La cuestión no es si la sociedad volverá a codificar el comportamiento sexual, sino cómo lo hará, porque de la autoridad no hay escapatoria. En estos momentos estamos asistiendo a la sustitución de la autoridad de la iglesia por la autoridad de la clínica.
¿De la clínica? Yo más bien diría que de la Santa Madre Iglesia de lo Políticamente Correcto.
ResponderEliminarBueno, maestro, yo añadiría que ese proceso lleva en curso muchos años (desde Freud al menos) y Foucault, mal que le pese a uno, ya lo describió con finura no sólo en "El nacimiento de la clínica" o en la "Historia de la locura" sino también en la "Historia de la sexualidad", donde además, establece un interesante isomorfismo entre la confesión católica y la psicoanalítica. Los nuevos sacerdotes son los psicólogos...
ResponderEliminarSaben lo que me pasa? Pues que mañana participo en el Congrés Català de salud mental con una ponencia que pretende criticar la sociedad terapeutica y defender la infelicidad. Respecto a lo dicho, mi referente no es Foucault, sino Philip Rieff.
ResponderEliminarYa decían aquello de que en los sesenta se quería ser libre, en los ochenta, rico, y ahora 'sano' -más o menos-. Que le vaya bien y no le tiren tomates ecológicos con esas pretensiones ambiciosas!!!
ResponderEliminarBueno Foucault no es mal referente si se lo coge con pinzas. además los relativistas y progres de distinto pelaje se quedan descolocados si se utilizan sus "maïtres à penser" de una forma que no esperan... En fin. Infelices a mucha honra.
ResponderEliminarJorge: Le confieso un secreto: siento una profunda afinidad con los nihilistas de derechas, porque me parecen más sinceros y, por lo tanto, más prudentes. Más aún: creo que hoy hay que haber pasado por el nihilismo para ser conservador. No se puede, por razones obvias, pasar por el nihilismo y ser progresista.
ResponderEliminarRespecto a mañana: tengo una vela encendida a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Gracias.
Interesante reflexión. Me gusta. Por cierto: no considero a Foucault un nihilista. Suerte.
ResponderEliminarSi le parece, le espero fuera con el motor del coche en marcha, por si acaso.
ResponderEliminarEso es amistad, Claudio!!!
ResponderEliminarCuestión que me anda rondando y con la que no sé si acabar mi intervención: ¿Qué le pasa al Yo si el Super-yo se nos hace nihilista?
Si no recuerdo mal, el super-yo también es responsable de lo que llaman el goce, que es vivido como un deber.
ResponderEliminarAhora bien, ¿gozan los nihilistas?
PS: Esto me ha acabado de decidir a embadurnar las matrículas con barro.
Puntualicemos, pues.
ResponderEliminarMañana a las 13,30 h a la puerta de Caixa Forum. Marques de Comillas, 13.
Yo buscaré una matrícula cubierta de barro.
Usted ábrale la puerta a un tipo de mi complexión que vaya con pasamontañas. Y arranque rápidamente.
¡La verdad nos hará libres, pero a qué precio!
¡Maldición!
ResponderEliminarA esa hora estoy atrapado en casa por una entrega de mercancías contra reembolso. Haré lo que pueda (ya sabe, lo típico de los perdedores), pero no se lo puedo asegurar.
Por si acaso, aplique el plan B: chaleco anti-lacan y billete del metro en la boca. Un rápido spring hasta plaza España podría ser factible. Los analistas son lentos de por sí.
No me esperaba esto de usted.
ResponderEliminarHe resistido a los ataques de Lacan contraatacando con su maestro Kojève.
Por cierto: ¿Por qué los analistas son analistas y no analistos?