martes, 25 de agosto de 2020

De doña Oliva a los modorros

 Dos textos curiosos:

Inicio del Origen y descendencia de los modorros, texto ha sido atribuido a diferentes autores, entre otros a Quevedo: "Dicen que el Tiempo Perdido se casó con la Ignorancia, y hubieron un hijo que se llamó Pensé que, el cual casó con la Juventud, y tuvieron los hijos siguientes: No sabía, No Pensaba, No Miré en Ello, Quién dijera".

El segundo texto se atribuye, no sin polémica, a la albaceteña Oliva Sabuco:

Me gusta la presentación: "Nueva filosofía de la naturaleza del hombre, no conocida, ni alcanzada de los grandes filósofos antiguos". Me gusta porque la prudencia no es una virtud filosófica, aunque sí lo sea del filósofo en tanto que ciudadano.  Es decir: la prudencia no es una virtud intelectual, pero sí es una virtud política.

2 comentarios:

  1. Con respecto al contenido de la primera reseña, es posible que, con el tiempo, pasase a ser dicho popular, pues en alguna ocasión se lo escuché decir a mi abuela, aunque de forma más breve y concisa.
    "Yo pensaba, yo creía, son hijos de Doña ignorancia y Don tiempo perdido", decía ella.
    Dudo mucho que hubiese leído a Quevedo, pero manejaba el refranero español a su antojo. Siempre con la sentencia adecuada para cada circunstancia.
    Era la persona más sabia que he conocido. Y no es eso de extrañar.
    Me explico:
    Una de las definiciones teológicas para la Sabiduría, según la tradición sapiencial recogida en los escritos bíblicos, es: "el arte de saber vivir".
    Esta misma tradición sapiencial tiende a personificarla, y determinados padres de la Iglesia la llegaron a identificar con el Espíritu Santo, señor y dador de "vida".
    Un don divino, en definitiva, puesto que Dios es el único capaz de dar "vida".
    Y, como todo don divino, algo que se consigue gratuitamente, por la gracia. Por tanto, al alcance de todos.
    Pero, al ser don divino, está ineludiblemente unida a la caridad. Su origen es la caridad divina y su finalidad la caridad humana.
    Enlazo así con mi reflexión de ayer: la caridad permanece. La caridad hace que el Todo pasajero no quede reducido a la Nada existencial.
    Dicho esto, agradecerle enormemente este blog, del que estoy, no solo aprendiendo, sino disfrutando.
    Todas las aportaciones me parecen exquisitas y ,aunque me abruma tanto conocimiento, no puedo evitar el querer participar en algo tan elevado.
    Gracias.

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    Respuestas
    1. No exagere, aquí hay más curiosidad caprichosa que conocimiento metódico. Y eso espero que siga habiendo. Pero gracias por sus palabras.

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