Buscar este blog

viernes, 7 de marzo de 2025

Pensar el gris

I
Leo en Herta Müller: “La añoranza arde como las ascuas y con el tiempo se hace más grande, pero nunca se hace adulta”.  ¿Pero acaso alguna de las emociones fuertes de la infancia se hace alguna vez adulta?

II
La fenomenología, en su conjunto, bien pudiera entenderse como un proyecto filosófico de reencantar el mundo. Este es, a mi modo de ver, el gran empeño de Heidegger y para ello coge al Dasein de la mano. Con Heidegger -decía Ortega- la filosofía visita a domicilio». Lo que ocurre es que a veces uno se queda con la sensación de si perder la inocencia es un progreso o una pérdida.

III
Día de nubes tocadas del ala. Llovizna. Estoy tomando un café cuando un político se me acerca. Quiere hablar de la educación catalana. «Aquí hace falta una consejera de educación que tenga el valor de exiliarse después de hacer lo que se tiene que hacer», me espeta. Y yo asiento.

3 comentarios:

  1. Hace tiempo que tengo clasificada la filosofía junto a la literatura en mi biblioteca. Ahora la pondría junto al género fantástico, si tuviera tales libros, que no

    ResponderEliminar
  2. Yo me acuso: leyendo "Ser y Tiempo" hubiera pedido a mi cuenta una jarra de cicuta bien colmada para el puñetero de Heidegger. Contentico me tenían con el sí-mismo, el uno-mismo y el sí-mismo-propio salpicando una misma frase. Aún así tuve el valor de tomar algunas notas para aclararme yo-conmigo-mismamente. Por ejemplo, en una de ellas escribí: "El hombre es un rey Midas que prosopopeya todo lo que toca". Ahí está el ser, añado, en el acto de "prosopopeyar".

    Grandes abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues fíjese usted, don Rafael estimado, que yo veo en Heidegger a veces la sabia malicia de un campesino maño.

      Eliminar

Estrechando el cerco

 I Esto comienza a ponerse monótono. Ayer, en una conversación casual con una persona que vino a visitarme me enteré que mi querido Julián Z...