I
Cada día nos cae un chaparrón o, dicho de otra manera, un «nublado». Es esta una de esas palabra que lo mismo hace referencia a la vida anímica («le ha dado un nublado» o «un nublo») como a la meteorológica. Siempre me han interesado estas palabras que, nacidas para describir estados físicos se adaptan perfectamente a las descripciones psicológicas y, al revés, las que nacidas para describir estados del alma son sumamente útiles para describir el mundo.
II
Hoy apenas he leído dos páginas de la autobiografía de García Bacca, las que dedica al cardenal Cayetano, al que yo veo como el último gran teólogo plotiniano. Es su visión plotiniana del Uno la que lo lleva afirmar -sin que ningún teólogo contemporáneo osara refutarlo- que la realidad divina es superior a la de la Trinidad.
III
No suelo asistir a los medios cuando me invitan a un debate. El resultado de los mismos para un ciudadano normal suele ser que hay opiniones para todo. Pero a veces me encuentro en ellos sin ir a buscarlos. Y entonces me pierde mi sentido del decoro. No se puede debatir en los medios sin llevar una navaja afilada en la cintura. Y yo suelo acudir completamente desarmado. Muchas veces sé perfectamente como hundir al otro con un argumento «ad hominem», pero sé que acabaría teniendo vergüenza de mí mismo.
La Patrocinio que era de Olba (Teruel) decía nublacho.
ResponderEliminar