I
Arequipa es una muy interesante ciudad asentada en el extremo norte del desierto de Atacama y rodeada por tres imponentes volcanes que tuvieron la bondad de ponerse penachos de nieve para recibirnos. Es, aparentemente, una ciudad árida sometida a los caprichos geológicos, que frecuentemente toman la forma de terremotos. Sin embargo hay algo en ella que atrapa. Dejando de lado que en cada cruce de una calle te juegas la vida, la ciudad es generosa en su amabilidad, ofrece una gastronomía estupenda, y dispone de un centro urbano en el que la presencia española está rotundamente marcada. La plaza de armas es una joya y a su alrededor abundan los monumentos arquitectónicos que van desde el singular barroco peruano a la severidad de los conventos. Dispusimos de un hotelito encantador y nos movimos por la ciudad con seguridad. En la universidad me acogieron con los brazos abiertos y dejamos en el aire, al despedirnos, la promesa de un retorno.
II
Ayer fue un buen día. Por la mañana participé en el jurado de un premio educativo y por la tarde presenté en la librería Abacus, de la mano de Irene Rigau, mi Prohibido repetir. Andaba Irene un poco preocupada porque yo le pedía que no preparásemos el acto, que nos dejásemos de formalidades y hablásemos con espontaneidad, porque la espontaneidad cordial es el tributo de gratitud que le ofreces al que deja sus cosas de lado y viene a escucharte un rato. Todo salió bien.
III
Termino El elogio de la técnica, de Juan David García Bacca, y comienzo Continuidad y ruptura, de Javier Aparicio Maydeu. Promete.
IV
Por la noche me llega el lamento de quien dice que estamos en una crisis educativa global porque ha fracasado el proyecto de la Ilustración. Estoy de acuerdo en la crisis educativa global, pero lo del fracaso de la Ilustración no deja de ser una queja reincidente de la izquierda que no acaba de comprender como siendo tan buena, la historia no le ha dado la razón. No se la ha dado por la sencilla razón de que la Ilustración no venció con medios ilustrados, sino con medios preilustrados, con el arma más potente: la de la risa. O sea: con la ridiculización del adversario. Piénsese en Voltaire o en Lessing. En este sentido, su triunfo fue la confirmación de su fracaso.
Lo del "Fracaso del proyecto de la Ilustración" es de una cursilería lamentable, pero yo no degradaría la Comedia , y esto en nombre de la tradición socrática, de la filosofía occidental de raiz helénica.
ResponderEliminarTodo lo contrario.
En el texto de George Steiner con el que se cierra "Literatura y silencio" ; "Literatura y posthistoria" , se trata esto de manera certera aunque un tanto lírica y "muy años sesenta" diría yo .
..."No es menos contradictoria una tragedia con Dios, con un mecanismo compensador de la justicia y la retribución finales ( la paradoja de "Polyeucte" de Corneille) , que una tragedia sin Dios, una tragedia de pura inmanencia. La tragedia auténtica es inseparable del misterio de la injusticia , de la convicción de que el hombre es el invitado precario de un mundo en que las fuerzas de la sinrazón mantienen sombría intendencia. Ausente esta creencia un drama de conflictos dificilmente podrá distinguirse de la comedia seria, con su pauta de intriga y desenlace mundanos... El conflicto persistirá . Pero su tratamiento dramático será una "representación" del argumento, una realización de la dialéctica en la palabra y el gesto, no diferente de lo que vemos en los diálogos de Platón... Si los sueños de soberbia se hacen realidad... El arte será la risa de la inteligencia, como en Platón , en Mozart, en Stendhal".
Por supuesto "los sueños de soberbia" no se harán realidad , pero un gran amigo de Marx escribió : "Hay un dios, su nombre es Aristófanes... Pero Dulcinea sigue siendo la mujer más hermosa del mundo"
Plas, plas, plas.
EliminarLa ilustración, qué es? La sustitución de la Iglesia, por el Estado civil? La sustitución de la fe por la Estadística? Un objetivismo de Estado.
ResponderEliminarEl Romanticismo como respuesta a la Ilustración, que fue? La sustitución de la razón de Estado por el sentimiento de Nación? Un subjetivismo de Nación.
La postmodernidad qué fue? La sustitución de la Familia por el de Grupo de convivencia? Una intersubjetividad sin géneros .
Qué nos queda entonces, ni Iglesia, ni Estado, ni Nación ni Familia?
Pues de entrada, parece cómico, que quizás quede solo la red social?
Todo esto es muy extraño, más para un autónomo, liberal y familiar.
E(R/S)
Y ssi la Historia no es ni una circunferencia cíclica, ni una linea más o menos recta, entonces puede ser que sea una trayectoria errática: de error y de errancia.
ResponderEliminarE(R/S)