Reivindicas la presencia de la ciencia rigurosa en la formación de los alumnos (¡como no puede ser de otro modo!), pero me asalta la duda de si no vas a ser mal interpretado. Porque resulta que muchos de los partidarios de algunos de los desatinos propuestos por el innovacionismo sostienen su posición beligerante precisamente sobre la pretensión que lo que dicen es lo que la ciencia nos enseña que hay que hacer. Su argumento es que "la neurociencia ha demostrado que", y toda disidencia sobre lo que sigue es tratada de retrógrada, dogmática e irracional. Me pregunto si, más que en la ciencia -que también puede ser utilitzada retóricamente-, no habrá que poner el acento en el rigor. Por supuesto que el cultivo riguroso de la ciencia es saludable y deseable desde el punto de vista formativo, incluso, más allá de los contenidos, en la formación moral de los alumnos. Pero un lector poco atento podría concluir de tu entrevista que defiendes la ciencia "sobre las humanidades". Estoy seguro que estarás de acuerdo con que sería una mala interpretación de lo que dices. Pues la lectura rigurosa de los clásicos es por lo menos tan beneficiosa como el cultivo riguroso de la ciencia. Al fin y al cabo, si un texto literario merece ser leído en clase es porque soporta lecturas diversas y constituye así, ¡él también!, un antídoto contra el dogmatismo. ¿Cabe, por ejemplo, una lectura "dogmática" de "Crimen y castigo" o de "El camino"? Ciencia sí, letras también, y sobretodo respeto por lo que enseñamos y rigor en la manera de transmitirlo... Un docente jamás puede ser irónico o sarcástico, pues debe tomarse en serio que lo que transmite es importante. (Ui, ¡qué sentencioso me ha salido! Lo dejo como está porque tú ya me entiendes...).
Tienes razón. Pero hay batallas que conviene dar con algunas argucias retóricas. Cuando la ideología se presenta descaradamente como ciencia dogmática y excluyente, conviene que acudir a los científicos para que sean ellos los que digan que no hay ciencia dogmática.
Xavier hay incluso en Wikipedia una entrada con mi nombre que no tengo ni idea de quién ha confeccionadoo, pero que me viene muy bien en las charlas para demostrar que no hay que fiarse de la credibilidad de todo lo que se encuentra en Internet.
En el País te hacen doctor en filosofía por la Universidad Autónoma de Barcelona...
ResponderEliminarQuerido Gregorio,
ResponderEliminarReivindicas la presencia de la ciencia rigurosa en la formación de los alumnos (¡como no puede ser de otro modo!), pero me asalta la duda de si no vas a ser mal interpretado. Porque resulta que muchos de los partidarios de algunos de los desatinos propuestos por el innovacionismo sostienen su posición beligerante precisamente sobre la pretensión que lo que dicen es lo que la ciencia nos enseña que hay que hacer. Su argumento es que "la neurociencia ha demostrado que", y toda disidencia sobre lo que sigue es tratada de retrógrada, dogmática e irracional. Me pregunto si, más que en la ciencia -que también puede ser utilitzada retóricamente-, no habrá que poner el acento en el rigor. Por supuesto que el cultivo riguroso de la ciencia es saludable y deseable desde el punto de vista formativo, incluso, más allá de los contenidos, en la formación moral de los alumnos. Pero un lector poco atento podría concluir de tu entrevista que defiendes la ciencia "sobre las humanidades". Estoy seguro que estarás de acuerdo con que sería una mala interpretación de lo que dices. Pues la lectura rigurosa de los clásicos es por lo menos tan beneficiosa como el cultivo riguroso de la ciencia. Al fin y al cabo, si un texto literario merece ser leído en clase es porque soporta lecturas diversas y constituye así, ¡él también!, un antídoto contra el dogmatismo. ¿Cabe, por ejemplo, una lectura "dogmática" de "Crimen y castigo" o de "El camino"? Ciencia sí, letras también, y sobretodo respeto por lo que enseñamos y rigor en la manera de transmitirlo... Un docente jamás puede ser irónico o sarcástico, pues debe tomarse en serio que lo que transmite es importante. (Ui, ¡qué sentencioso me ha salido! Lo dejo como está porque tú ya me entiendes...).
Tienes razón. Pero hay batallas que conviene dar con algunas argucias retóricas. Cuando la ideología se presenta descaradamente como ciencia dogmática y excluyente, conviene que acudir a los científicos para que sean ellos los que digan que no hay ciencia dogmática.
EliminarXavier hay incluso en Wikipedia una entrada con mi nombre que no tengo ni idea de quién ha confeccionadoo, pero que me viene muy bien en las charlas para demostrar que no hay que fiarse de la credibilidad de todo lo que se encuentra en Internet.
ResponderEliminarhttps://www.elmundo.es/tecnologia/2019/06/05/5cf6a2a5fdddff7a768b45d2.html
EliminarMe encantó la entrevista en El País, y también lo del otro día en El Mundo con Ovejero,Marina, Lora y el Relator .
ResponderEliminarSobre todo por cómo maneja usted la muleta don Gregorio.
A la fuerza. ahorcan, don Karl.
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