Una defensa crepuscular de la filosofía...
En realidad sólo quería justificarme a mí mismo. Pero acepto sus palabras: el gallo, para los políticos; la lechuza, para nosotros.
Pues bonitos días nos dé Dios.
Tiene que haber gente pa tó, Don Gregorio. Afortunadamente.
Las respuestas que busco se encuentran donde no quiero hallarlas, en Heidegger.
Una defensa crepuscular de la filosofía...
ResponderEliminarEn realidad sólo quería justificarme a mí mismo. Pero acepto sus palabras: el gallo, para los políticos; la lechuza, para nosotros.
ResponderEliminarPues bonitos días nos dé Dios.
EliminarTiene que haber gente pa tó, Don Gregorio. Afortunadamente.
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