jueves, 10 de marzo de 2011

Venía yo con mi hijo y mi nuera de Mataró. Ya había entrado la noche. Detrás de una chica con falsas escandalosamente cortadas apoyada en una farola, junto a la carreta, mi hijo me ha señalado un cementerio de containers de basura. Lo he visto mil veces, pero nunca había pensado en su peculiaridad. Los containers de basura jubilados de las calles de Mataró van a esperar aquí la parsimoniosa herrumbre que los reintegre al curso natural -es decir, anónimo- de las cosas. "Es un basurero de basureros, un vertedero de vertederos", ha añadido. Me imagino que no para de crecer.

5 comentarios:

  1. ¿Por qué el curso, en tanto que natural, es sinónimo de anónimo? Por cierto: ¿falsas?

    ResponderEliminar
  2. Calificar hoy día una falda de escandalosa me ha parecido muestra de una voluntad de resistencia verdaderamente envidiable.

    Por cierto, si le apetece un cotilleo de lo más highbrow,

    http://tmagazine.blogs.nytimes.com/2011/02/25/suddenly-susan/

    ResponderEliminar
  3. ¡Pues claro que hay falsedades escandalosamente cortas!, Columbus. ¡Faltaría más!, que no "faltarían", claro.

    ResponderEliminar
  4. Primum vivere. Yo hago una lectura ecològica: estoy convencido que una mayoria de containers podria reutilizarse con una pequeña reparación.

    Convido a la concurrència a llegir-me un fet real, (màgic realisme?) Post 9-3-11

    ResponderEliminar
  5. Nuestros errores nos corrigen y los míos me recorrigen.
    De todas las maneras para faldas escandalosamente cortas las que me encontré a eso de las doce de la noche al salir del Colegio Mayor allá por Pedralbes.

    ResponderEliminar

Comer desde el reclinatorio

 I En el tren de vuelta a casa. Hace frío ahí afuera. Las nubes muy bajas, besando la tierra blanqueada por la nieve. Resisto la tentación d...