Miguel Hernández
y el dolor, como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto.
todo mi corazón desmesurado,
y del rostro del beso enamorado,
como el toro a tu amor se lo disputo.
la lengua en corazón tengo bañada
y llevo al cuello un vendaval sonoro.
y dejas mi deseo en una espada,
como el toro burlado, como el toro.
ResponderEliminarel Torete...
Brillante, excelso, no hay palabras para describirlo. Enhorabuena, sr. Luri, y mil gracias por esta maravillosa y acertadísima entrada. Un seguidor (y aprendiz)fiel.
ResponderEliminarEl cuarto verso del primer cuarteto ,¿ no es "y por varón en la ingle con un fruto"?.
ResponderEliminarCorregido. Gracias.
EliminarContra la ley Wert (en lo que atañe a la filosofía)
ResponderEliminar"Meme Historia de la filosofía"
Los toros (que son animales herbívoros, pues si fuesen carnívoros no se podrían torear) salen de la plaza muertos y arrastrados por mulillas. Wert no debería olvidr eso.
ResponderEliminarYo tengo la sospecha de que sabe perfectamente que cuanto más se envalentone más valdrá su cabeza a la hora de un pacto con CiU.
EliminarSe ve que este hombre, por culto que sea, no ha leído "La música callada del toreo", de José Bergamín, católico al que le hubiera espeluzado que la religión católica sea imposición escolar en vez de negocio entre el alma y su dios.
ResponderEliminarDe todos modos, se señala en él la paja sin ser la viga en el propio: ¿Es admisible catalanizar y es inadmisible españolizar? ¿Prohibir una de las dos lenguas propias del país en el sistema escolar salvo como asignatura aislada es un beneficio académico y social? Aquí no hay un choque de lenguas, sino de nacionalismos de vía estrecha, la única por la que se arrastran contra la lógica de los tiempos. Y así les va a los educandos.
Gregorio, este comentario no se refiere a este post, pero es el lugar donde puedo darte mi opinión sobre el reportaje de hoy de Diario de Navarra.
ResponderEliminarA menudo doy alguna vuelta por tu café. Compartiendo a veces, disintiendo las más, pero bueno... está bien.
Pero es que hoy me ha descolocado eso de que no "querrías volver a Navarra como extranjero".
Me ha disgustado esa expresión... extranjero.
Yo creo que si volvieras a Navarra, volverías como Gregorio, como Luri, como profesor, como familiar, como primo,como amigo ...como tú.
Seguro que tendrás para responderme algún sesudo análisis de la palabra, pero yo te recomiendo el maravilloso poema de Rafael Amor "No me llames extranjero".
Discrepando con afecto.
Pues la verdad es que no tengo mucho que decirte.... pero vamos allá:
Eliminar1) Utilizo la palabra "extranjero" de manera descriptiva. Tengo algún amigo por el extranjero, de esos que hay que hay que contar con los dedos de la mano. Pero ellos son de un país y yo de otro y la manera de nombrar esta diferencia es la extranjería.
2) La expresión a la que te refieres simplemente quiere decir que en un hipotético caso en que tuviera que elegir entre ser navarro o catalán, yo (a diferencia de mis hijos, a los que comprendo perfectamente) elegiría seguir siendo navarro. Más aún, no descarto un retiro... que sé yo... en Baraibar, por ejemplo, cuyo escudo parece una síntesis navarro-catalana