miércoles, 27 de julio de 2022

Eros domesticado

La República de Platón se desarrolla como un diálogo en la casa de un rico extranjero residente en Atenas, Céfalo. Pero el diálogo filosófico no comienza propiamente hasta que Céfalo, rico y viejo, tras reconocer que el tirano Eros ya ha abandonado su cuerpo, derrotado por la edad, se retira a orar a los dioses antes de irse a dormir. Es decir la Repúblca se despliega en la noche, mientras el sereno Céfalo duerme. Quizás porque hay cosas humanas que aquellos que han embridado a Eros ya son incapaces de comprender o quizás porque en una edad avanzada ya no se sueña con aquello que ha sido necesario reprimir durante el día. 

La moderna ingenuidad ilustrada parece creer en la posibilidad de domesticar a Eros, cuando la historia humana no es sino el reiterado fracaso de este intento.

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