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domingo, 30 de marzo de 2025

Los piratas y la ministra

La alternativa, no sé por qué razón, era la siguiente: "¿Los piratas o la vida?"

Quien tenía la respuesta era mi suegro. Después de pensarlo mucho, me dijo: "¡Vas a morir!"

Si moría yo, no vendrían los piratas.

Pero vinieron los piratas y mi mujer me dijo: "Mi padre aseguró que morirías para prepararte para esto".

Entonces mi suegro me dio un florete para luchar contra los piratas. Yo no sabía manejarlo. No tenía ni idea. El primer pirata que me encarase acabaría con mi vida, de eso estaba seguro. Y ya estaban desembarcando.

Este ha sido el extraño sueño que he tenido esta noche. Tal cual.

Es raro, sí, pero para rarezas las de la vigilia. Esa ministra que parece tan orgullosa de decretar, entre aplausos de los suyos, el fin de la presunción de inocencia me da más miedo que los piratas.

3 comentarios:

  1. Un dechado, la señora, de maldad e irreflexión.

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  2. La mujer ésta, ministra, es el símbolo del griterío histérico tan afín al populismo zurdo de rosa en mano. Yo, personalmente siempre he sentido admiración por los piratas salvo por su símbolo de la calavera. Sobre la presunción de inocencia, yo no doy ni por presunta la inocencia en un niño adorable. Tampoco me gusta dar presunta culpabilidad al pobre diablo. La presunción no es fruto de mi agrado, pues prefiero la intuición aunque deba ser igualmente refrendada por las pruebas, si es que las hubiera.
    E(R/S)

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  3. Ah! ....y de los suegros mejor callar. Enlazando con el post anterior sea de paso.
    E(R/S)

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Mañana, a Manresa