El refranero es tajante al respecto: el muerto al hoyo..., pero, además, no creo que convocar una protesta de a quienes conducen al esclavismo capitalista del XIX -a Rajoy se le han trastocado los romanos y dice que es del XXI- tenga nada que ver con el olvido de nuestros muertos, a los que se honra y recuerda cada día, no sólo en fecha señalada en la que la representanta de derechas de una parte de los muertos se pone de punta en blanco para estar a la altura de las circunstancias de las autoridades y arroja "sus" muertos contra los sindicatos. Lo que ha ocurrido con las asociaciones de víctimas es una muestra elocuente de las profundas raíces de nuestros enfrentamientos ancestrales, en los que los testimonios estremecedores de otras víctimas, en el juicio a Garzón, han abundado. Aún nos queda mucha terapia por hacer. Gregorio, su afirmación me parece inompartible por excesiva, se mire como se mire, y yo lo hago con afecto, que conste.
Tiene usted razón señor Poz, que las víctimas escenifiquen también la bipolaridad del Reino, demuestra el arraigo y el gusto por la demonización de alguien que en realidad no es tu antagonista, sino tu vecino. Es la impiedad de un sistema mecanicista y tecnócrata.
Me sumo al recuerdo. Descansen en paz. Para pelearnos, en España, ya estamos los visos.
ResponderEliminarEl refranero es tajante al respecto: el muerto al hoyo..., pero, además, no creo que convocar una protesta de a quienes conducen al esclavismo capitalista del XIX -a Rajoy se le han trastocado los romanos y dice que es del XXI- tenga nada que ver con el olvido de nuestros muertos, a los que se honra y recuerda cada día, no sólo en fecha señalada en la que la representanta de derechas de una parte de los muertos se pone de punta en blanco para estar a la altura de las circunstancias de las autoridades y arroja "sus" muertos contra los sindicatos. Lo que ha ocurrido con las asociaciones de víctimas es una muestra elocuente de las profundas raíces de nuestros enfrentamientos ancestrales, en los que los testimonios estremecedores de otras víctimas, en el juicio a Garzón, han abundado. Aún nos queda mucha terapia por hacer. Gregorio, su afirmación me parece inompartible por excesiva, se mire como se mire, y yo lo hago con afecto, que conste.
ResponderEliminarTiene usted razón señor Poz, que las víctimas escenifiquen también la bipolaridad del Reino, demuestra el arraigo y el gusto por la demonización de alguien que en realidad no es tu antagonista, sino tu vecino. Es la impiedad de un sistema mecanicista y tecnócrata.
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