Buscar este blog

viernes, 1 de julio de 2022

Drama familiar

Mi hijo ha pasado el día con mis dos nietos en un parque acuático y, por lo visto, se han divertido tanto los tres que les ha propuesto ir al cine juntos esta misma tarde a ver no sé qué película de aventuras. Mi nieto mayor no ha recibido con muy buena cara la propuesta. Al ver su incomodidad, mi hijo le ha preguntado si tenía algún inconveniente. 

- ¡Sí! -le ha contestado.

- ¿Cuál? ¿No quieres ir al cine?

-Sí, quiero, pero papá... 

- ¿Qué pasa?

- Tú no vengas...

Obviamente mi nieto teme encontrarse en el cine con sus amigos y no quiere que lo vean como una critura necesitada de protección paterna.

Mi hijo ha comprendido la situación y ahí está, hundido en el sofá.

Yo, sin embargo, estoy viviendo su derrota como una prueba innegable de justicia poética. Los dioses están, sin duda, de parte de los abuelos.

4 comentarios:

  1. En estos momentos yo soy de los que sufren la justicia poética hundido en el sofá. No sé si se hace idea de lo mucho que recuerdo a mi padre.

    ResponderEliminar
  2. Algunas libaciones se habrá olvidado, D. Gregorio, o no habrá ofrecido a los olímpicos los muslos de algún buey bien cebado, que así es como empiezan esas cosas...

    ResponderEliminar

Jerusalén

 I Recibo una invitación para visitar Tel Aviv. Mi mujer me dice que ni hablar. Pero yo digo que sí. Si he conducido en Nápoles, ¿cómo no me...