Al mismo tiempo que en El Café de Ocata desparecía misteriosamente la entrada anterior, el cartero me traía a casa tu libro, Javier. Nada más leerlo (lo cual no significa que lo haya acabado de leer: está aquí al lado, pidiendo ser rumiado) he escrito un ridículo poema titulado "¡Que vivan los celentéreos!", que por dignidad he guardado en el olvido.
¡Qué libro has cincelado, puñetero!
Se nota que está escrito al frío, en piedra dura. Los márgenes están llenos de lascas afiladas.Hay dolor y hay ironía y eso me parece tan difícil de casar, Javier, que te admiro por cómo sabes volver a casa borracho como una cuba por el camino que bordea el acantilado.
Pero no me quiero poner crítico, que sólo te escribo para decirte, otra vez (¡y bien sé que no será la última!), gracias.
Por cierto, ¿nos vemos el lunes o no?
Recupero el contenido del post evaporado:
Le han dado a Howard Gardner el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales por su teoría de las inteligencias múltiples. Allá cada cual con su inteligencia, pero la mía, que tiene voluntad de ser común, me dice que esto de las inteligencias múltiples es un fraude intelectual. Si el cerebro es una unidad funcional, hablar de inteligencias múltiples es un sinsentido muy propio, eso sí, de la posmodernidad New Age. Y me da la sensación que el último Gardner lo está intuyendo. No me extrañaría nada que el Gardner que recoja el premio ya no sea aquel que, a juicio del jurado, lo mereció.
NOTA DEL SÁBADO: Veo que el comentario anterior ha reaparecido... ¡Qué cosas!
Mil gracias Gregorio.
ResponderEliminarSu comentario anterior fue desactivo temporalmente por el CNI dadas las críticas al Premio Príncipe de Asturias. Ha vuelto el texto pero los comentarios se han 'reseteado'.
ResponderEliminar---
En el último comentario, ya perdido, le lanzaba una pregunta: ¿Cuál es el programa de festejos para el acto de este lunes?
A las 7,30 en el Ateneu Barcelonès. Si se presenta, no me niegue la posibilidad de un saludo personal.
ResponderEliminarLe he visto en su salsa entre amigos y he preferido retirarme discretamente. Eso sí, sigo sin tener claro si los filósofos actuales están en mejor situación que Platón para responder a las preguntas filosóficas...
ResponderEliminarTopo: La respuesta es que no.
ResponderEliminar¿No me diga que ha sido usted quien me ha preguntado eso mismo?
Me hubiera gustado saludarle...
Me dio la impresión de que era infiltrarme en fiesta ajena.
ResponderEliminarSí, el de la pregunta era yo. Sigo sin entender el porqué.