sábado, 2 de octubre de 2021

Placeres grandes

Placeres grandes son aquellos que más disfrutas. Por ejemplo, a mi edad, el de levantarme descansado y con la cabeza despejada, para comenzar el día con espíritu inaugural. Es este un placer nuevo que se presenta cuando él quiere y por el que hace algunos años no hubiera dado ni un céntimo (de peseta) y ahora me parece un lujo. 

Uno asiste un poco desconcertado a la reorganización de sus posibilidades de hedonismo y sabe que hay que atrapar al vuelo cualquier nuevo gozo que te ofrezca la vida y este de levantarse más liviano no es pequeño.

Levantarse bien dormido, ducharse, ponerse ropa limpia y salir a la calle con un libro en el bolsillo a respirar el primer aire del día y a desayunar un buen café con leche. ¡Ahí es nada!

2 comentarios:

  1. Si señor. Totalmente de acuerdo. Después de toda una vida con el petardo en el culo, y viviendo en la ciudad, ahora, en un pueblecito tranquilo, ese café de la mañana en un bar frente a la estación, sin prisa, y con el libro (electrónico) se me antoja que pueda ser la antesala del paraíso de los creyentes.

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  2. Comenzar el día "con espíritu inaugural" me parece un bonito hallazgo, D. Gregorio. Basta una cierta experiencia de la vida (no escasa, ay) para compartir o al menos entender perfectamente lo que se nos dice aquí.

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