Buscar este blog

jueves, 6 de marzo de 2025

La nada anonada

 I

El día ha comenzado llevando a mi nieto al colegio y a partir de aquí ha sido un no parar: llevar el coche a Mataró, al taller; ir a pedir hora al centro médico; releer el ¿Qué es metafísica?, de Heidegger; hacer la compra y la comida; videoconferencia con Colombia (hay un proyecto interesante en marcha); recibir una invitación para dar varias conferencias en Guatemala y, a continuación, otra para viajar a Chile; ir a Barcelona a la presentación del último libro de Ignacio Peyró, El español que enamoró al mundo, una biografía de Julio Iglesias. Creo que si Peyró escribiese una guía telefónica, le saldría literatura del teclado.

II

Es la cuarta o quinta vez que leo ¿Qué es metafísica? y cada vez me crece un poco más Heidegger. Es el filósofo más grande del siglo XX, con sus lagunas, ciertamente, especialmente en lo que tiene que ver con la decisión. Si sigues a Heidegger sabes que tienes que decidirte, pero no sabes nunca para dónde. Cuando lo leí por primera vez ¿Qué es metafísica? me reí con eso de que «la nada anonada». Ahora me parece una genialidad.

III

Tengo ya acabado el prólogo que me han pedido para un cómic sobre Caridad Mercader. Esta mujer es ya de mi familia.

IV

El mejor momento del día: un rato al sol en la plaza de Ocata, con unas patatas bravas, una cerveza, y el tiempo detenido, a mi disposición. Ha sido solo un paréntesis, pero memorable.

V

¿No tenéis a veces la sensación de que en estos tiempos de erotismo sin fronteras hemos acabado haciendo de Eros un objeto teórico?

5 comentarios:

  1. "Es la cuarta o quinta vez que leo ¿Qué es metafísica? y cada vez me crece un poco más Heidegger. Es el filósofo más grande del siglo XX".

    « J’étais passionné par mes études, j’avoue même avoir été intoxiqué par le langage philosophique que je considère maintenant comme une véritable drogue. Comment ne pas se laisser griser et mystifier par l’illusion de la profondeur qu’il crée ? Traduit en langage ordinaire, un texte philosophique se vide étrangement. C’est une épreuve à laquelle il faudrait les soumettre tous. La fascination qu’exerce le langage explique à mon sens le succès de Heidegger. Manipulateur sans pareil, il possède un véritable génie verbal qu’il pousse cependant trop loin, il accorde au langage une importance vertigineuse. C’est précisément cet excès qui éveilla mes doutes, alors qu’en 1932, je lisais "Sein und Zeit". La vanité d’un tel exercice me sauta aux yeux. Il m’a semblé qu’on cherchait à me duper avec des mots. Je dois remercier Heidegger d’être parvenu, par sa prodigieuse inventivité verbale, à m’ouvrir les yeux. J’ai vu tout ce qu’il fallait à tout prix éviter. »

    Cioran. Entretien avec Sylvie Jaudeau (1988)

    *
    Heidegger creyó demasiado en las palabras. No resolvió las dificultades, simplemente pasó por encima de ellas con la ayuda de las palabras. Considero esto altamente deshonesto. No niego que Heidegger haya sido un genio, pero también lo considero como un estafador. En lugar de darle solución a los problemas, se conformó con mostrarlos, creó palabras, desplazó los conflictos y les dio respuesta –como diría- con una producción de vocabulario. Para mí, Heidegger era realmente demasiado ingenuo, aunque al mismo tiempo haya sido astuto como un campesino. Era un hombre, me atreveré a decirlo, inconscientemente taimado.

    Cioran. Entrevista publicada en la revista Magazine Littéraire nº 373



    ResponderEliminar
  2. « Je viens de lire "Gelassenheit" de Heidegger. Dès qu’il emploie le langage courant on voit le peu qu’il a à dire. J’ai toujours pensé que le jargon est une immense imposture. Le style triste, genre Maurice Blanchot : pensée insaisissable prose parfaite et incolore. Sartre réussit à faire du bon Heidegger mais non pas du bon Céline. La contrefaçon est plus aisée en philosophie qu’en littérature ».

    Cioran. Cahiers, 25 janvier 1969.

    *

    Heidegger sólo me interesó realmente hacia 1930, en la época en que yo era estudiante de filosofía enla Universidad de Bucarest. Sus textos "Sein und Zeit", y sobre todo "Was ist Metaphysik" me habían seducido. Pero dos hechos, uno menor y otro capital, calmaron mi ardor por el filósofo germano. Yo acababa entonces de publicar un artículo sobre Rodin escrito con un estilo más o menos heideggeriano que exasperó con razón a un periodista. La violencia de su ataque contra mi texto, ataque que fue una verdadera ejecución, me sirvió de lección. ¡No más verborrea... genial!, me dije. El segundo hecho fue el descubrimiento de Simmel, pensador cuya claridad me curó para siempre de la jerga filosófica.

    La voluntad de ser profundo, de dedicarse a lo profundo, consiste en forzar al lenguaje evitando a cualquier precio la expresión normal, la expresión inevitable. Ninguna lengua favorece tanto como el alemán ese exceso, ese abuso. A todas luces, el genio de Heidegger es un genio verbal. Su habilidad para evadirse de callejones sin salida procede de su facilidad para disimularlo utilizando todos los recursos del lenguaje, inventando expresiones insólitas, con frecuencia atractivas, a veces desconcertantes, por no decir exasperantes. Según Rivarol la probidad es inherente al genio de la lengua francesa. Esa probidad (Redlichkeit), esa Deutlichkeit (claridad) más bien, es un límite, un parapeto que la lengua alemana no conoce. Heidegger no hubiera podido nacer en Francia; Simmel, sí. Sin embargo, el primero goza aquí de una verdadera gloria, el segundo es desconocido. Semejante anomalía merecería un largo comentario. Según Vaugelas, ni el gramático galo más importante del siglo XVII, ni siquiera el rey (¡y era Luis XIV!), tenía derecho a inventar palabras. ¡Qué hubiera dicho entonces de un filósofo que en un país vecino iba a crear una cantidad impresionante de vocablos, que deslumbrarían a los descendientes de Pascal! ¡Crear palabras hasta la provocación, hasta el vértigo! Hay algo de alarmante en semejante demiurgia verbal, la cual equivale casi a reemplazar a Dios. Tal orgullo me parece excesivo en un pensador, pero lo acepto sin problemas en un poeta o en un demente.

    Cioran. "Ejercicios de admiración y otros textos. Ensayos y retratos", Tusquets, 1992

    ResponderEliminar
  3. Resumen de la filosofía de Heidegger: ≪Lo que es, es≫. Pero a los realistas españoles no nos basta. Queremos saber qué es lo que es. Eso no lo sabe Heidegger. ¿O tal lo ha aprendido ahora, después de su muerte?
    (Ramón J. Sender. Toque de queda. Plaza y Janés, 1985)

    L'éternel retour s'est terminé avec le paganisme. C'est bien pourquoi les néo-païens, Nietzsche et surtout Heidegger s'efforcent de le ressusciter. Quand Heidegger disait au Spiegel: ≪Seul un dieu peut nous sauver≫, ce n'est pas au Dieu de la Bible qu'il faisait allusion mais à un nouveau Dionysos, à un renouvelement cyclique total. A mon avis, c'est une pure chimère, mais qui pourrait devenir redoutable s'il y avait des gens pour la prendre au sérieux.
    Le christianisme défait à jamais l'éternel retour. Il en desserre l'étau, mais très lentement. [...] On pourrait décrire notre histoire comme une spirale ouverte vers le haut, vers une autre dimension qui n'est plus circulaire.
    (René Girard. Quand ces choses commenceront... Arléa, 1994)

    Notre époque a déjà vécu ou s'apprête à vivre l'effondrement des trois efforts les plus puissants pour remplacer le religieux. Celui de l'Allemagne nazie, c'est l'échec d'un néo-paganisme dont les vrais penseurs sont Nietzsche et Heidegger. Celui du communisme, c'est l'échec du marxisme. Un troisième effondrement menace [...] : celui des démocraties capitalistes, qui serait l'échec du scientisme, de tous les efforts entrepris pour réduire les problèmes de l'homme à une fausse objectivité...
    (René Girard. Quand ces choses commenceront... Arléa, 1994)

    ResponderEliminar
  4. Bueno... Borges decía que todo lo que había hecho Heidegger era inventarse un dialecto del alemán. Yo compartí esa burla cuando solo había leído muy por encima a Heidegger (la burla tenía, además, la ventaja de que me daba un argumento para ahorrarme su lectura). Hoy no. Hoy entiendo sus esfuerzos para provocar un nuevo comienzo y para eso necesita unas palabras nuevas. Respecto a Cioran... me parece evidente que está empañado de la Sorge heideggeriana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, las grandes influencias filosóficas de Cioran son Pascal, Kierkegaard, Schopenhauer, Nietzsche y Chestov.

      Como Sartre y otros existencialistas, Heidegger nunca le interesó más que como fenómeno de moda.

      Eliminar

Estrechando el cerco

 I Esto comienza a ponerse monótono. Ayer, en una conversación casual con una persona que vino a visitarme me enteré que mi querido Julián Z...