Albert Bettanier, La mancha negra (1887)
Hubo un tiempo en que la escuela tenía por función facilitar el acceso a la ciudadanía a las nuevas generaciones. La escuela republicana francesa, por ejemplo, estaba para formar o moldear, si se quiere, ciudadanos franceses. Esto significaba conocer las producciones artísticas de la patria, sus grandes hombres, disponer de un canon de autores literarios de referencia, etc. De esto, sin embargo, ahora nadie se acuerda. Ahora la escuela está para atender las necesidades psicológicas del niño.En el cuadro de Bettanier, el maestro le indica al alumno la zona de Francia que debe ser reintegrada a la patria por la generación que está allí presente. En el muro de enfrente un mapa de la ciudad de París muestra el asedio a que fue sometida la capital de Francia por los prusianos en 1871.Todo este belicismo difícilmente puede ser defendido después de las dos guerras mundiales que desangraron Europa, pero siendo todo lo criticable que se quiera, permitía objetivar aquello frente a lo cual los alumnos se afirmaban a sí mismos. Ahora el enemigo se ha psicologizado. El triunfo de la psicología sobre la pedagogía en la escuela no es sino la expresión del triunfo del hombre psicológico sobre el hombre político en las calles.
Ahora está muy mal visto que los maestros lleven punteros o reglas... Hoy el maestro que se ve necesitado a afirmar no ya tanto su autoridad como su mera presencia, acaba irremediablemente tentado por el terrible instrumento de la vergüenza como medio para someter a sus alumnos a una disciplina mínima. Es terrible, sin duda, pero muchos profesores saben que no disponen de modelos de emulación capaces de motivar a sus alumnos. Y ya que no pueden movilizar positivamente su conducta, intentan desmovilizar la conducta de los peores con ejemplos negativos.
Como muestra del cambio de los tiempos, una asociación de padres de alumnos de Francia ha decretado unilateralmente "la quinzaine sans devoirs". Los papás se muestran muy preocupados porque sus hijos se sienten agotados de tanta hora escuchando a sus maestros sin entender nada. No, no es que los maestros franceses aún practiquen la venerable clase magistral, sino, simplemente, que no hay manera de motivar a quien más que motivado, espera ser entretenido. Dando muestras de una moralina muy propia de nuestros tiempos, los padres promotores de esta quincena de deberes caídos, aseguran que "como todo el mundo sabe" los deberes son un factor esencial de incremento de las desigualdades, además de fomentar el estrés, porque -dicen- son "cronófagos". Añaden que nadie ha mostrado jamás la eficacia pedagógica de los deberes, mientras que es evidente que soliviantan las relaciones familiares, provocando una guerra de guerrillas en el interior de las familias. En definitiva, si los maestros fuesen perfectos, ellos tendrían muchos menos problemas.
Hoy la escuela ha de garantizar si no la felicidad, al menos la integridad psicológica de sus alumnos. Se nos ha convertido en una inmensa institución terapéutica.
Veig que l'estultícia s'escampa per La Republique.
ResponderEliminarhttp://catedu.es/psicologiapositiva/
ResponderEliminarMe encantará leer su opinión.
No se puede decir mejor, señor Luri. Efectivamente llevamos el enemigo dentro y hemos convertido al maestro en un sirviente.
ResponderEliminarDon Topo: No me de usted estos disgustos, por favor.
ResponderEliminarConozco el proyecto y las ideas de Seligman. Ofrece lo que mayoritariamente los padres piden: felicidad para los niños y aprendizaje fácil. Pero la felicidad sólo se encuentra en la infancia de manera retrospectiva, cuando la edad comienza a hacernos melancólicos y olvidadizos. No hay nada que se parezca más al estado de naturaleza hobbesiano que un patio de escuela. Respecto al aprendizaje fácil, le diré que si el conocimiento es valioso porque es escaso.
El programa tiene, sin embargo, una gran virtud: recoge buena parte de los dogmas pedagógicos de nuestro tiempo y hay que tenerlo en cuenta para comprender todo el papanatismo que nos es propio.
"Las competencias básicas más transversales", "educación en valores", "desarrollo personal", "promover la felicidad", "autonomía", "aprender a aprender"... todo esto suena muy bien a los oídos modernos... precisamente porque no quiere decir nada.
"Pero la felicidad sólo se encuentra en la infancia de manera retrospectiva, cuando la edad comienza a hacernos melancólicos y olvidadizos."
EliminarMás o menos a propósito. Y, de todos modos, puede que le guste ver una serie 'de las de antes'.
We only get one chance. Maybe there's only one summer to every customer. That little boy, the one I know--the one who belongs here--this is his summer, just as it was yours once. Don't make him share it.
http://www.youtube.com/watch?v=mhnGVx1kr94
La infancia está llena de fascinaciones y, por lo tanto, también de su contrapartida: de terrores (de miedo a perder lo que nos fascina). Antes de hablar de educación uno debería demostrar que ha leído "El señor de las moscas".
Eliminar"Las competencias básicas más transversales", "educación en valores", "desarrollo personal", "promover la felicidad", "autonomía", "aprender a aprender"... todo esto suena muy bien a los oídos modernos... precisamente porque no quiere decir nada.
EliminarDoncs a Via Augusta 202 i les diferents DDTT i tots els CRP i tots els instituts estan superpoblats d'experts en aquestes "qüestions", gràcies a les quals han pogut abandonar l'aula i cobrar millor sou. La temptació és gran!
I també tenim un fracàs escolar d'escàndol sense generar excel·lència, és a dir, tenim un fracàs en un sistema que exigeix poc. I tots tan contents, entregats al fetitxisme de les paraules, com la de l'equitat, que ens condemna a abaixar els nivells fins l'alçada de la mediocritat..
EliminarEsparver: Francia pedagógicamente es un inmenso "¿Pero qué he hecho yo para merecer esto?"
ResponderEliminarManuel: Nos cuesta aceptar que educar es domesticar simplemente porque la palabra domesticar parece ir directamente contra la línea de flotación de todos nuestros queridos prejuicios. Pero domesticas es hacer de casa. Educar es hacer de un recién llegado al mundo uno de los nuestros. Y para eso hay que moldearlo, imponiéndole una lengua, una sensibilidad... y hasta un equipo de fútbol que lo emocione. Educar es moldear. Este moldeado tiene un componente uniformizador (la lengua común, el saber científico, etc) sin cuya adquisición no se puede aspirar ni a ser autónomo, ni crítico, ni creativo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Gregorio, por esta explicación. Sí, efectivamente, en la base de esta anomia educativa que sufrimos está la pérdida de ese carácter disciplinado y limitador tan necesario para la verdadera autonomía de la conciencia. Moldear es una hermosa palabra. Una palabra de artífices que tienen la inmensa responsabilidad de educar.
Eliminar¡Qué excesos, Gregorio! Ese moldeado más me parece una alienación en toda regla que una auténtica formación; una deformación que busca clones en vez de individuos libes que, gracias al aprendizaje, puedan tener, después de pasar por el "castigo" de la enseñanza, que ese era el nombre medieval de la enseñanza, "castigar", libertad para decidir. En el colmo del exceso hasta le "impone" al pobre discente "el" equipo de fútbol con el que ha de soñar. Me parece que este domesticar del que se hace apología tiene algo de castrador y poco de liberador. De una domesticación parecida me escapé a través de la rebeldía y jamás me he arrepentido de no ser "de casa". Hay mucho de maligno en ese designio de la domesticación. Docilitar es palabra que me parece más apropiada para los salvajes e ignaros hijos del bienestar, de la molicie.
Eliminar¿Qué sería de los Odiseos sin las Penélopes? Mi heroína es Penélope, que mantuvo el fuego de casa encendido mientras su marido se dedicaba a la extravagancia. En ese mismo fuego se rememoràn después las aventuras y se hará con ellas literatura. Una cultura ambiciosa necesita sus Odiseos, pero es imposible sin sus Penélopes. Una cultura idiota es la que se propone fomentar Odiseos creándolos en serie.
EliminarExacto. Para ver hasta qué punto hay crisis (sobre todo crisis del Estado-nación), hay que acudir a la escuela, que era un proyecto para una patria. Al menos a mí me hizo patriota. Por aquí, ahora, sólo hay una competición lingüística, con la mentalidad de enseñar lenguas que puede tener una academia de idiomas de barrio. Y el inglés (repiten como coletilla y para echar balones fuera. Siempre me acuerdo de "Y dos huevos duros").
ResponderEliminarClaro que todos sabemos que las patrias son peligrosas y tienen mucha podredumbre en las raices, etcétera. Este futuro de sujetos transnacionales y masa inmóvil amorfa, m'esvera!
Lola: Lo más curioso de todo es que los resultados escolares desmienten también los propósitos psicológicos de nuestras escuelas. Los jóvenes no son ni más críticos, ni más participativos, ni más creativos. Más bien tenemos datos para pensar que son todo lo contrario. Pero ya sabes: si los hechos ponen en cuestión nuestros prejuicios, peor para los hechos.
ResponderEliminarNo estoy aún muy seguro, pero creo que la motivación o el entretenimiento en el ámbito del conocer/aprender, está íntimamente relacionado con la idea de Baudrillard sobre el capitalismo actual, en el que dice él "se ha perdido el sentido finalista del acto de la producción". Digo yo, si el fin de la producción es satisfacer una necesidad, entonces lo que se ha perdido es el sentido de la necesidad en el acto de la producción; y si la necesidad del aprender pierde su sentido, entonces aparece el aprender como entretenimiento/curiosidad del instante (pues el alumno se cansa de estar quieto y sentado mucho tiempo leyendo o escuchando)...digo yo.
ResponderEliminarHenry Merks
No estoy en condiciones de contradecirle, pero en todo caso permítame añadir que la infancia es un fenómeno reciente y, entre otras cosas, es un inmenso fenómeno comercial. Algún día hablaré de la nefasta influencia de "Barrio Sésamo" en la pedagogía o, lo que es lo mismo, de la conversión del sketch en unidad de comunicación pedagógica.
ResponderEliminarNo lo publique,
ResponderEliminarpero creo que usted quiere decir "adolescencia" cuando dice "infancia". Pues la infancia siempre existió desde que el hombre es hombre y antes niño. Pero la adolescencia también xistió aunque la diferencia está en que la adolescencia siempre fue un momento, un tiempo de paso, un rito de iniciación, concreto, puntual, un exámen, una prueba de duración corta, determinada y específica. Ahora la adolescencia es un tránsito divagador, un divagar, un baccar sin finalidad, al modo perverso del "derivacionismo". Quedarse sin sentido es quedarse sin fin, porque el fin está siempre-por-hacerse. Es como situar la causa formal en un futuro indeterminado, es como una ontogénesis plástica que nunca encuentra una forma determinada. Es atelía, es un proceso aformal,...y en este sentido sí hubo "infantessa" e incluso hubo adolescencia como momento puntual en el que se adquiere una forma, un fin, un objetivo formal: la prueba del niño como rito de iniciación. Pero lo que es novedoso ahora es esa adolescencia-divagadora y perdurable en el tiempo sin finalidad.
H.Merks
Ya lo ve, he decidido no hacerle caso. Pero es que me mantengo en mis trece. Con anterioridad al XIX, más que niños lo que había era adultos en miniatura. Incluso me atrevería a argumentar que la juventud es una invención de las dos primeras dėcadas del s xx. Respecto a la adolescencia, creo que en Occidente es un invento americano.
EliminarLos únicos enfermos y desgraciaditos son los profes, sólo hay que ver la oferta de cursillos para maestros tarados que hay por ahí, cuando antes había mucha más variedad, desde el macramé a la matemática moderna pasando por la creatividad plástica.
ResponderEliminarSuerte que una ya se jubiló jubilosamente.
Dos frases de este minidebate que me han gustado: la de Da. Julia que "ya se jubiló jubilosamente" (¡ojalá yo pudiera añadir a la mía tan jubiloso adverbio!) y esa otra que dice D. Gregorio: "tenim un fracàs en un sistema que exigeix poc. I tots tan contents". Porque eso sí que es sangrante, que se produzca en un sistema que exige tan poco.
EliminarEn cuanto a filosofar, siempre me llamó la atención que en mi materia (supuestamente "historia") se quisiera poner el acento en "los cambios" en vez de en lo que permanece -el poso que hace la historia, precismente, o al menos eso creo, y si no mira la estratigrafía con la que trabajan los arqueólogos. Ese acento en "el cambio" tiene que ver, me parece, con ese mirarse el ombligo adolescente: cambiar ¿para qué? En Historia el cambio es un fenómeno demasiado rápido para ser percibido.
http://www.bolinfodecarlos.com.ar/malestar_docente.htm
ResponderEliminarhttp://pedagogiauci.blogspot.com.es/2010/07/enfermedades-comunes-en-los-docentes.html
http://blogtrabajos.com/el-trabajo-de-los-maestros-y-su-salud/
Etcétera, etcétera...
Júlia: si la risoterapia es necesaria para centrar a los docentes, entonces es que ya no hay remedio. Estamos condenados.
EliminarEspero que haya podido disfrutar con el programa SINGULARS de esta noche en tV3.
ResponderEliminarPues no lo he visto.
EliminarPues mal hecho, Gregorio, la casa exige el equipo único, la lengua unica, los delirios históricos y también la televisión única... Ay, ay, qué pronto fugim d'escola...
EliminarYo prefiero decir -y de hecho así lo he dicho y escrito- que toda cultura es una continuidad polémica de una corriente histórica. Es polémica porque cada cultura posee su propia historia, tanto de realizaciones como de disensiones internas. Ninguna cultura, por definición, es un monólogo. Es, más bien, un flujo de afinidades y diferencias ordenado por el principio de continuidad (y efectivamente: también por los mitos que le son inherentes). En este sentido la escuela de una cultura sin complejos ha de invitar a los recién llegados (por nacimiento o inmigración) a participar en esta dinámica. Toda pedagogía digna de este nombre ha de ser capaz de permitir la movilidad del recién llegado en la corriente cultural comunitaria.
EliminarSimplemente no hay manera de vivir juntos sin algún sentido de copertenencia a algo que nos políticamente nos trasciende (y permítame que vuelva a recordar aquí la proximidad entre las categorías políticas y teológicas).
y aquí aparece la importancia de la mística, del maestro eckhart y de otros.
EliminarLo veo muy monotodo, Gregorio, y revistiendo de palabras vacías conceptos que se acercan a los dogmas, como muy bien reconoce. La continuidad de la "corriente historica", por ejemplo o "la corriente cultural comunitaria", ¿qué son, más allá de maracas huecas que rellena con golpes de bombo la baqueta del deseo? No le remito a "El mito de la cultura", de Gustavo Bueno, porque le supongo al tanto de tan interesante como corrosiva reflexión. Respecto de la corriente cultural comunitaria, al margen del escaso dinamismo que yo observo en esa supuesta acción, y la problematicidad del concepto cultura, ¿cómo vamos a ponernos de acuerdo en qué es "comunidad", si no hay día en que no se hable del riesgo de dividir Cataluña en dos comunidades enfrentadas? Mañana se manifiestan unos comunitarios que poca o ninguna comunidad comparten con quienes recortan servicios esenciales y se llevan los dineros pùblicos a las cuentas privadas y de partido. La atomización social ha vuelto imposible el concepto de comunidad salvo desde el punto de vista religioso, o político, sucedáneo del primero; del mismo modo que el deconstructivismo ha acabado con el mito de la identidad individual, ¡y no digamos con la lúgubre fantasía de la colectiva! Comprendo el impulso esperanzado que le anima respecto de la construcción social, pero advierto más "adoctrinamiento" que "enseñanza", y eso es lo que no comparto. Y sí, por supuesto que hay manera de vivir juntos bajo el paraguas de los derechos individuales recogidos en la Constitución, pero para eso no pocos de nuestros conciudadanos tendrían que renegar del "trágala" y el "cainismo" que nos han definido como peninsulares y españoles desde hace tantos siglos. Aquí sobran teólogos dominicos, canes de dios, y hacen falta más espíritus franciscanos, amantes de la diversidad y de lo vivo, ¿no le parece?
EliminarNo, no me parece, porque entre dominicos y franciscanos hay espacio, por ejemplo, para los jesuítas; pero creo que debemos dejar las cosas así, pues en caso contrario me vería obligado a hablar del hombre como animal político y ser, de esta manera, aún más monótono, con lo cual volvería a hacerme merecedor de sus reproches. Respecto a Bueno, siempre he pensado que su inmensa erudición estaba coja políticamente por falta de sindéresis.
EliminarReproches nunca, Gregorio..., afectuosas discrepancias y poco más. Lo que ocurre es se cuelan de matute en los razonamientos conceptos que vienen siendo sometidos a dura crítica desde los años veinte centroeuropeos: Krause, Adorno, Benjamin, etc., y no nos podemos conformar con la versión ingenua de los mismos.
EliminarYa entendí que eso es lo que nos separa: Yo acepto con plena consciencia la versión ingenua de esos conceptos, porque creo que son los que actúan políticamente y se encuentran en la superficie de la vida política. O sea, en la caverna. Y es que, además, creo que la verdad -al menos la política- siempre está en la superficie.
EliminarSe lo pongo aquí por si le quiere echar una ojeada. Ahora, ¡no se me excite eh!...
ResponderEliminarhttp://www.tv3.cat/videos/4020670/Dolors-Reig-Cap-a-una-intelligencia-collectiva
Tiempo ha, un alto político cuyo nombre callaré, me animó (y aquí caben las interpretaciones más sustanciosas de este verbo) a combatir "la hidra". "¿Qué hidra?", le pregunté. "¡La del progresismo educativo!", me contestó, añadiendo a continuación el nombre de alguna notable institución pedagógica. Me quedé perplejo porque él era un político de los autodenominados "progresistas" que oficialmente apoyaba a esas instituciones. Le dije que rechazaba sus ánimos. Ahora el sorprendido fue él. "Es que -le contesté- sólo acepto los ánimos de las personas que sé en qué creen". Se enfadó, claro.
Eliminarhttp://www.aprendemas.com/Noticias/html/N10026_F28032012.html
ResponderEliminarLas ocurrencias tienen una capacidad expansiva mayor que la de la dinamita.
EliminarGregorio afirma que la escuela ha devenido en una institución terapéutica. Ojalá. Pero ni eso. No es más que un almacén de niños y adolescentes. Un lugar donde estén a buen recaudo mientras sus padres cumplen con su jornada laboral. Lo que hagan o dejen de hacer en dicho lugar hace tiempo que dejó de importarle a todo el mundo.
ResponderEliminarhttp://antoniolopezpelaez.com
Acierta de pleno Gregorio al señalar que lo peor de la pseudopedagogía que padecemos es que ni siquiera es capaz de alcanzar sus modestísimos fines. Efectivamente, los niños y adolescentes víctimas de este experimento nefasto no son ni críticos, ni participativos, ni creativos.... ni nada que se le parezca remotamente. El fracaso es, pues, palmario. Pero no crean que los psicopedagogos se arredran. Muy al contrario, al constatar que han tocado fondo apuestan sin complejos por empezar a cavar. Genio y figura.
ResponderEliminarhttp://antoniolopezpelaez.com
Antonio: Terapéutica en el sentido de que su pretensión es la salud de un yo que se define a si mismo por su espontaneidad expresiva y por su falta del sentido del deber (que, como decía Kant, es el sentido imprescindible para afirmarse a uno mismo como ser libre).
ResponderEliminarTras leer lo último suyo en Ara, le dejo esto
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=lXKDu6cdXLI
Supongo que ya lo conoce, y hasta me temo que lo ví por aquí, pero 'per siunca' colgado está. Pecado sería que no lo viera.
En La Vaca Socrática están muy puestos en estas cosas. Pero gracias.
EliminarDos notas al margen del post: el anónimo que ha dicho algo sobre el misterioso maestro eckhart, no soy yo. Yo soy el anomino-sin-animo de polémica...o sí, el que ha comentado acerca de la singulares multimplicidades deleuzianas de la sociologa que habla de bob sponja y de amígdalas inflamadas con el feisbuc. Por otro lado,lo del animar a verlo, era una ironía!
ResponderEliminarSin ánimo de ningunear: pero es que los anónimos sois tan sin rostro...
EliminarNo me he sentido ninguneado con su frase. Pero su frase me evoca al nombre del Facebook que se convierte en una paradoja maravillosa. El Facebook como "Libro de las Caras", en un mundo 2.0 del anonimato y controlado en la red por los Anonymus.
ResponderEliminarEl anonimo que no trajo a este lugar, al dicho maestro Erckhart... diría que maestro neoplatónico y por tanto sospechoso de emanaciones tóxicas.
Ahora que he entrado desde otro ordenador, he tenido la suerte de contemplar el cuadro espeluznante del "ideólogo" que le señala al "cadete" (al "cadell") dónde le van a descerrajar un tiro entre ojo y ojo que le va a cortar el hilo de la vida en un suspiro. Desde la primera fila, el "destacado", con la medalla de honor de la aplicación, proyecta el imperio económico que construirá sobre la sangre del cadete. Casi todas las novelas alemanas de aprendizaje, los "bildungsroman", incluyen algún patriótico profesor nacionalista como el que se observa en el cuadro. ¡Cómo sufrieron los "otros", básicamente los niños judíos alemanes, la imposición escolar del prusianismo, de la volkgeist, del Reich cantado por Stefan George: "Das neue Reich"! Menudo programa comunitario que les volcaron encima... Curiosamente, George renegó de la barbarie nazi y negó hasta su muerte que su Reich pudiera ser equiparado al bastardo de las camisas pardas.
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