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martes, 3 de febrero de 2009

Noches de versos y vino

En el cruce del Carrer de la Lluna con Ferlandina un hombre de unos cuarenta años, apoyado en una muleta, habla a gritos con una mujer que come pipas mecánicamente. Es imposible no escuchar lo que le dice mientras paso a su lado camino del Horiginal: ¡Tu me tocas a mis hijos y yo te meto una opa que te doy fuego!. Hoy es miércoles, y si es miércoles, toca poesía.

Sigo adelante cruzándome con varios filipinos que hablan en grupillos junto a un mural con un poema de Bertolt Brecht. Hay muchas maneras de matar / pueden clavarte un cuchillo en el vientre / quitarte el pan…. Alguien ha escrito tras el último verso un contundente muerte al policía violento. Atravieso Joaquín Costa y sigo por Ferlandina hasta desembocar frente al MACBA. A la izquierda unas cuantas personas charlan animadamente en las mesas de una terraza tranquila, bajo el mural de Chillida que cierra por poniente La Plaça dels Àngels. Otra mano anónima ha dejado aquí también su huella literaria: El tiempo es el fuego que nos consume. ¿Qué fue anterior el graffiti o la ciudad? Los batacazos de los monopatines de los skaters que hacen piruetas circenses por la plaza son ensordecedores. A mi derecha, en el número 29 de Ferlandina se encuentra la entrada del Restaurante Horiginal. En el escaparate se tienta al paseante con tapas, bravas, ravas, croquetas y poesía. Un “paqui” que lleva varias cervezas en la mano, me ofrece una Estrella. Le digo que no y entro en el restaurante. Al fondo se encuentra el “Obrador de Recitacions i Noves Actituds Literàries”. Para entendernos: el “Orinal”.

El Orinal es un híbrido de gruta de las ninfas, mansarda de Ronsard, taberna portuaria, tertulia literaria y café teatro. Es, también, una apuesta radical por la independencia. Aquí ni se reciben subvenciones ni se paga un céntimo de euro a los poetas que vienen a recitar. Aquí se hacen las cosas por amor al arte. Pero, si como ha dejado dicho Wallace Stevens, poetry is the subject of the poem, la joven poesía catalana es la protagonista de este espacio, donde se autocongrega cada miércoles a partir de las ocho de la tarde. Esto no quiere decir que por el Orinal no pasen de vez en cuando poetas maduros o que entre el público escaseen las canas. Un martes de enero en que recitaba Ferran Aisa me senté junto a un anciano que sorbía un cacaolat de la botella con una pajita. Me aseguró que estaba a punto de cumplir ochenta años y que se descubrió a sí mismo como poeta en 1993. Desde entonces escribe una carpeta de poemas por año. Me van mejor los amorosos –me dijo-. A la noche, después de cenar, hago dos. Los que más me gustan son los de amor, los de te quiero-me quieres, que me salen fáciles. Primero los escribo con lápiz y después los paso a máquina. A lo largo del recital me susurró comentarios muy atinados sobre la extensión de cada poema. “Este es largo”, “este es corto”, etc.

Ferran García (Quirky) y Josep Pedrals son los encargados de mantener el Orinal en ebullición. Su presencia es palpable en el punto de entusiasmo espontáneo y cordial con que aquí se vive el desgranarse del tiempo, de verso en verso, de vaso en vaso y, por supuesto, de beso en beso. Subal, bloguero mítico, me comenta refiriéndose a Quirky: Este hombre es sencillamente increíble. Hay una generación de poetas que no sabe cuántas cosas le debe. Le debe un espacio de acogida para toda la poesía, desde las nuevas formas, que andan moviéndose entre los ritmos hip-hop de los rapsodas callejeros y la estética “indie” o la lírica más destilada (clásica o postmoderna), hasta las eses enroscadas de Cassasses (porque aquí hasta los poetas mediáticos son bien venidos si ya vienen remangados). El Orinal, de hecho, se está convirtiendo en un centro de irradiación poética. Aut Orpheus aut nihil!, gritó un día Jordi Florit desde el escenario. Y no hubo ni un gesto de escepticismo entre el público.

La influencia lírica del Orinal se extiende, contagiosa, por la ciudad (los viernes poéticos del Café del Sortidor) y su periferia (los martes poéticos del Vins i Divins del Masnou) y sus ecos son celebrados con complicidad en las tierras del Ebro y en las Baleares. Tiene también, como no podía ser menos, sus ramificaciones en Internet. No en vano es el refugio de la que podríamos llamar –con el permiso de críticos más juiciosos- la “bite generation” de la poesía catalana. Me refiero a un grupo de poetas que anda en torno a la treintena integrado por Josep Pedrals, Francesc Gelonch, Joan Todó, Eduard Escoffet, Núria Martínez Vernis, Jaume C. Pons, Max Besora, Jordi Nopca, Jordi Florit… Me parece claro que comparten un sentimiento deportivo del oficio de poeta, una extraordinaria capacidad creativa para jugar con imágenes semánticamente muy ricas y enfrentarlas a sus contraimágenes, de ahí que sea en ellos tan frecuente el oxímoron, la aliteración y, especialmente, la ironía de la onomatopeya y el juego de palabras. Tienen, además, suficiente desvergüenza como para, si es preciso, disfrazar a Orfeo de Jimi Hendrix y servirle las mieles de Ronsard con espárragos frescos de la Boquería. Pero me temo que comparten también su rotunda negativa a considerarse miembros de ningún grupo poético.

No tengo ni idea cuánto tiempo se mantendrá encendida en Barcelona la vitalidad de esta llama poética, pero sí sé, sin ninguna duda, que si el Orinal echa un día –esperemos que aún lejano- el cierre, se clausurará el lugar que ha apostado con más fe y más honestidad por los jóvenes poetas catalanes en toda la ciudad. Y -quand vous serez bien vielle- le agradeceremos melancólicamente el regalo espléndido de aquellas noches en las que la poesía se apoderó de nosotros como el entusiasmo de los antiguos rapsodas y fuimos vacantes y sátiros de la lírica y mecidos por sus ritmos nos dejamos arrastrar más allá del compañero de mesa, amigo o desconocido, más allá de la carne entrevista y vibrante, más allá del vaso de cerveza, hacia ese lugar dónde sólo se habita como palabra entre las palabras y donde todo resuena vivo, vibrante y verdadero y –me dice Subal- entonces un calor que no sabes de dónde viene, pero que de pronto comprendemos que es lo que veníamos a buscar, nos recibe con los brazos abiertos. Se trata, claro está, d'aquell cech foch qui.ls amadors s'escalfen al que cantaba Ausias March.

L’Horiginal: Café + poesía + restaurante. Los recitales poéticos tienen lugar los miércoles a las 20 h.
Ferlandina 29 (delante del MACBA)

El blog de l’Orinal (Obrador de Recitacions i Noves Actituds Literàries)

Este post recoge un artículo que aparecerá en el próximo numero de la revista Barcelona Metropolis

12 comentarios:

  1. Iba a escribir "una cierta envidia", pero prefiero escribir "Ciertamente, os envidio".

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  2. A menudo esta bitácora despierta muchas de mis curiosidades, ¡y no hay cosa más sana!
    Obraremos en consecuencia ;)

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  3. Para estar recién salídos de comisaría, no se nos ve demasiado mal.

    (Sra. Luri. estaba vd. También presente por ahí)

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  4. Don Pere: En este caso obre, por favor, sean las que sean as consecuencias.

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  5. Ignacio se refiere a las dos fotos de la columna lateral. Efectivamente, fueron horas duras, pero supimos resistir los interrogatorios sin chivatazos. Eso sí, ahora que los dos estamos libres y él ya debe estar a salvo, tengo que decirlo claro y alto: Es una mala compañía.

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  6. Don Gregorio,

    lo del orinal en ebullición, sensacional. El resto, una crónica cultural de las de antes, de las que, como decían Luis Rivera y peremeg, crean afición.

    Saludos emocionados

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  7. Adu: Recjo su salido agradecido, sé muy bien cuánto vale.

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  8. Vuestra andanza por el Soviet Maoísta de Katalursssnya fué seguida, filmada y grabada:
    Neofascistas ultraconservadores: sereis debidamente reeducdados para ejemplo del pueblo proletario oprimido.
    No escapareis con vida.

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  9. ¡Joder, don Gregorio, cómo me gusta usted!
    Francis

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  10. por alusiones: veo que juiciosamente espera usted un critico idem (aqui no hay tildes, pero no por inconsciencia mia sino por ignorancia informatica; no se que le pasa a este trasto...), y por eso no entrare en si en esa hipotetica generacion que usted dibuja, asfaltando el camino con buenas intenciones, falta este o sobra aquel (en realidad los que usted cita son buenos escritores, aunque no se si el que va despues del Gelonch me convence), o tal no hace aliteraciones, etc.
    intentare formularlo de manera delicada para no ofender a los organizadores del ciclo, que buenamente hacen lo que pueden (entre otras cosas, invitan al poeta a cenar): el hecho de no cobrar no tiene ninguna relacion con la independencia, al contrario de lo que se colige de su tercer parrafo. al contrario: es el dinero, el hecho de tener dinero, y por tanto tener la "vida asegurada" el que te permite hacer lo que te de la gana (Simmel lo dijo mas prolijamente, y seguramente de forma mas acertada que yo). es cierto que una subvencion puede imponer limites a la expresion, pero no creo que eso se pueda extender a todo tipo de intercambio monetario. en musica, por ejemplo, donde la "independencia" se ha convertido incluso en un movimiento estetico, no vera usted a nadie que toque por amor al arte. entre otras cosas porque tienen que comprar guitarras, arreglarlas si es el caso, necesitan electricidad, etc. puede parecer que la poesia es mas pobre, pero no crea: necesitamos diccionarios, para empezar. naturalmente, el hecho de ganarse la vida en otros oficios, tiene la ventaja de no tener limites en lo que es tal vez un simple hobby; pero al mismo tiempo significa que no tenemos el tiempo necesario para mejorar, aprender, ensayar, equivocarnos, volver a intentarlo. es decir, hacer las cosas "por amor al arte" acaba transformando el arte en un simple hobby, sin mas transcendencia. y no creo que nadie escriba (y aun menos lea o escuche) para eso.
    pues eso. debo decirle, de todos modos, que me ha encantado el articulo. y disculpe la falta de acentos.
    un saludo,
    p.c.

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  11. Señor PC: Usted habrá visto que este no pretende, ni de lejos, ser un texto objetivo, centrado, mesurado, equidistante, etc. En un texto partidario, parcial, sesgado. Así que estando de acuerdo con usted, tengo que quitarle la razón por eso mismo, ya que con este artículo pretendo contribuir (aunque sólo sea una miajilla de nada) a que (al menos) alguno de los poetas que cito pueda llevarse algo más consistente a la boca que el arte. Yo he querido hacer un oxímoron.

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