Yo disfrutaba de la cabalgata de reyes cuando los abuelos luchábamos darwinianamente por los caramelos que despreciaban nuestros nietos. Hoy he contemplado el eclipse ecológico de este espécimen humano. La vida nos va dejando de lado.
¡Qué noche esta! En ella se pone claramente de manifiesto que las ilusiones que proyectamos sobre nosotros mismos son muy reales en sus resultados.
Feliz noche de reyes, amigos.
Feliz noche de reyes.
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