Seguir las derivas de la innovación educativa es agotador. Ahora resulta que las nuevas tecnologías también pertenecen a la escuela antigua, al menos según se sugiere en este artículo de El País, que es para enmarcar.
Lo que parece que se va imponiendo en la moda pedagógica de esta temporada no es tanto lo innovador como lo alternativo, por ejemplo la escuela del bosque, que se creó en Alemania a principios de siglo XX para combatir la extensión de la tuberculosis entre los niños.
Lo alternativo, sin embargo, parece tener mucho más claro lo que critica que lo que quiere, lo cual no significa que eso que critica sea real. ¿Pero qué importa si ayuda a mantener el postureo? La vulgata alternativa lleva ya mucho tiempo clonándose a sí misma, repitiéndose, en un ejercicio que no ayuda a tomarse muy en serio sus loas al pensamiento crítico, que la “la escuela tradicional, que todavía tenemos, nace con la época industrial, en la que se demandaban individuos homogéneos, con una cultura y preparación muy similar y aptos para cumplir órdenes y no cuestionarse demasiado las cosas. Con clases en las que el profesor era el único protagonista, basadas en libros de texto y en la capacidad para memorizar determinadas enseñanzas. La pedagogía alternativa propone todo lo contrario, un trabajo basado en proyectos en los que el niño es el autor de su propio aprendizaje”.
A mi me parece que esa llamada "pedagogía alternativa" lo que propone es un retorno a 1920... pero con la ideología de 1968.
El encuentro entre la escuela y la realidad se pospone hasta el momento en que aparecen las notas de corte de selectividad. Mientras tanto, la escuela se va convirtiendo en un foco de consumo cada vez mayor. Por eso no hay ni compañía tecnológica importante ni banco ambicioso que no tenga su división educativa apostando, obviamente, por la innovación.
Mientras esto es lo que pasa en las escuelas alternativas, las que utilizan libros de texto se lanzan también a la creatividad (por favor, decidme que es un montaje):
Mientras esto es lo que pasa en las escuelas alternativas, las que utilizan libros de texto se lanzan también a la creatividad (por favor, decidme que es un montaje):
El año pasado, lo más requetemoderno era enseñar a los niños a escribir con teclado.
ResponderEliminar¡Esto es un sindiós, como decía Sazatornil al final de "Amanece que no es poco"!
Cada vez que leo el nombre de una disciplina seguido del adjetivo "alternativo" recuerdo un monólogo del comediante australiano Tim Minchin en el que decía más o menos: hay una medicina alternativa que funciona...se llama medicina. Pues bien, hay una "pedagogía alternativa" que funciona...se llama "pedagogía". O no. Ay, que me temo que lo que sirve para la medicina, no va a servir para la pedagogía. Ya se lo preguntaba don Ricardo Moreno Castillo ¿Es la pedagogía una ciencia? Se podría responder: sí, pero alternativa.
ResponderEliminar¡Y, al ladito mismo, un estallido que dura 4 años!
ResponderEliminarSí señor. El dictador más joven de Europa. Con veinte añitos, ahí es nada, mientras cursaba Derecho (una suerte de precedente de la doble titulación).
ResponderEliminarEn un libro de texto de mis hijas dice en un mismo párrafo que Fernando el Católico era Fernando I (entre los Trastámaras queda la cosa), que Nebrija escribió el primer "diccionario" en español (lo de la gramática debía ser un suplemento) y alguna joya más que ahora no recuerdo, pero le pone a uno a temblar cuando te traen un 10 a casa.
" El encuentro entre la escuela y la realidad se pospone..."
ResponderEliminarEl encuentro entre ......( rellenenlo con su tema ) y la realidad se pospone.
Me parece un atrevido resumen de este tiempo.
Acaso estamos en la epoca de la impostura ?
Precisamente también sobre esto trata el comentario de hoy de Arcadi Espada en su blog: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/elmundopordentro/2016/03/07/la-palabra-revelada.html
ResponderEliminarHace como veinte años que los libros de texto de "Cultura Clásica" de diferentes editoriales vienen afirmando que la base de la dieta de los romanos era el maíz.
ResponderEliminarHoy, por cierto, "Día de la mujer trabajadora", volveremos a oír a ilustres catedráticas que el origen de esta celebración estuvo en la muerte de unas heroicas huelguistas a las que los malvados patronos asesinaron poniendo fuego a la fábrica en que las habían encerrado…
Y después la gente se ríe de los mitos bíblicos.
athini_glaucopis@hotmail.com
El otro día en un medio me la lía un padre muy crítico con los profes de sus hijas, que nos les enseñaban más que a memorizar, que si los reyes godos, que si la lista de los Omeyas, que si tendrían que aprender robótica, diseño web, ... Le contesto que eso es imposible porque apenas se dan unos nombres sueltos y tres ideas sobre visigodos, algo más sobre musulmanes. Pero el tipo sigue indignado diciendo que cómo era posible que no les enseñase que los Omeyas habían construido la Alhambra (tela), que más estructuras sociales y relaciones económicas (esto se da en 2º de ESO). Respondo tirando de ironía, si no se puede no se puede, y me sale con los privilegios del profesorado y que él, que es autónomo, no Omeya está claro, es el que levanta al país y madruga.
ResponderEliminarEse aire pedagógico se extiende y cala en los padres.