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viernes, 29 de enero de 2010

Eros y Psique

Voy a tomarme un post de descanso para hablar de cosas bonitas, en la retaguardia de la realidad, aprovechando que Pedro Azara se va al Averno y a los Campos Flegreos.

Psique significaba en griego “mariposa” y “alma”.

Cerca de Nápoles se encuentra el castillo de Baia, construido en el siglo XV para defender el golfo de Pozzuoli de las incursiones moriscas. Actualmente es la sede del Museo Arqueológico “dei Campi Flegrei”. En una de sus salas se reproduce un ninfeo de tiempos del emperador Claudio. Me conmovió la estatua de una niña que contempla con una curiosidad inocente una mariposa que le brota entre las yemas de los dedos. No tiene más de ocho años. "La niña de la mariposa", se lee en un texto al pie de la estatua. No. El artista no la representó observando una mariposa, sino su propia alma, que se le escapaba de entre los dedos. Miraba a su propia muerte como si jugara con ella.

En el mito de Eros y Psique el momento central es aquel en el que Psique acerca impaciente una lámpara de aceite al rostro hasta entonces desconocido de su amado. El se lo había advertido: "No me verás, si me ves". Pero hay que entender que para Psique la prueba era demasiado dura. Cada noche venía a visitarla, en la más completa oscuridad, y se metía en su cama. Ella lo esperaba despierta y continuaba despierta cuando él ya dormía. Sin embargo en un momento u otro cerraba los ojos y él en un instante desaparecía. Finalmente una noche, sin poder resistir más el deseo de contemplar el rostro de su amado desconocido lo ilumina con la llama del candil. Lo que observa la deja pasmada. La mano le tiembla. Y una gota de aceite resbala y cae sobre la piel desnuda de Eros. Sólo puede verlo un instante. Eros, decepcionado, se retira para siempre. "No me verás, si me ves".


Algo semejante le ocurrió a Orfeo cuando, desafiando la prohibición de Ares y Perséfone, se vuelve hacia atrás para contemplar a su esposa, Eurídice, a la que había conseguido liberar de las garras de la muerte. Los dioses infernales, conmovidos por su música, le habían permitido que la sacara del Hades... con una condición: que no se volviera a mirarla hasta alcanzar la luz. Ante los ojos de Orfeo Eurídice se esfuma, se convierte en aire. "Quedóse con la sombra de su deseo", escribió Lope.

12 comentarios:

  1. No tiene mucho que ver con Eros y Psique, pero felicidades por su artículo de hoy sobre la marcha del Fari.

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  2. Mientras leía no pude dejar de pensar en Lohengrin y la imposibilidad de su amada de saber su nombre y origen. Parece una versión de los mitos anteriores, quizá heredera de la fuerte relación entre palabra-cosa. El alma de Lohengrin estaría en su nombre? Qué sé yo, ya estoy delirando por el calor del hemisferio sur. Un abrazo, muy buen post.

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  3. Lutsek: El alma, que no puede preservar la satisfacción de la posesión de lo que ama. El deseo satisfecho o devora al objeto o devora al alma, parece...

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  4. Luri,

    Por si no lo conoce, le presento mi último descubrimiento. Se ve casi todo.

    http://www.elitista.info/blogs/productos/2008/11/ginebra-citadelle-reserva-2008.html

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  5. Claudio: Cosas como estas son las que hacen llorar de emoción a un hombre.

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  6. Hoy no tengo muchas palabras... preciosa entrada.

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  7. Bonito post. ¿No es posible disfrutar de lo que se desea? ¿Sólo se disfruta de algo en la medida en que no se tiene?

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  8. El que busca: Sólo se desea algo en la medida en que no se posee completamente. Eso o saben bien las parejas que duran.

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  9. Si el alma existe...yo quiero ser mariposa.
    Si el amor existe...yo quiero ser Psique. un saludo

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  10. Quisiera felicitarte por tu libro sobre educación .Felicidades.
    Aurora

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