¿Qué tienen en común Galileo, Copérnico, Einstein, Marx, Colón, Shakespeare, Darwin, Lutero, Newton y Gutenberg, además, obviamente, de ser hombres y europeos?
Bueno... siempre estamos a tiempo de recuperar el "Gallia est omnis divisa in partes tres, quarum unam incolunt Belgae, aliam Aquitani, tertiam qui ipsorum lingua Celtae, nostra Galli appellantur".
Yo también. Y lo recuperé en Humanitats de la UOC con la excelente profe Mónica Miró. Claro, de no hablarlo, lo voy perdiendo, casi me pasa con el castellano...
Por cierto, aún recuerdo la gran bronca que nos echó un profe de mates del cole, en el Bachillerato Elemental, cuando nos escuchó comentar que el latín no servía para nada y era una lengua muerta. Cosa que, la verdad, habíamos oído a algunos 'mayores'. Ya venían malos aires por aquel tiempo...
En eso estoy. Pero, ya de entrada, un duro golpe a mis ansias. Parece ser que en la famosa frase de César la uve se pronunciaba u, con lo cual queda ueni, uedi, uinci, que, francamente, más bien parecen los nombres de los enanitos de Blancanieves. Ya tienen razón con lo de que la ignorancia es feliz.
Sin intención de ser pedante, la frase, en realidad, es "veni, vidi, vici". La "n" sobrante, seguramente, ha nacido de la riquísima inventiva española para los idiomas, y cuesta mucho deshacerse de ella. Creo que hasta suena mejor.
Siempre me ha parecido un fallo fundacional que la UE no lo adoptara como lengua común europea. A los catorce tuve que optar entre la formulación química y el latín, entre los elementos y las declinaciones. Me incliné hacia las últimas. Por otro lado, y si no estoy mal formado, recuerdo que la frase es veni, vidi, vici, aunque es tradicional añadirle la n por ultracorrección. Es algo parecido a la culebra que se enrosca en digresión para darnos esa disgresión o la que se añade a "en pelota" para sumar testigos...
Don Borja y don Juan: Acaban de dejar ustedes a la Uinki (que tiene un aire como de batasuna) en una Uiki de andar por casa. Tienen ustedes razón, pero. Al César lo que es del César.
Pues yo estuve aprendiendo Latín, o mejor, intentando estudiarlo y me quedé enamorado del asunto. Lo malo es que fue como de esos noviazgos que se quedaron en platónicos por más esfuerzo y empeño. Pero debo decir, en mi aprendizaje de Alemán me fue muy útil conocer de entradita las declinaciones que son como el muerto, que una vez tiene quien lo cargue, se hace más pesado. Chévere la diligencia del texto: como un balazo. Saludos pues. F.
Yo pienso que el tiempo que se invierte en estudiar latín se puede emplear en aprender alemán, o chino mandarín, aunque también es verdad que la utilidad es un concepto muy elástico. Recuerdo que me hicieron traducir "La guerra de las galias" y acabé sin aprender nada, eso sí, con una traducción que me salió gratis.
O sea que bien que se podía decir: ¡¡Estos saben latín!!
ResponderEliminarEfectivamente, porque lo estudieron de forma muy aplicada y provechosa.
EliminarNo como yo que lo estudié y lo he olvidado, y eso que tenia un profesor (falangista) que lo amaba y nos enseñó a amarlo y a entenderlo.
ResponderEliminarBueno... siempre estamos a tiempo de recuperar el "Gallia est omnis divisa in partes tres, quarum unam incolunt Belgae, aliam Aquitani, tertiam qui ipsorum lingua Celtae, nostra Galli appellantur".
ResponderEliminarYo también. Y lo recuperé en Humanitats de la UOC con la excelente profe Mónica Miró. Claro, de no hablarlo, lo voy perdiendo, casi me pasa con el castellano...
ResponderEliminarPor cierto, aún recuerdo la gran bronca que nos echó un profe de mates del cole, en el Bachillerato Elemental, cuando nos escuchó comentar que el latín no servía para nada y era una lengua muerta. Cosa que, la verdad, habíamos oído a algunos 'mayores'. Ya venían malos aires por aquel tiempo...
ResponderEliminarQuizá lo vuelvan a poner de moda, quién sabe:
ResponderEliminarhttp://lexicografia.blogspot.com/2012/03/corpus-documentale-latinum-cataloniae.html
Júlia, acostumbro a estar tan de acuerdo con lo que dices, que no se me ocurre añadirte más que mi asentimiento.
Eliminar¿Y? ¿Eso no es lo mismo que decir "eran hijos de su tiempo... como todo hijo de vecino"?
ResponderEliminarEfectivamente, y ahí (me) duele.
EliminarEn eso estoy. Pero, ya de entrada, un duro golpe a mis ansias.
ResponderEliminarParece ser que en la famosa frase de César la uve se pronunciaba u, con lo cual queda ueni, uedi, uinci, que, francamente, más bien parecen los nombres de los enanitos de Blancanieves.
Ya tienen razón con lo de que la ignorancia es feliz.
Yo, digan lo que digan los sabios, no me apeo: "Veni, vidi, vinchi". Uinki es una victoria a lo cascos azules.
ResponderEliminarSin intención de ser pedante, la frase, en realidad, es "veni, vidi, vici". La "n" sobrante, seguramente, ha nacido de la riquísima inventiva española para los idiomas, y cuesta mucho deshacerse de ella. Creo que hasta suena mejor.
ResponderEliminarSiempre me ha parecido un fallo fundacional que la UE no lo adoptara como lengua común europea. A los catorce tuve que optar entre la formulación química y el latín, entre los elementos y las declinaciones. Me incliné hacia las últimas. Por otro lado, y si no estoy mal formado, recuerdo que la frase es veni, vidi, vici, aunque es tradicional añadirle la n por ultracorrección. Es algo parecido a la culebra que se enrosca en digresión para darnos esa disgresión o la que se añade a "en pelota" para sumar testigos...
ResponderEliminarDon Borja y don Juan: Acaban de dejar ustedes a la Uinki (que tiene un aire como de batasuna) en una Uiki de andar por casa. Tienen ustedes razón, pero. Al César lo que es del César.
ResponderEliminarPues yo estuve aprendiendo Latín, o mejor, intentando estudiarlo y me quedé enamorado del asunto. Lo malo es que fue como de esos noviazgos que se quedaron en platónicos por más esfuerzo y empeño. Pero debo decir, en mi aprendizaje de Alemán me fue muy útil conocer de entradita las declinaciones que son como el muerto, que una vez tiene quien lo cargue, se hace más pesado. Chévere la diligencia del texto: como un balazo. Saludos pues. F.
ResponderEliminarLa religión católica empezó a ir mal cuando suprimieron el latín en las celebraciones, perdió todo su misterio sacro.
ResponderEliminarYo también estudié latín y no me ha ido tan bien.
ResponderEliminarA.
Lo cierto es que hasta aCesar le acabó yendo fatal
ResponderEliminarYo pienso que el tiempo que se invierte en estudiar latín se puede emplear en aprender alemán, o chino mandarín, aunque también es verdad que la utilidad es un concepto muy elástico. Recuerdo que me hicieron traducir "La guerra de las galias" y acabé sin aprender nada, eso sí, con una traducción que me salió gratis.
ResponderEliminarTambién Kant, que escribe su tesis de habilatación en latín.
ResponderEliminarPero el latín o el griego han perdido su oportunidad en España, porque no lo hemos sabido transmitir.
Yo con que aprendiésemos todos inglés bien (a un nivel de bilingüismo funcional), me daría por satisfecho.
Todavía se escribían tesis en latín a finales del siglo XIX.
ResponderEliminarPor ejemplo la de Jean Jaurès: "De primis socialismi germanici lineamentis apud Lutherum, Kant, Fitche et Hegel"