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miércoles, 20 de julio de 2022

A cuento del primer baño

Primer baño marino en dos años. 

Tras una tarde de bochorno espeso, tórrida, pesada, en la que no había postura que no te hiciera sudar, me he puesto el bañador y he bajado a la playa de Ocata. El agua estaba acogedora; el mar, calmado; el cielo, protector. Tras dar unas brazadas, he cerrado los ojos, me he puesto boca arriba, y me he dedicado a escuchar mi propia respiración. 

El mar es también nuestro elemento. Tenemos alguna biológica filiación con el agua. 

Flotando mansamente, pero con el cielo al alcance de la mano, escuchaba el silencio, solo roto de vez en cuando por alguna voz infantil. 

Creo que estoy aprendiendo a dominar el arte de quedarme en blanco, de no pensar en nada, de no sentir nada, de hacerme un vacío interior y como si fuera una madriguera recogerme en su clausura. Algo similar hago también en la iglesia. Voy a ella, fundamentalmente, a estar en silencio, a dejarme abrazar por un silencio profundo que se hace carne y que, como decía san Juan de Ávila, me permite desarrimarme de mí y encontrar un singular acomodo en un no-lugar.

Estoy leyendo diferentes texto de María Jesús de Ágreda y me he encontrado varias veces con esta expresión: "Levantarse el alma a sí sobre sí".  Está bien y, de hecho, me la he apropiado. Pero también hay un anonadarse a sí mismo desde sí mismo.

Y todo esto viene a cuento del primer baño.

Ustedes perdonen.

De repente las voces de los niños se han hecho más intensas y próximas. He braceado todo lo rápidamente que he podido hasta la última boya. He llegado a la orilla cansado físicamente pero con una intensa sensación de bienestar. Eran las 20:30. Se había levantado la brisa.

6 comentarios:

  1. Ja, ja, ja. Pues ¿qué nos contará del quinto baño? No me haga caso.

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  2. Yo me tomo en serie el baño entre las olas saladas de la existencia. Por eso me preguntó y le pregunto, ¿Que distancia separa el anonadamiento (que es como no-nadar y dejarse flotar) del anihilamiento? ¿Acaso uno pertenece al océano de lo existencial, mientras su contrapuesto nada a orillas de "lo existenciario"?

    Y luego sobre el anonadamiento de Jesús, me viene la reflexión de si era necesario el "humillamiento" de un hijo de Dios que pretende salvar lo humano. Y finalmente, me viene a la mente, la idea de que Jesús se hizo pasar no por Dios, siino por Semidiós (al estilo griego). Pero claro, no como un héroe helénico sino como alguien que no quiereostrarse como héroe.

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    Respuestas
    1. "en serio" no en serie

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    2. Perdonen, me presento.Soy el viejo Heriberto Lehnri.

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  3. Bueno, se me ocurre que "anonadarse" debe ser como "hacerse el muerto" flotando. Mientras que "anihilarse" debe ser como "dejarse hundir" sin morirse.
    Heriberto Lehnri

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  4. Me ha gustado esta descripción de l primer baño. Expresiones como esta: "hacerme un vacío interior y como si fuera una madriguera recogerme en su clausura". Comparto contigo, también esa sensación de estar en la iglesia y "dejarse abarzar por el silencio".
    Un placer leerte

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