectivo. Y les mentiría si les dijese que no me gusta ser el único objeto de sus atenciones, sin la competencia de nietos e hijos. La gente se preocupa por lo que me pasa cuando me ve pasar asido a mis muletas y cocino sentado en un taburete. Hay reductos de independencia y soberanía que bajo ningún concepto han de ser transferidos... ni tan siquiera a tu mujer. Avanza el libro que escribo con Fausto Di Biase y el sol luce a ratos sobre la plaza de Ocata y cuando lo hace, todo encaja y hasta ser convaleciente al sol de otoño tiene sus pequeños placeres. Ya ves, querida B., humanos somos y nada humano nos es ajeno.

miércoles, 10 de diciembre de 2025

Sangre en la arena

El día de ayer, 9 de diciembre del año 2025, fue un día memorable. Comenzó viajando temprano a la Clínica del Remei porque la burocracia tiene más poder que la terapia y haber que revisar papeles. No critico al personal de la clínica. Al contrario. Hicieron lo que tenían que hacer con la mayor diligencia y amabilidad. Saben tratar a los adultos como adultos, que no es poca cosa. No me gustan nada los sanitarios que para mostrar que se preocupan de ti te tratan como si fueras el niño de una guardería que se ha caído en el patio. Hace ahora quince años pasé también por el quirófano de esta clínica y salí tan satisfecho con el trato recibido que pregunté si había manera de dejar una muestra escrita de mi agradecimiento. Pero todo lo que tenían era hojas de reclamaciones. No había hojas de felicitaciones. En esta ocasión hasta el anestesista -cubano- me trató con la mayor diligencia. Me puso anestesia total y desperté operado y dispuesto a comerme el mundo con mis muletas. Para las cinco de la tarde ya estaba en casa. Mi mujer salió un momento a comprar heparina y yo me levanté del sofá para llevar una bandeja a la cocina. Y entonces me caí dando con la cabeza contra el filo de un peldaño. Noté que perdía el equilibrio y que caía pero no recuerdo los detalles de lo ocurrido. Solo sé que me vi en el suelo sangrando por una herida en la cabeza y sin fuerzas para levantarme.  Como la sangre iba en aumento intenté levantarme para que mi mujer no se asustara al verme tirado cono un guiñapo, pero no podía. Alcancé el teléfono y la llame. Resultado: 5 puntos de sutura en el frontal posterior. Pero tras las pruebas pertinentes concluí que lo que de verdad estaba herido era mi ego.  

lunes, 8 de diciembre de 2025

La Obama, cancelada.

Hay un feminismo excéntrico y faltón, que, simple y llanamente, se muestra contrario a la vida adulta y se empeña en no perder ocasión de demostrarlo. El último caso: el adelgazamiento de Michelle Obama, que ha sido visto como una traición a la causa. «¿Por qué, Michelle?», se lamentaba Najat El Hachmi en las páginas de El País el pasado día 5. «Por qué tú? ¿Por qué has decidido traicionar la causa feminista?» ¿Y en qué felonía antifeminista ha caído la señora Obama para producir tanta decepción? Pues que ha adelgazado. A mi me hubiera parecido razonable que las feministas se alegraran de la pérdida de grasa corporal de la Obama, aduciendo que su cuerpo es suyo y que si se autopercibe mejor como flaca que como gorda tiene todo el derecho a materializar su autopercepción, pero no. ¡Ha sido cancelada! 

domingo, 7 de diciembre de 2025

Nuestro tiempo

No sé si alguna vez existieron tiempos tranquilos. Posiblemente los tiempos tranquilos son una construcción del esfuerzo conjunto de la desmemoria y de la vanidad de la existencia. Hoy la desmemoria se ha convertido en un programa político y la vanidad de la existencia se muestra en esa jactancia del presente por sentirse el momento culminante de la historia, es decir, el tribunal frente al cual debe rendir cuentas el pasado por haber sido diferente a como nos gustaría que hubiera sido. Ahora bien, si el tiempo es aquello -decía Schopenhauer- en virtud de lo cual todo se convierte en nada en nuestras manos y pierde todo su valor real, la vanidad de la existencia y la desmemoria no serían más que dos vanos intentos de engañar al tiempo, de resistirnos a aceptar que todo presente histórico se construyó con la inteligencia que había disponible. También el nuestro. Y la inteligencia disponible siempre es muy escasa.

sábado, 6 de diciembre de 2025

Un borracho a caballo

Quizás las buenas intenciones sean el principal enemigo de la filosofía. Es decir, el deseo de injertar en la realidad nuestros deseos con la esperanza de que el tiempo se precipite haciéndolas realidad. Pero las buenas intenciones suelen tener mucha más prisa por cambiar las cosas que por comprenderlas; siempre piensan a favor de lo que pueda complacerlas y en contra de todo aquello que pueda hacerles daño, como si se pudiera pensar honestamente si se tiene miedo a hacerse daño. O, dicho de otra manera, las buenas intenciones se empeñan siempre en cambiar lo que muy precipitadamente se cree haber comprendido. El primer deber de quien quiera comprender y, por supuesto, el primer deber de quien quiera poseer eso que llamamos "pensamiento crítico", es aprender a describir, es decir, aprender a ver en las cosas, como decía Balmes, lo que hay en ellas, ni más, ni menos. Digo esto pensando en la incipiente filosofía de la innovación. A mi modo de ver la innovación es un caballo desbocado sobre el que cabalga un borracho. Pero los filósofos de la innovación tienden a pensar que se puede poner al servicio de nuestras buenas intenciones. Si Marx confiaba en la máquina para construir un mundo nuevo, la innovación confía en sí misma. Marx aceptó, y el mundo nuevo fue un infierno. 

viernes, 5 de diciembre de 2025

De Madrid al cielo

Yo pensaba, ingenuo de mí, que el llamado Ministerio de igualdad defendería la igualdad. ala hora de hacer, no la igualdad a la hora de padecer. Pero resulta que si ahora escribo aquí "charo", "feminazi" o "planchabragas", en el Ministerio de Igualdad decidirán que me encuentro en la franja incorrecta del espectro políticamente correcto. Pero hoy, pase lo que pase, nadie me va a quitar el buen sabor de boca que he ido acumulando estos pasados días. El miércoles llegué a Madrid, procedente de Málaga, cuando aún no eran las 12:00. Como tenía tiempo, me dispuse a caminar al menos media hora. Pero tras un cuarto de hora mi rodilla izquierda se empeñó en que parara un taxi. Llegué a Puerta de hierro a la hora convenida. Y me sometí al interrogatorio que tuvieron a bien someterme los muchachos de TheNomba gente que, ¡ya lo verán!, dará mucho que hablar. La verdad es que el interrogatorio duró dos horas y llegó un momento que me encontraba agotado. Pero llegué sano y salvo al final. De allí al hotel Don Juan de Austria y a la Tatiana, para la presentación de La dignidad el mediocre. ¡Qué tarde más memorable! El salón estaba lleno y repleto de caras amigables. Bajo la batuta de la periodista Helena Farré nos dispusimos a intercambiar razones José Luis Pardo -un genuino "maître à penser") y un servidor de ustedes. 


Creo que la realidad superó las expectativas. Después tenía previsto asistir a los festejos de los navarros residentes en Madrid que se reúnen en San Fermín de los navarros para celebrar lo que somos, pero Pedro Herrero me empujo hacia la juvenalia. En medio me comprometí a participar en un documental sobre Pío Baroja. Al día siguiente, me levanté temprano. A pesar del frío, me apetecía ir andando hasta los estudios madrileños de la COPE para dejar grabada mi intervención de los jueves en el programa de Jorge Bustos. Amaneció, cuando llegué a La Castellana, con unos colores sucios, de café con leche aguado, que fueron adquiriendo unas tonalidades grises desganadas. A la salida de la COPE me esperaba un taxi para llevarme a los estudios de la 4, para una entrevista de media hora con Miguel Manso, sobre La dignidad del mediocre


Manso me cayó muy bien. Estoy convencido de que nos volveremos a ver. Después a Atocha a coger el tren para Barcelona.  Justo al llegar a Calatayud me sonó el móvil. Era el tudelano Miguel Buttini, para ver cómo podía intervenir en el documental sobre Pío Baroja.

miércoles, 3 de diciembre de 2025

Sevilla, Málaga.

El lunes en Sevilla, el martes en Málaga (invitado por la buena gente de CESUR) y el miércoles en Madrid. Todo transcurre bien y serenamente. Estoy satisfecho. Esta tarde presentamos La dignidad del mediocre en la Fundación Tatiana. He viajado de Sevilla a Málaga en un coche particular en magnífica compañía, pero al llegar al hotel me apetecía estar solo, descansar un poco y salir a picar algo, a mi aire, por las cercanías de la catedral. Callejear es algo parecido a un vicio solitario. Chispeaba y hacía fresco. Sin embargo los turistas parecían en su salsa. Me senté en una terraza cubierta, frente al Thyssen, al lado de una pareja de mi edad que estaban  en una mesa alta, sentados en taburetes. Pedí ensaladilla rusa y tortilla de camarones. Cuando me sacaron la ensaladilla la pareja -alemanes- se interesó por cómo se llamaba lo que comía. Se mostraban tan interesados que les ofrecí que la probaran, pero se negaron derramando sobre mí toda suerte de agradecimientos y ensalzando la hospitalidad hispana. A medio comer la ensaladilla me sacaron la tortilla y volvieron las preguntas y mi oferta. Esta vez la mujer dijo que sí y se hizo con una buena porción de tortilla. Tenía que ofrecerle al marido, que me miraba como pidiendo limosna. Casi se zampó otra buen trozo. Eso sí, sin parar de agradecer la generosidad hispana. Les dije que para confirmar esta hospitalidad visitaran el puente de los alemanes. Me obedecieron, se fueron, me dejaron solo, llegaron dos músicos y se pusieron a tocar en medio de la calle. Pedí otra tortilla. ¡Qué par de genios, los dos músicos!

lunes, 1 de diciembre de 2025

Anunciando despedidas

Me voy despidiendo del mundo... exterior. En octubre renuncié a un viaje -¡y qué ganas tenía de hacerlo!- por tierras de Colombia (Medellín y Bogotá) y Chile (Puerto Varas) y ayer mismo renuncié a otro por este último país (Santiago y Concepción). Hago lo que sé muy bien que tengo que hacer y por eso mismo me duele, porque no me queda otro remedio que aceptar sin aspavientos la derrota de la edad. Ya no estoy para viajes largos. ¡Si un viaje a Cartagena (la murciana) me tiene amuermado en el sofá un par de días! Pero he reservado un viaje postrero, de despedida... a México, el país más surrealista del mundo, el que más me ha dado y el que más se me ha enganchado al alma. Por supuesto, la gente que me quiere intenta desanimarme, pero no lo van a conseguir. Merezco una despedida en condiciones de mi propio pasado viajero.

Memorial de ausencias y presencias

"A partir del 24, alarga un paso de gallina el día", decía mi madre. Y en estos días, que tienen, inevitablemente, algo de memoria...