Iba yo esta mañana a la segunda de las jornadas organizadas por la ASPEC sobre el fracaso escolar. He cogido el tren en Ocata. Estaba lleno. Ni un asiento libre. Y entonces una chica (unos 30 años) se ha levantado y con una sonrisa de lo más amable, me ha ofrecido su asiento. He pensado que no podía defraudar a la joven, claro, y me he sentado tan ricamente, sin otro sentimiento que el de la placidez. ¿Eso es malo o es bueno o es, como decía el poeta, inverosímil?
Me he sentado y he abierto mi diario de los sábados, que es el ABC y entonces me he dado cuenta de que en el asiento colindante con el mío un señor -creo poder decir que de mi edad- estaba leyendo este mismo diario. Esto si que me ha admirado: ¿Qué posibilidades hay de que, en Cataluña, dos usuarios de Cercanías con asientos continuos estén leyendo al mismo tiempo el ABC?
Ah, es mi sindicato, desde que se opusieron a la logse, es decir, desde el primer día. Un respeto, ya hace años; como para dejarlos sentar en transporte público, je. A mi, no me ha pasado (pura casualidad), pero a algunas amigas sí, me cuentan que... "Brutal".
ResponderEliminar¿ y no se ha ofendido que le hayan dejado el asiento ? y luego va y me va con el ABC, supongo porque no lo han visto antes porque no le abrían cedido el asiento aunque vaya en silla de ruedas, es ud un temerario leer el ABC en un transporte público, si si ya sabemos que hay que leerlo todo,pero hay cosas que hay que leer en la intimidad.
ResponderEliminarPues sí, Don Gregorio, ha sido toda una coincidencia: la misma edad (yo nací en el 55, aunque me parece que me conservo algo peor porque las jóvenes de 30 años no me dejan el asiento con una sonrisa), leyendo el ABC (mi diario también de los sábados y que aquí en Catalunya, y moviéndote en según qué ambientes, tiene el placer añadido de los vicios inconfesables) y dirigiéndonos al mismo sitio (las conferencias organizadas por la ASPEC en el Col•legi de Llicenciats). Aunque tendría que haberlo hecho en el tren, aprovecho ahora para felicitarle por su estupenda conferencia de ayer sobre La jibarització de la Pedagogia y por su magnífico blog, que está entre mis favoritos. Un abrazo
ResponderEliminarJesús: Me deja usted pasmado.
ResponderEliminarEfectivamente, hay cosas que sólo existen en la realidad.
Un abrazo agradecido por sus palabras.
Y para que vean lo que son las casualidades añado otra cosa: El martes conoceré a una sobrina de Caridad Mercader, que se puso en contacto conmigo por una cuestión que nada tenía que ver con su tía. Pero, comenzamos a hablar por teléfono y saltó la sorpresa. Les tendré informados.
ResponderEliminarDesde luego que las posibilidades son pocas, sobre todo desde que regalan La Vanguardia en el cercanías
ResponderEliminarNo sabía lo de La Vanguardia en cercanías. Sí en las Facultades, donde hay pilas enormes que los estudiantes desprecian con buen criterio. ¿Alguna prueba más del "contrato" blindado entre Godó y Mas para conseguir el cielo estatal? Que La Vanguardia, despreciando su historia, se haya convertido en papelucho de partido dice mucho de nuestro supuesto Oasis. Del mismo modo, y aun a pesar del tono facecioso, es revelador de la degradación democrática de Cataluña el hecho de que ciertas lecturas "hayan de hacerse en la intimidad", como dice Rubeamp. En cuanto a las jornadas sobre el fracaso escolar, ¿no "sufrimos" un exceso de reflexión -como la de Mas la noche del batacazo, según adujo Oriol P.- y una alarmante falta de acción. Yo soy un mucho del "cada maestrillo su librillo" y puedo dar fe de no haber estafado a ninguno de los alumnos que he tenido; de todos ellos puedo decir que les he enseñado algo que antes no sabían. Desde que la reunionitis, los depuradísimos sistemas de evaluación y el gobierno de los famosos "indicadores" habitó entre nosotros, el descenso de la calidad de la enseñanza corre parejo con el descrédito de los políticos y de la política. No sé si esas jornadas acaban teniendo una vertiente terapéutica, como ocurre con la infinidad de reuniones obligadas que padecemos: puro lameteo de heridas contra las que, desde abajo, desmontando la incongruencia de las programaciones oficiales, podríamos luchar, si quisiéramos... Para que nos hagamos una idea, si es que hace falta tal prueba, de la desorganización del sistema, confieso que entró la LOGSE y que jamás desde instancias oficiales se me instruyó en qué fuera aquel engendro legal y cómo cambiaba mi día a día profesional. Total, que seguí ejerciendo como si no estuviera, lo que aún hago. ¿Algún control oficial en este tiempo -más de 25 años-? Ninguno. ¡Cómo agradezco que la incompetencia oficial me haya permitido programar a mi aire y enseñar lo que creo que han de aprender nuestros alumnos: saber hablar, leer y escribir. Es decir, objetivos que no figuran entre los requisitos básicos para poder salir de Primaria, por lo que he podido conocer, pero el análisis de las causas por las que esos resultados se producen daría para más de 365 jornadas de 8 a 8...
ResponderEliminarPermítame manifestar aquí el gran respeto que me merece este sindicato, ASPEC. Ha organizado dos jornadas de reflexión, en medio de la que está cayendo, no para ver qué le piden a la administración, cómo pueden reivindicar no sé qué, o qué política de alianzas deben desarrollar, sino para tratar del fracaso escolar. No es nada habitual una cosa así entre nuestros sindicatos. Por eso -como sé que algunos de sus miembros se pasan por aquí-, que sepan que pueden contar conmigo.
EliminarFui como candidato en sus listas en las últimas elecciones sindicales, Gregorio...
Eliminar¡Qué mal estamos, Luri! Para aceptar sentarse, digo. ¿Lumbalgia?, ¿ciática? Los de la tercera edad (ya hay una cuarta) tenemos que mantenernos acérrimamente dignos. ¿Qué va a hacer con 80?, ¿aceptar que se saquen un clínex para...? On va a parar, home de Déu. :-)
ResponderEliminarS.Isidoro, en las "Etimologías", contabiliza cinco, que conste..
Eliminarcomo mínimo una posibilidad, aunque los sábados la gente no suele leer basura ideológica.
ResponderEliminarEstimado D. Gregorio,
ResponderEliminarCon gran alegría descubro que además de mi hermano hay más gente que osa leer el ABC en espacios públicos catalanes. Yo lo hago en los del País VAsco, donde esa cabecera, si no te espabilas, desaparece de los kioskos, sobre todo los sábados. También es verdad que casi 500.000 ejemplares diarios se venden de El Correo, del mismo grupo que el ABC.¿ A ver si el terrorismo ha sido menos dañino para las conciencias? Lo dudo. Pero esos son los datos. Lo que sí parece claro es que la fórmula nacionalista catalana parece ser una de las más exitosas en la liquidación de los valores culturales liberales y democráticos por la vía de una difusa indiferencia cobarde y resignada. Que leer un periódico, cualquier periódico, pueda ser un "problema"... da terror solo pensarlo. Y sin embargo se vive de forma "normal".
La verdad es que leyendo el ABC me he podido sentir una rareza estadística, pero en modo alguno un héroe o algo parecido. Nadie se ha metido jamás conmigo por esta razón. Pero reconozco que mi caso seguramente es muy singular, porque junto al ABC me compro el ARA, donde desde el primer momento me brindaron una columna semanal en el suplemento Criaturas y una quincenal de opinión. Las he escrito siempre con absoluta libertad.
ResponderEliminar