La memoria tiene hoy mala fama entre los neopedagogos. Es absurdo, ya que no hay nadie que quisiera tener menos memoria que la que tiene, pero así es. La perplejidad que esto produce no habla mal de la memoria, sino de sus absurdos denigradores, que entienden, en contra de toda la tradición y de todo cuando la ciencia nos muestra con rigor, que la memoria es algo así como un archivo empolvado de datos acumulados para el olvido.
La mejor definición de la memoria que conozco es la de Covarrubias, que en 1611 afirma que consiste en percibir ahora las cosas que se quedan con nosotros.
Efectivamente, la esencia de la memoria no radica en el residuo que las cosas nos dejan al pasar, sino en la capacidad de revivir todo eso que, al pasar, se ha quedado con nosotros. En este sentido, la memoria amplifica nuestras posibilidades de experiencias vitales.
Por otra parte, cuando hablamos del olvido hay que hacerlo con cuidado, porque nunca sabemos ni si eso que creemos olvidado emergerá mañana, súbitamente, a la superficie de la conciencia como un corcho hundido salta a la superficie del agua, ni lo que pudimos aprender gracias a aquello que hoy parece olvidado.
Es curioso que en el paradigma científico actual en cuanto a cómo funciona el aprendizaje implica el crucial el empleo de una memoria a corto plazo (short term-memory), una memoria a largo plazo, y la interacción entre ambas.
ResponderEliminarPero esto debe de funcionar como otras cosas que la ciencia actual nos dice (verbigracia: que no hay una discontinuidad en el desarrollo de un ser humano desde el momento de la concepción): cuando no encajan con lo que nos resulta cómodo, miramos para otro lado.
Así es. Por eso hay que desenmarcarar las ideologías como lo que son.
ResponderEliminarMe has encantado El olvido en realidad no existe
ResponderEliminaruno se calma pero no olvida
y eso surge por momentos de la vida
y luego se va nuevamente es por eso que lo mejor es ser lo mejor mientras vivmos lo otro no tiene importancia
abrazo enorme
Yo aún recuerdo cuando en la escuela se nos enseñaba que "tres son las partes del intelecto: memoria, entendimiento y voluntad". Y estos pasmarotes quieren desterrar la memoria. Cosas veredes ...
ResponderEliminarLa actual trinidad pedagógica: Google, emociones e interés.
Eliminar