"Fue un soldado muy feo con un guárdenos Dios* muy cumplido por la cara. El cual iba muerto por alcanzar una mujer, la cual no era hermosa sino muy fea, y decíale: 'Perla graciosa, volveos acá y vea yo ese hermoso rostro, el cual a mi da gran pena por no poderle gozar'. Volviose la mujer y desque lo vio tan feo, le dijo: 'Eso no puedo decir por cierto de vuestra merced'. respondió él: 'Bien pudiérades, mintiendo como yo.'"
De La silva curiosa (París, 1583) de mi ilustre antepasado Julián de Medrano. He tenido conocimiento de la obra gracias a Carlos Mata Induráin, que trata de ella en el último número de la revista Río Arga.
* "un guárdenos Dios" es una cicatriz.
viernes, 16 de abril de 2010
De la verdad y la mentira en sentido extramoral
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Una mentira bien compuesta
Mientras el presidente del gobierno de España decidía ponernos en cabeza de la competición universal por la copa de la indignación moral, yo...
Eran maravillosos estos prebarrocos. Me ha recordado a Cervantes.
ResponderEliminarIlustre antepasado, sí.
Un abrazo, Don Gregorio.
Gracias, es bien venido -el abrazo, digo-.
ResponderEliminarSe avecinan malos tiempos para la lírica:
ResponderEliminarhttp://news.yahoo.com/s/ap/20100415/ap_on_re_us/us_rubber_rooms
Las conozco bien, Claudio. Aquí lo que hacemos es... bueno, no me atrevo a seguir, por miedo a que me lean.
ResponderEliminarHahahah Gran!
ResponderEliminarLeo en la red que "es autor de otro libro raro, impreso también por Chesneau en 1583: Historia singular de seis animales, d’el Can, d’el Cavallo, d’el Osso, d’el Lobo, d’el Ciervo y d’el Elefante (1583)." La zoosofía viene de antiguo en la familia.
ResponderEliminarEfrem: Pues sí
ResponderEliminarIrich: es que la sangre no es agua (que decía mi madre, que era Medrano de primer apellido)
ResponderEliminarJajaja... ¡que maravilla! Ahora entiendo el por qué de ciertas cosas...
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