Para que quede clara mi condición, he de confesar que hoy he vuelto a acompañar a mi mujer de compras a un centro comercial de Barcelona, Diagonal Mar.
Un centrro comercial es como el Hades.
Ya la entrada con el coche por el parquing tiene algo de tenebroso y lo que viene después es un continuo volver la cabeza en busca de Eurídice, que nunca está donde la buscas.
Al final, uno siente su cabeza poblada de melodías incomprensibles mientras desciende, como la cabeza de Orfeo, pero no por el Hebros, sino por la escalera mecánica que lo conduce hacia el Leteo.
Queda clara su condición: es usted el hombre del siglo XXI. Superado el Übermensch nietzscheano por una forma aun más radical de modernidad, la escalera mecánica le permite descender cómodamente al abismo, donde podrá encontrar mil y un productos que harán su vida más agradable.
ResponderEliminarPues no encuentro argumentos para llevarle la contraria.
ResponderEliminar