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viernes, 25 de octubre de 2024

La voluntad perdida

 I

Lima es una ciudad extraña, una ciudad de nieblas, polvo y una llovizna de pelusilla, de una extensión que desanima al caminante. Pero es también una de esas ciudades que va revelando sus secretos poco a poco y así, sin darte apenas cuenta, vas cayendo en las redes de su seducción. Hay rincones que derraman lisuras.


Me preguntaba yo, rememorando a Chabuca Granda, cuántos jóvenes sabrán qué quieren decir estos dos versos: "Derramaba lisura y a su paso dejaba /aroma de mixtura que en el pecho llevaba."


Me hubiera gustado visitar la Plaza de armas del Callao, pero lo que nos contaban del barrio nos desanimó y cambiamos el mítico barrio limeño por la arqueología y el malecón.


II
Cenar con Aurora Nacarino ya amortiza una semana. Siempre me encuentro a esta mujer cuando menos lo espero y siempre resulta muy grato el encuentro. Sucedió, de nuevo, anoche.

III
Ayer viajé en el tren junto a dos enamorados que se miraban volcándose en el otro y se tocaban con una delicadeza intensa, que soltaba chispas. Ahí estaba, recluido en su luz, el eje del mundo. Todos somos, a su lado, periferia, meras anécdotas de lo cotidiano. Los enamorados son gentes de otro mundo que han caído en este por algún inocente despiste.

IV
Pasé por la librería Finestres de Barcelona y volví a tener la sensación de que una buena parte de los libros que veía construían un mundo que ya no era el mío y que, sobre todo, me da una pereza enorme habitar. Son como de otra etapa geológica y entre ellos me siento cavernario (satisfecho cavernario). Yo también soy de otro mundo, tan de otro mundo que solo me interesan de verdad las librerías de viejo. Así que me fui a la Llibreria antiquària Casals y me compré la biografía de Clarín, de Juan Antonio Cabezas (Espasa-Calpe, 1936) y La sociedad española de la restauración, de Agustín de Figueroa (Ediciones Aspas, 1945).

V
Errejón ha dimitido y ha dejado detrás de sí al descubierto una estela de profunda cursilería detrás de la cual no hay nada. Esa declaración que nos viene a decir "No he sido yo, sino el neoliberalismo y el patriarcado en mí" explica el misterio de la voluntad perdida.

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