sábado, 15 de mayo de 2021

El 9

 

Mientras la flor del acanto sigue su curso, yo he abierto El mundo visto a los ochenta años, de don Santiago Ramón y Cajal (1934).  “Hemos llegado sin sentir a los helados dominios de Vejecia, a ese invierno de la vida sin retorno vernal". Así comienza el sabio, para seguir de este modo: "El yo, no obstante las traiciones y eclipses de la memoria, sigue considerándose como eje de nuestra vida interior y exterior, a despecho de un cuerpo decrépito que nos sigue jadeante y como a remolque en nuestras andanzas fisiológicas e intelectuales”. No negaré que me han conmovido estas palabras, pero, sinceramente, no más que estas otras: "“Explícase difícilmente en el varón enterizo y fuerte el olvido de la tradición artística veneranda de la barba”.


Esta tarde me he puesto el 9 en la espalda y, armado de valor, he salido a pasear con mi Agente Provocador. 11 quilómetros de subidas y bajas por pendientes abruptas. ¡Y a ella aún le ha parecido poco!

Me llama un joven editor de una firma relevante. Ha comenzado, de nuevo, el baile.


1 comentario:

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Una mentira bien compuesta

Mientras el presidente del gobierno de España decidía ponernos en cabeza de la competición universal por la copa de la indignación moral, yo...