I
Lo digo y lo repito: la exageración es nuestro carácter político nacional.
II
Pero la exageración es el obstáculo insuperable de todas las buenas causas.
III
Por eso con mucho gusto fundaría un partido político con un único punto programático: aprobar una ley que prohibiera exagerar.
IV
Pero dado nuestro carácter político, si no exagerase mi rechazo de la exageración, no obtendría ni un voto.
Yo amo la hipérbole si se reconoce con tal
ResponderEliminarLo que odio es la hipérbaton, que intercambia de posición lo verdadero por lo falso