La lechuga constituye una apología de lo superficial, porque su blanco y terso corazón es lo menos nutritivo de ella y por donde suele comenzar su obra destructora el gusano que la parasita. ¡No me la limpie!, me veo obligado a gritar para poder saborear ese explosión de clorofila que son sus hojas exteriores... La contemplación de las personas permite aforismear casi sin esfuerzo; pero la contemplación de la obra agrícola nos acerca a las verdades cabales... Ante tan cumplido aforismo, la cierto es que las apostillas se nos astillan... ¡Que sigan!
Filosofía verde
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Botanosofía
ResponderEliminarLa lechuga constituye una apología de lo superficial, porque su blanco y terso corazón es lo menos nutritivo de ella y por donde suele comenzar su obra destructora el gusano que la parasita. ¡No me la limpie!, me veo obligado a gritar para poder saborear ese explosión de clorofila que son sus hojas exteriores...
ResponderEliminarLa contemplación de las personas permite aforismear casi sin esfuerzo; pero la contemplación de la obra agrícola nos acerca a las verdades cabales...
Ante tan cumplido aforismo, la cierto es que las apostillas se nos astillan...
¡Que sigan!