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miércoles, 30 de junio de 2010

De la utilidad de la historia en sentido moral

Cuando Baal Chem Tov tenía que resolver un asunto de la máxima dificultad, se recluía en un lugar determinado del bosque, encendía una hoguera y se concentraba en una plegaria silenciosa. Y lo que pedía, se realizaba.

Cuando, una generación más tarde, el Maggid de Meseritz se encontraba en una situación semejante, acudía al mismo lugar del bosque y decía: "Nosotros ya no sabemos encender el fuego, pero aún sabemos la oración" Y lo que pedía se realizaba.

Pasó una generación más y el Rabino Moshe Leib de Sassov tuvo que enfrentarse a lo la misma empresa. Fue igualmente al bosque y dijo: "Nosotros no sabemos encender el fuego, tampoco conocemos los misterios de la plegaria, pero conocemos aún el lugar preciso del bosque donde sucedía todo, y con eso es suficiente". Y fue suficiente.

Una generación más adelante, el Rabino Israel de Rishin, se vio también en la misma tesitura. Pero permaneció en su casa sentado en su silla y dijo: "Ya no sabemos encender el fuego, tampoco sabemos decir las plegarias, ni tan siquiera conocemos el lugar exacto del bosque, pero todavía podemos contar la historia". Y la historia que contó tuvo el mismo efecto que las practicas de sus predecesores.

Gershom Scholem,
Las grandes corrientes de la mística judía

domingo, 27 de junio de 2010

Una historia interminable

Esta historia, increíble por lo que cuenta, pero muy significativa por el hecho de que fuera contada y creída (por no hablar de las herencias literarias que incorpora), la escribió , hacia 1260, Santiago de la Vorágine.

Ciborea y Rubén esperaban un hijo. Y lo esperaban como todas las parejas, con mucha ilusión y cierta intranquilidad. Pero un día Ciborea soñó que estaba preñada de un hijo maldito, sometido al vicio, que sería la ruina del pueblo judío. En cuanto nació, se deshizo de él abandonándolo en el mar sobre una cesta de mimbre. Las corrientes llevaron a la criatura hasta la playa de una isla lejana donde fue adoptado por una reina estéril.

Cuando el niño se hizo adulto descubrió que sus padres no eran los que él había creído y huyó de la isla, hasta refugiarse en Jerusalén, donde se puso al servicio de Pilatos.

Paseando un día por las calles de la ciudad, descubrió unas manzanas muy jugosas en las ramas de un árbol de un jardín privado y las cogió a pesar de las airadas propuestas de su dueño, a quien finalmente mató. El muerto se llamaba Rubén y era, claro está, su padre.

Pilatos, en vez de castigarlo por lo que había hecho le concedió los bienes del difunto, incluyendo a su esposa.

Descubrió la verdad de lo que estaba haciendo cuando ya llevaba años acostándose con su madre. Atormentado por sus obras, abandonó la casa y se hizo discípulo de Jesús.

Me olvidaba de deciros el nombre de este desgraciado. Era Judas.

Judas, el prototipo de todos los judíos.

sábado, 26 de junio de 2010

¿La democracia es cosa de risa?

"Nadie tiene que tener miedo al Mejor Partido, porque es el Mejor Partido. Si no fuese así, debería llamarse el Peor Partido o el Mal Partido", Jon Gnarr.
La democracia siempre ha estado indefensa ante los comediantes. Y si no, que se lo pregunten a los islandeses, que acaban de concederle el 35% de los votos a Jon Gnarr, que fundó un partido para hacer una broma. El partido se llama El Mejor Partido.

viernes, 25 de junio de 2010

Carnap y Strauss en Chicago

Para el amigo Claudio, que me ha dado la idea.

Rudolf Carnap llegó a la Universidad de Chicago al mismo tiempo que Leo Strauss. Probablemente ambos se habían conocido en Berlín y, muy posiblemente se encontraron en Davos, en la gigantomaquia filosófica entre Cassirer y Heidegger. Strauss salió de Davos como un heideggeriano (como la mayoría de los jóvenes filósofos judíos) . Carnap, por el contrario, dedujo de todo aquello que Heidegger usaba el lenguaje de tal manera que en sus manos la significación se evaporaba dejando solamente un poso de gesticulación a la que no tenía inconveniente en calificar de Olímpica.

En Chicago Carnap emprendió junto a Neurath, la tarea fenomenal (que ponía de manifiesto una arrogancia filosófica en nada inferior a la de Heidegger) de editar la Enciclopedia Internacional de la Ciencia Unificada, que irónicamente no consiguió ni unificar las posiciones de los editores, que acabaron separándose.

Carnap nunca contó con muchos aliados en Chicago, pero su renombre internacional pesaba mucho más que las reticencias de sus colegas filósofos (entre los que se encontraba Strauss como colega y como reticente). No había mucho socialista en la facultad de filosofía, así que su pretensión de expandir el neopositivismo, convencido de que, en tanto que filosofía científica, provocaría una mejora generalizada de las maneras de pensar y, por lo tanto una mayor armonía social, la tenía que llevar a cabo casi como francotirador.

Digo "casi" porque no estaba completamente solo. Contaba con el apoyo de Charles W. Morris, que de hecho fue el responsable tanto de su contratación como de la de Neurath,. Juntos convirtieron la Universidad de Chicago en uno de los centros mundiales del neopositivismo.

Carnap, que estaba más pendiente de sus relaciones europeas que de las controversias locales, finalmente abandonó Chicago en 1952. Dos años antes había intentado conseguirle inútilmente un puesto a Popper. No lo consiguió gracias, entre otros factores, a la decisiva oposición de Strauss.

Hay que pensar en Strauss para entender lo que solía comentar Carnap sobre sus colegas en Chicago. Aseguraba que había tenido la sensación de encontrarse en medio de un grupo de sabios medievales con largas barbas y solemnes túnicas que se dedicaban a resolver la cuestión de cuántos ángeles pueden bailar en la punta de una aguja. Pero entre los discípulos de Strauss se respondía a esta crítica con una puya que a todos, menos a Carnap, les hacía mucha gracia.

En el transcurso de una visita de Bertrand Russell a Chicago éste y Carnap discutieron sobre la existencia de la realidad objetiva con tanto acaloramiento que acabaron preguntándose si podían demostrar la existencia de sus respectivas mujeres, que por cierto estaban presentes. Parece que Russell no fue capaz de convencer a Carnap de la existencia física de su mujer. Obviamente estas bromas molestaban profundamente a Carnap. Strauss, por su parte, no perdía oportunidad para poner en cuestión los esfuerzos del positivismo lógico (al que a veces se refirió como “ciega pedantería escolástica”) para clarificar el significado.

Es decir que. como todos tenían claro, no se entendían entre sí.

Habría que escribir una Historia de la Filosofía como relato de los desencuentros e incomprensiones entre los filósofos. Pero es más reconfortante escribir la Historia del Espíritu. Las historias de la filosofía no son, de hecho, historias de la filosofía, sino manuales de autoayuda que utilizan los filósofos cuando están deprimidos.

El primer post de mi nieto

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El sorprendente caso de Howard Engel

La sorprendente historia del novelista canadiense Howard Engel, que se despertó un día descubriendo que aunque podía seguir escribiendo, era incapaz de leer lo que escribía (vía).


martes, 22 de junio de 2010

Algunas cosas curiosas

  1. La Rioja es la comunidad española con mejores resultados en las pruebas de evaluación de competencias básicas. Es también la que tiene más alumnos extranjeros por aula (18,3%).
  2. Los alumnos emigrantes en Galicia son los que más rinden académicamente de todos los emigrantes. Tanto es así que su puntuación (494) es superior a la de los alumnos nativos en el País Vasco (480), Canarias (473), Baleares (473) y Valencia (470).
  3. El fracaso escolar de los niños es superior en todas las comunidades al de las niñas. Las diferencias más notables se encuentran (por porcentajes) en La Rioja (40,3-21,3), Castilla La Mancha (43,3-23,1), Murcia (42,3-25,8), Extremadura (40,7-24,7), Andalucía (41,4-26,6), Canarias (41,9-28,3), Baleares (48,3-32,2) y Valencia (45,5-29,5).
  4. Donde mejor lo tienen las niñas es en el País Vasco. Donde peor lo tienen los niños es en Baleares. Una niña guipuzcoana, al comenzar su escolaridad, tiene el 11,8% de posibilidades de fracaso, mientras que un niño de Baleares tiene el 48,3 %.
  5. La Rioja, la comunidad con mejores resultados tiene una ratio de alumnos por profesor superior a la de Asturias, Cantabria, País Vasco, Castilla y León, Aragón, Castilla La Mancha, Extremadura y Murcia.
  6. Los alumnos que menos repiten en primaria son los catalanes; pero son los que más repiten en secundaria.
  7. Los hijos de padres con estudios universitarios obtienen una puntuación media de 520 puntos; los hijos de padres que no han completado sus estudios, de 450 puntos.
  8. Tal como están las cosas un alumno sólo puede aspirar a la excelencia si es, preferentemente, de La Rioja (10-9), Asturias (12-6), Castilla y León (9-8), Aragón (12-8), Navarra (14-8) y Cantabria (13-7). La primera cifra indica el porcentaje de alumnos en los niveles de resultados más bajos y la segunda, en los niveles de resultados más altos. Las posibilidades disminuyen en Cataluña (19-5), País Vasco (16-4) y, especialmente, en Andalucía (23-3).
  9. La comunidad que más gasta por alumno es el País Vasco (9.835 euros) y ocupa el puesto 14 por resultados.
  10. Ayer, en un debate televisivo, la presidenta de Rosa Sensat me criticaba (¿o me despreciaba?) por "resultadista", es decir, por fijarme en cosas tan prosaicas y, por lo visto, tan escasamente pedagógicas, como los resultados.

Postales filosóficas: El nihilismo




Una cultura está en crisis cuando pierde su fe (insisto: su fe) en la capacidad de la razón para validar sus ideales.


Añado el martes 22 a las 22:50 h:
Entienden en Autoficción que lo que quiero decir es que "la razón es un asunto de fe". No es así. Lo que quiero decir es que la fe es muy razonable.

domingo, 20 de junio de 2010

Homero y Platón


Heráclito el Gramático (no confundir con el Oscuro) cuenta en sus Cuestiones Homéricas que si Platón expulsó a Homero de su ciudad, el cosmos entero se proclama como la patria de este inmortal poeta. Y Atenas, que repudió a Sócrates como ciudadano, hasta el punto de obligarle a beber el veneno, siempre manifestó el deseo de ser considerada como la única patria de Homero. Pero curiosamente, Homero no habría podido vivir bajo el régimen impuesto por Platón en su República.

Orfeo y las mujeres tracias

Cuenta Konon en sus Diegeseis que Orfeo murió porque las mujeres tracias y macedonias lo descuartizaron, enfadadas porque no les dejaba participar en los ritos mistéricos. Decían que después de lo que le había ocurrido con Euirídice, Orfeo odiaba a todas las mujeres, sin poder soportar su proximidad.

Una vez al año se reunían en Libetra una gran multitud de tracios y macedonios armados, frente a un edificio grande y bien construido para practicar los ritos iniciáticos. Cuando entraban en el edificio, deponían las armas ante la puerta. Las mujeres aprovecharon este momento y tomando las armas, dejándose llevar por la ira acumulada, mataron a cuantos hombres pudieron y a Orfeo lo despedazaron, miembro por miembro, y echaron sus restos al mar.

Tiempo después un pescador se sorprendió al atrapar en su red la cabeza de Orfeo, que continuaba cantando, sin haber sufrido ningún daño por culpa del mar, ni ninguna de las desfiguraciones a que se ve sometida la carne humana de los cadáveres. Por el contrario, continuaba radiante de belleza y parecía que la sangre le seguía circulando por las mejillas.

Los tracios le hicieron un gran funeral y lo enteraron en un gran túmulo, rodeándolo con un recinto sacro, que constituía un "herôon", un lugar consagrado a un héroe, pero que tenía la apariencia de un templo.

Orfeo fue honrado con ofrendas sacrificiales como las que se dedicaban a los dioses. El recinto sigue siendo absolutamente inaccesible a las mujeres.

Ruja Popova, mujer tracia, junto al "heroon" de Alexandrovo, cuyo interior, sacrosanto, contaminó con su presencia. Y aquí está, riéndose tan feliz. Estas mujeres tracias son tremendas.


viernes, 18 de junio de 2010

Futesas

I

- ¿Y tú en qué crees?
- Más que creer espero.
- ¿Y a qué esperas?
- Como San Agustín espero que Dios en su misericordia me haga permanecer constante en todas las verdades que tengo por ciertas.
- ¿En todas?
- Bueno...

II

- ¿Y por qué cambiamos entonces de opinión?
- ¿Cambiamos de opiniones o mudamos de afectos?

III

Pienso en el ermitaño que se dirigió a Cilina, la madre de San Remigio, cone stas palabras: “Tú ungirás mis ojos con la leche de tus pechos y yo recobraré la vista”.

IV

Epicteto: "Ser libre es querer que las cosas sucedan como suceden”
Marx: “Ser libre es actuar para transformar lo que existe.”
Spinoza: “El hombre que se cree libre ignora las causas por las cuales está determinado”

V

Schopenhauer: “Yo estoy infinitamente persuadido de que si no quedasen más que dos hombres en el mundo, el más fuerte no vacilaría un minuto, al faltarle sebo con que frotar sus botas, en matar a su único compañero para disponer de su grasa”

Diderot: “Si el pequeño salvaje fuese abandonado a sí mismo, le retorcería el cuello a su padre y se acostaría con su madre.”

Hobbes: La vida en estado de naturaleza es solitaria, pobre, grosera, brutal y corta.

VI

Plauto: "Lupus est homo homini, non homo".
Erasmo: "Homo homino aut deus aut lupus".
Hobbes: "Homo homini lupus"

miércoles, 16 de junio de 2010

La grandeza moral de la pedagogía catalana

Cataluña tiene un sistema escolar que es incapaz de enseñar a leer a uno de cada tres alumnos. Curiosamente este porcentaje coincide con los niños que no tienen apenas libros en casa. Así que, dicho de manera cruda y directa, el sistema educativo catalán no parece tener ninguna utilidad práctica para los niños pobres.

Cataluña tiene un sistema educativo que justifica sus fracasos alegando la alta tasa de emigración. Es incapaz de ver que el porcentaje de niños emigrantes en las escuelas riojanas es superior al de las escuelas catalanas. ¡Y para nosotros quisiéramos los resultados de las escuelas riojanas!

Cataluña tiene un sistema escolar en el que el porcentaje de personas que se incorpora a la sociedad civil sin un título es superior al porcentaje de los miembros actuales de la sociedad civil catalana sin título.

Sin embargo el sistema escolar catalán no se modificará porque se ve a sí mismo ennoblecido por los más excelsos propósitos morales. Por lo tanto, si la realidad no está a la altura de los propósitos del sistema escolar catalán, peor para la realidad.

Por cierto, para quien tenga dudas de la nobleza moral de la pedagogía oficial catalana, que eche una ojeada a esta noticia, que sólo puede ser el preludio de una campaña de boicot generalizado contra los productos, juguetes incluidos, de todos aquellos países que no respeten los derechos humanos... claro que... ¿respeta la pedagogía catalana los derechos humanos de ese tercio de la población escolar catalana a la que es incapaz de enseñar a leer?

A vueltas con la felicidad

Eso de poner a caldo la felicidad parece que ha tenido éxito. Y me preocupa. No es que no esté del todo de acuerdo con Gottfried Benn cuando dijo aquello de "Ser tonto y tener trabajo, he ahí la felicidad"... es que no quisiera andar cultivando una pose pesimista a lo Shopenhauer. Da demasiado trabajo. Y es agotador mantener las veinticuatro horas del día la pose desgraciada. No entra en mis planes poner en el umbral de este Café de Ocata "La vida es un negocio que no cubre los gastos", ni nada parecido. Lo opuesto a la felicidad no tiene por qué ser una infelicidad permanente, basta con una frágil felicidad circunstancial.

lunes, 14 de junio de 2010

A partir de mañana en las librerías


Comencé la traducción disciplinadamente, pero poco a poco fui tomándome pequeñas libertades que, para cuando me quise dar cuenta, habían dado cuerpo a capítulos enteros. Así que "La escuela contra el mundo" es un libro muy diferente de "L'escola contra el món". Tiene más páginas, me parece mejor estructurado y creo que también es más valiente.

En la edición catalana estamos a punto de alcanzar los 7.000 ejemplares vendidos, que no es moco de pavo y las críticas han sido, en general, muy elogiosas. Destacaré, la de Patricio Caivano en El Periódico: "Gregorio Luri critica sin tapujos la acreditada nómina de tópicos pedagógicos hoy en día generalizados como axiomas que han devaluado la autoridad del maestro, el prestigio de la escuela o el puro sentido común.” Esa es, exactamente, mi pretensión.

domingo, 13 de junio de 2010

Contra la felicidad. En defensa de la melancolía

I
Los maestros, que enseñen a leer; que si los niños quieren ser felices, ya acudirán a los libros de autoayuda... o al psiquiatra, en busca de prozac.

II
Para Goethe, la felicidad, simple y llanamente, era cosa de plebeyos.

III
Le escribe Baudelaire a un conocido: “Dice usted que es un hombre feliz. Lo compadezco señor, por ser tan fácilmente feliz. ¡Ya tiene que haber caído bajo el hombre para creerse feliz! Estimo más, mi distinguido amigo, mi mal humor que su beatitud. El hombre feliz ha perdido la tensión de su alma. Ha caído irresistiblemente. La felicidad no puede ser otra cosa que inmoral, amigo mío”.

IV
Nuestro tiempo cree posible programar la felicidad. Véase el libro de Lord Layard of Highate, La felicidad. Lecciones de una nueva ciencia.

V
Para hacer feliz a un hombre, normalmente basta con elogiarlo.

VI
Chamfort: “La felicidad no es cosa fácil: es muy difícil encontrarla en nosotros, e imposible encontrarla en otra parte.”

VII
"Si realizas algo bueno con fatiga, la fatiga se va, lo bueno se queda. Si haces algo vergonzoso con placer, el placer se va, lo vergonzoso se queda". Estas palabras del estoico Musonio me gustan. Especialmente porque las encuentro en las antípodas de la pedagogía moderna.

VIII
"En realidad, sólo se puede experimentar la belleza cuando tenemos el melancólico presentimiento de que todas las cosas del mundo acaban. Es la fugacidad de un objeto la que le confiere belleza, y esa fugacidad se manifiesta en sus grietas y fisuras, que son manifestaciones de decrepitud. Temer a la muerte es renunciar a la belleza a cambio de lo bonito, esa rebelión fláccida contra la corrosión. Caminar pensando en la muerte es abrir el corazón a relámpagos de fuego que no tienen igual"
Eric C. Wilson
"Contra la felicidad. En defensa de la melancolía"

viernes, 11 de junio de 2010

Los fines de la educación

Me preguntaron cuáles son los fines de la escuela y esperaban, creo, que les hablara de valores. Les dije, decepcionándolos, que eran los siguientes:
  • Conseguir que los niños capacitados trabajen de acuerdo con su potencial y los poco capacitados por encima de su potencial.
  • Convencer a los niños de familias pobres que deben trabajar más que el resto.
  • Conseguir que el país sea un agente real de la internacionalización
  • Transmitir a las nuevas generaciones lo mejor del legado cultural colectivo.
"¿Y los valores?", me preguntó alguien a todas luce molesto con mis palabras. "No andamos precisamente escasos de valores en las escuelas -le contesté-. Si usted visita una cualquiera, tanto da que sea pública o privada, se encontrará con una exaltación iconográfica de la paz, la interculturalidad, la igualdad de género, la ecología... Los pasillos de las escuelas son mercadillos de valores". "¿Y eso está mal?", me preguntó. "No, si los padres son conscientes de qué valores se valoran y qué valores se minusvaloran en la escuela de sus hijos." "¿Pero no es lógico que una escuela pública defienda esos valores?" "No veo qué tendría de ilógico defender en una escuela pública que trabajar duro merece la pena, que el profesor sabe más que el alumno, que en tiempos de crisis la limpieza del centro la realizan los alumnos o que nuestros soldados en Afganistán son NUESTROS soldados". "¿Y no le parece que la felicidad del niño tendría que ser el fin más importante de la escuela?". "¡Yo no creo que el Estado debiera gastarse un duro en semejante despropósito, ahora bien, me parecería magnífico que los padres que que desean que sus hijos sean felices dispongan de sus propias escuelas."

Me temo que de este lugar no me volverán a llamar más. No me preocupa. Esta mañana he recibido un mail de la directora de una escuela que estaba entre el público invitándome a visitar su centro e inmediatamente le he contestado aceptando su invitación.

jueves, 10 de junio de 2010

Cafeina y pedabobía

Sí, Ángel, la desazón aumenta.

Ya sé que no es consuelo sano, pero sí que proporciona un cierto entretenimiento eso del consuelo de tontos. Por eso, como un tonto que se dirige a otro tonto, te cuento que un portal pedagógico francés, de hecho, todo un señor café pedagógico, se lamenta de que los conservadores ingleses hayan decidido ni más ni menos que atentar contra lo más sagrado: Las TIC. Los muy hijos de la Gran Bretaña se empeñan en llevar su voracidad recortadora hasta las nuevas tecnologías. ¿Pero hasta dónde vamos a llegar con esta desmesurada pretensión de entender las cuentas del Estado como si fueran las de una familia sensata?

Los sensibles pedagogos del café pedagógico (¿a qué sabrá un café pedagógico?) se llevan las manos a la caberza porque "On attendait des enfants un certain niveau de maîtrise des TIC, par exemple de Facebook, du tableur, de Twitter, et on considère cette exigence comme aussi importante qu'apprendre à compter".

Sí, hay que leerlo de nuevo: "... et on considère cette exigence comme aussi importante qu'apprendre à compter."

Realmente cuesta entender que el gobierno británico no sea sensible a los espasmos de los consumidores franceses de cafés pedagógicos.

Y, por cierto, lo de "caberza" es exactamente eso, una "caberza". ¿Saben ustedes lo que es una berza?

miércoles, 9 de junio de 2010

Having fun, sugar?

A mi siempre me ha resultado complicado saber exactamente cuál es la ideología de ZP. Ahora, viendo cómo carga Leguina contra ZP, lo que me resulta complicado es saber cuál es la ideología del PSOE.

martes, 8 de junio de 2010

El miércoles, a Lleida

Lleida: Xerrada "Escola avui, realitats i expectatives"

Dimecres 9 de juny

Inauguració del Cicle "Reflexions sobre educació"

Lloc: a l'Institut Municipal d'Educació (Bisbe Torres, 2)


Intentaré estar a la altura del presentador, Albert Aixalà, director de la Fundació Rafael Campalans.

sábado, 5 de junio de 2010

¿Es universal el deseo de saber?


Pudiera ser que la mente humana no estuviera evolutivamente diseñada para pensar, sino para hallar respuestas inmediatas, es decir, para acogerse a los automatismos necesarios para resolver eficazmente los retos que nos salen al paso. Con frecuencia lo eficaz es actuar, no detenerse a pensar. Y cuando la urgencia apremia, lo mejor es disponer de un repertorio de respuestas que nos ahorren el esfuerzo de pensar.

Aunque todos el mundo sea curioso por naturaleza, no todo el mundo piensa rigurosamente. Buenos pensadores, de hecho, hay pocos, poquísimos. Casi son la excepción. Incluso nuestras convicciones están articuladas con resúmenes muy sucintos de lo que otros nos han dado a pensar. Con frecuencia nos jugamos la vida sin suponer que el que articuló nuestras convicciones podía haberse equivocado. Nuestras creencias suelen ser platos recalentados.

Somos naturalmente curiosos, pero la curiosidad es frágil y si exige el mantenimiento prolongado de una atención profunda, no tarda en resquebrajarse. En realidad todo esto lo sabemos bien. Por eso no nos sorprende que haya más gente divirtiéndose leyendo revistas del corazón o resolviendo crucigramas o sudokus que buscando denodadamente la respuesta exacta a un problemas matemático complejo.

Y con respecto al pensamiento crítico, que hoy todos los planes escolares defienden... pues no deja de ser un timo. A nadie le parece muy crítico el pensamiento que no coincide con el suyo, sino simplemente disparatado. Los que defienden el pensamiento crítico se están pasando el incensario. Lo que hay que defender, en todo caso, es la dignidad del pensamiento riguroso.

Otro día hablaré de la creatividad, eso tan difícil de lograr que nos contentamos con fomentar entre nuestros alumnos las ocurrencias. Ya que no pueden ser creativos... intentamos que sean acríticamente espontáneos.

viernes, 4 de junio de 2010

San Agustín va al cole

Habla muy mal Agustín de sus maestros de escuela en las Confesiones. Los recuerda como tristes sádicos de mano larga y corta inteligencia, pero a los que, incomprensiblemente, sus padres hacían caso. Las cosas iban mal porque a él le gustaba jugar más que estudiar, mientras que los maestros, ciegos a sus necesidades lúdicas, estaban empeñados en que dedicara el tiempo de estudio al estudio. A veces sugiere que las cosas importantes las aprendió "sin la presión odiosa" de los maestros. En algún caso se deja llevar por la hipérbole, tan del gusto de la casa, y habla "del vino del error que nos propinaban maestros borrachos". Nada hay nuevo en estas quejas. Todo esto no sería más que un recitado agrio de lugares comunes si no fuese por dos hechos relevantes. El primero es que Agustín se ve obligado a reconocer que eso de la inocencia infantil no hay que tomárselo al pie de la letra. El segundo, de más peso, tiene que ver con su paso de discípulo a maestro, y sus confesiones de fracaso cuando tiene que sufrir en sus propias carnes las gamberradas de sus alumnos.

Llevamos hablando mal de los maestros desde que los hay. Eso o significa que estamos todos locos, por mantener una institución dedicada al sadismo sañudo contra la infancia, o, simplemente, que el magisterio es una institución imprescindible... aunque diste mucho de ser perfecta (podríamos decir lo mismo de otras muchas profesiones, obviamente).

Tanto tiempo como llevamos hablando mal de los maestros llevamos investigando formas eficientes de aprendizaje que no nos exijan pagar el peaje del esfuerzo, de la evaluación, de la comparación y del fracaso potencial. No las hemos encontrado. De hecho hasta en los mejores sistemas educativos, y hasta en las mejores escuelas de esos sistemas, las más constructivistas, dinámicas, centradas en el alumno y generadoras de interés, los niños siguen remoloneando en la cama cuando los despiertan por la mañana para ir al cole.

Evidentemente, no cambiaremos la escuela hasta que no cambiemos la realidad, que se empeña, la muy terca, en ser tan conservadora.

Podemos dejar de utilizar la sangre para abrirle el camino del alma a la letra, pero ésta, la letra, no hay manera de que se aposente en nuestra inteligencia gratuitamente, sin ejercicio ni esfuerzo. Podemos evitar que las aulas sean mazmorras, pero no que dejen de ser aulas... mientras queramos seguir manteniendo abiertas las escuelas.

miércoles, 2 de junio de 2010

Agustiniana

Como el lunes tengo que hablar del amor, ando releyendo Las confesiones del infinito Agustín. Inevitablemente, ahora, a mis cincuenta años, me encuentro con un Agustín diferente del que me encontré a los treinta. No sé si es que ahora lo leo mejor o que, simplemente, me he encontrado en cada caso con el Agustín adecuado para mi edad lectora. Ahora lo leo con cierta distancia y a veces me parece que el alma retórica que siempre tuvo, es incapaz de resistirse a la tentación del barroquismo formal, con lo cual la confesión es una creación, más que una recreación de sí mismo. Por ejemplo: "¿Dónde estaba yo cuándo te buscaba? Cierto que tú estabas delante de mí, pero como yo había huido de mí mismo, no me encontraba. ¿Cómo iba a encontrarte a ti?" (V.2). Pero aquí se encuentra también ese punto de voluptuosidad literaria que provoca su lectura. ¡Cuántos poetas modernos lo imitan sin saberlo! Más aún: a veces me parece que Las Confesiones son el primer capítulo de la literatura moderna.

Vehemencia

 I Tras tres días sin poder separarme de Benjamin Labatut y su Maniac , pero ya he cerrado la última página. Y como suele ocurrir cuando has...